—Te gusta el vecino?—pregunto mi hermano dejándome atónita. Me gustaba Archie?. Cómo podía saber que me gustaba sentimentalmente y no físicamente. Porque a mí vista era muy guapo.
—Es el hermano de mi mejor amiga en el colegio —contesté. Sebastián frunció el ceño rápidamente.
—No fue eso lo que pregunté. Pregunté que si te gustaba el vecino —. Me gustaba?.
—Como podría saberlo? —pregunté. Sebas suavizó sus facciones y se sentó frente a mí en la cama. Olía un poco a vino pero era evidente que no había tomado en gran cantidad. No era el momento porque imaginaba su respuesta pero me interesaba saber en donde se metía Sebastián cuando no estaba en la casa.
—Te sientes segura con el?. Crees que podría protegerte a ti y a tus sentimientos?. Podrías amanecer en su hogar todos los días?. Estarías dispuesta a darle una oportunidad sentimentalmente?. Si las respuestas son si, te gusta —comentó luego de hacer un sin número de preguntas las cuales contestaba de la misma manera , si.
—Al parecer si me gusta. Él tomó el castigo en el equipo de pelota por mi, me cuido de un chico en el colegio, me cubrió del frío y tocó el violín para que yo pudiera calmar mi ansiedad. Además de aceptar casarse conmigo para que yo no sufra en manos de algún hombre que quizás no sea genuino conmigo. Si, creo que me gusta —contesté algo satisfecha. Sebas sonrió débil.
—Solo quiero que seas feliz y estés segura —dijo acariciando mi mejilla.
—Estaré bien. Lo importante ahora es hablar con mamá. Al llegar a casa ellos estaban discutiendo. Papá le decía que no quería al bebé, que ya era suficiente con nosotros dos. Que tú habías conectado con el éxito y yo era una fracasada así que, que le deparaba a ese niño ? —. El semblante de Sebastián endureció.
—No eres una fracasada y te pregunto y quiero que seas clara y honesta conmigo. Desde cuando sabes que mamá esta embarazada ?—trague saliva.
—Dos semanas como mucho —contesté. El bajó la cabeza y suspiró.
—Bien descansa. No te preocupes por mamá, mañana hablaré con ella y le tomaré la palabra a él vecino y hablaré con él. Si nos puede ayudar sería mucho más fácil —mencionó poniéndose de pie. —Voy al baño y vuelvo —dijo antes de salir por la puerta. El sueño me alcanzó y pronto cerré los ojos. Al despertar vi a Sebastián a mi lado. Parecía cansado así que no lo levanté. Fui al balcón y vi que el auto de mi padre no estaba. Salí con cuido de la habitación y me dirige a la recámara de mi madre. La vi acurrucada en la cama llorando. Se me estrujó el corazón.
—Mamá —mencioné mientras caminaba hacia ella. Ella no limpió sus lágrimas y no fingió estar bien. Estaba exhausta, ya no tenía fuerzas para nada. Cuando estuve bastante cerca de ella vi que su cara estaba marcada. Lleve mi mano derecha a mi boca sorprendida. —Madre —dije sintiendo como su corazón se rompía. —Te pego, de verdad se atrevió?—pregunté pero ya sabía la respuesta.
—No es nada —dijo colocando sus manos en la cama para sentarse.
—Madre esto tiene que acabar, tienes que divorciarte de él —mi madre cerró los ojos con dificultad.
—Lo haré, pero tengo miedo —dijo abriendo los ojos de nuevo. —El adelantó su vuelo y se fue temprano, aún así no sé cuando vuelva. Pero para ese entonces debo haber acabado el aborto —dijo llorando.
—Madre, eso no sucederá. Tendremos al bebé y será el bebé más lindo y lleno de amor que haya existido. Ya Sebastián lo sabe, tuve que decirle —. Ella me interrumpió.
—No te preocupes —dijo acariciando una de mis mejillas.
—Me casaré con el señor Bennet—dije suave. La mano de mi madre se detuvo y su rostro se volvió más triste.
—Hija tu padre no está pensando en ti, no deberías pensar en el. Si no quieres casarte con el señor Bennet yo te apoyaré y buscaremos la manera de que tu padre no interfiera —dijo suave con voz preocupada. Sonreí débil.
—Madre estoy conociendo a Archie —reí al pensar en algunas cosas que habíamos pasado. —Solemos hablar en el balcón, pertenece al equipo de béisbol en el que estoy cumpliendo mi castigo. Además es hermano de Lluvia —dije haciendo que mi madre retirara su mano.
—De la señorita Galadon ? —comencé a reír.
—Si, ella —contesté. Mi madre sonrió. Había sido una noche loca después de todo.
—Entonces quieres casarte con el señor Bennet?—pregunto con calma.
—Si quiero —contesté. Ya lo había decidido. Y esa misma noche Sebastián leería el contrato y lo filmaría si estaba de acuerdo. No podía dejar que mi padre trazara mi destino. No dejaría que me casara con un hombre al que no conocía.
No fui al colegio ese día, me excuse con Sebastián y el director. Me quedé en casa cuidando a mi madre y entablando con ella una conversación profunda. Estaba decidido, ella se divorciaría de mi padre y yo me casaría con Archie. Reuniríamos todas las evidencias posibles para que el divorcio se diera correctamente sin contratiempos ni excusas. Ella se veía tan tranquila y feliz que me sorprendía. Golpeada y humillada no dejaba de reír.
—Hija —dijo señalando el asiento a su lado. Caminé hasta ella y me senté. Buscó en su teléfono una foto y me la mostró. En ella se veía un señor de unos cuarenta y tantos años. —El es Marcos —dijo sonriendo. —Me gusta y me a aceptado con mi embarazo. Quiero divorciarme para empezar a conocerlo mejor —mencionó dejándome perpleja.
—Madre —dije repentinamente. Si mi padre se enteraba podría matarla.
—Nos conocemos hace dos años. Hice negocios con él y luego seguimos en contacto. Salimos un par de veces pero no a habido nada más que conversaciones debido a mi matrimonio. Es un hombre maravilloso, lleno de vida y salud. Me a demostrado lo que es la paciencia, el amor, el respeto y el apoyo. Es un caballero maduro que busca y ofrece lo que yo necesito —terminó de decir. Me sentí feliz, el aura de mi madre estaba en paz y eso era mucho.
—Te entiendo madre, haremos lo posible porque te divorcies de papá. Tal vez este es tu hombre ideal—ella sonrió y me abrazó. Llegó la tarde y me dispuse a salir para ir a las prácticas. La enorme camisa del equipo ondeaba con el viento provocando cosquillas en mi cuerpo. Gabriel, el chofer de mi madre me dejó frente al colegio. Antes de bajarme vi a Archie junto a Megan caminando para entrar al colegio.
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Del odio al amor hay un balcón o un violín?
Novela JuvenilEla y su familia se mudan a una nueva ciudad. Casa nueva, colegio nuevo, vida nueva y muchos problemas. Descubre que su vecino forma parte del equipo de pelota de su nuevo colegio. Su padre ambicioso quiere casarla para hacer negocios. Pero podrá El...