Capítulo 43 ( Incluso a mi su padre ? )

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—Y esta chica?—preguntó mi padre con escrutinio. Parecía desaprobar que estuviera allí.

—Es el nuevo rostro del producto que pronto lanzará la empresa de mi esposo —sonreí para parecer tranquila y segura. —Se nos mezclaron sin pensarlo las visitas. Pero ella ya se iba —dije mirándolo.

—Que se quede a desayunar —dijo con atrevimiento. Esta no era su casa, como osaba a invitarla a quedarse para desayunar?. Algo tenía en mente y Archie y yo no lo interrumpimos. Nos sentamos en la mesa en espera de que nos sirvieran.

—Y cuéntame querida hija —dijo con desdén. —Porque no eres tú la imagen de este producto? —preguntó con astucia. Sonreí y Mileyni parecía estar disfrutando una victoria. Había venido a seducirlo y no lo logró.

—Padre estoy muy ocupada con mi propia empresa. Pronto lanzaré otra línea de trajes de baño, me toma mucho tiempo. Además el colegio me consume. Ha sido un mes bastante complicado —dije pensando en mi aborto.

—Ajá?—preguntó incrédulo mientras le servían el majestuoso desayuno.

—Mi esposa tuvo un aborto. Aún nos duele —dijo Archie. Mi padre abrió los ojos grandes. Estaba bastante sorprendido.

—Estabas embarazada?—preguntó. Estaba furioso.

—Si —contesté. Mileyni se deleitaba del conflicto que se avecinaba.

—Por qué no me entero de nada en esta familia?. Primero la boda y ahora la pérdida de un niño —. Evidentemente molesto apretó los cubiertos que tenía en las manos.

—No a sido nuestra intención señor Romiu. Ha sido difícil para nosotros y aún nos recuperamos —dijo Archie tomando mi mano mientras me sonreía.

—Tal vez la señora Bennet tenga problemas para tener hijos. Quiero decir para retenerlos —dijo Mileyni.

—Nadie pidió tu opinión —dije mirándola.

—Respeta —me reprendió mi padre. Jamás dejaría que volviera a pisotearme.

—Disculpa?. Esta es mi casa y no permitiré que nadie venga a faltarme el respeto a mí y a mi familia. Mucho menos dentro de mi casa —dije molesta. Mi padre tragó el bocado que tenía en la boca y limpió su boca con una servilleta.

—Archie?—preguntó mi padre para que esté también me reprendiera.

—Lo siento señor Romiu , Ela es la que manda bajo el techo de esta casa —dijo austero. A mi padre no le gustó pero no le quedó de otra que hacer silencio.

—Señorita y será usted también la protagonista de las fotos de la línea de traje baño de mi hija?—preguntó él a Mileyni.

—Jamás —contesté. Él me miró de inmediato. —Estaba pensando en contactar al asistente de la modelo Alyssa Marc, ella tiene un cuerpo bonito. Sería perfecta —dije provocando que mi padre se pusiera tenso. Su garganta se secó y tomó el vaso de agua para beber. Archie se sorprendió. No pensó que fuese tan atrevida como para mencionar el nombre de mi hermana.

—Tal vez esté muy ocupada. Ella es muy famosa en el ámbito de la belleza y el modelaje. Tal vez ni siquiera puedas pagarle para que haga tus fotos —dijo impertinente. Y persistente quedó en mi garganta una sensación de quemazón.

—Señor Romiu creo que se equivoca. En tan solo un mes mi esposa en su empresa a generado el doble de lo que esa modelo puede ganarse en siete meses. Además ella también posee el cuarenta y cinco por ciento de las acciones de mi propia empresa. Créame que podemos pagarle incluso más de lo que pobremente pueda ganar en todo un año. Y si no acepta podría hacer que su carrera como modelo se termine en un abrir y cerrar de ojos. Le conviene que acepte —dijo Archie con desdén. Él sabía cómo hacer sentir miedo a mi padre. Archie tenía más poder del que podíamos imaginar. El no era el tonto vagabundo y drogadicto que pensé que era la primera vez que lo vi.

—Serías capaz de destrozarle la vida a una persona por Ela?—preguntó mi padre con desprecio. Estaban amenazando la carrera de su propia hija. No podía permitirlo.

—A quien sea —contestó.

—Incluso a mí su padre?—preguntó.

—Es de su bien saber —contestó Archie sonriendo malévolamente. El teléfono de mi padre sonó.

—Me disculpan —dijo levantándose de la mesa.

—Terminé. Lamento haberlos molestado, no volverá a suceder. Me retiro —dijo Mileyni pensando en lo peligroso que sería provocar a Archie o mejor dicho a Archivaldo. Era gracioso que pareciera que tuviera doble personalidad. Mileyni se puso de pie para salir e inclinó un poco su cabeza hacia nosotros.

—Jovian por favor despídela en el portón —ordenó el jefe de la casa. —No permitas que tenga ningún contacto con el padre de Ela —. Jovian asintió y siguió a la joven.

—Siento no poder quedarme mucho tiempo. Parto mañana temprano. Reunión importante —dijo mi padre sentándose de nuevo a la mesa. Yo sabía que se iría para hablar con Alyssa. Quería protegerla de Archie. Apostaba a que la aconsejaría y demás.

—No se preocupe señor Romiu, sabe que aquí siempre es bienvenido —dijo Archie educadamente. Mi padre sonrió. Tenía temor de Archie pero aún así no dejaría lo que traía entre manos. Al terminar el desayuno mi padre y Archie hablaron de negocios. Cifras y cosas que solo ellos entendían. El timbre sonó de nuevo y Jovian fue a ver quién era.

—Adelante joven Sebastián —lo escuché decir. Me giré para ver a mi hermano entrar como si conociera a la perfección la casa.

—Sebastián —grite y corrí hasta el. Este sonrió y me devolvió el abrazo.

—Pequeña, cómo estás?—preguntó. Me encogí de hombros.

—Todo a sido raro desde hace dos meses—fruncí los labios. —De echo desde que nos mudamos aquí —contesté.

—Venga todo estará bien —dijo besando mi frente.

—Como está mi cuñado favorito —se escuchó la voz ronca de Archie. Mi padre nuevamente se tensó pensando en si Archie sabía su verdad. En si tenía conocimiento de su otra familia, específicamente mis otros dos hermanos. Estaba desconcertado y confundido. Sebastián comenzó a reír y abrazó a Archie dándole palmaditas en la espalda. Y desde cuando eran tan cercanos?. Sin que ellos lo notaran caminé hasta Jovian.

—Y estos?—pregunté. Jovian tenía cara de que no quería hablar.

—Señora Bennet si no dice nada le cuento —dijo sin mirarme. Asentí.

—Soy una tumba —mencioné.

—Desde que le pidió el divorcio a el señor Archie, él se puso muy triste. Así que el joven Sebastián y el joven Zev venían constantemente. Bebían y comían. Nunca lo dejaron solo —comentó. Mi corazón se estrujó. Que había yo echo mal?.

—Ela, deja a Jovian en paz. Ya tiene suficiente con mima no crees?—dijo Sebastián.

—La señora Bennet no molesta, mima si —dijo Jovian.

Pasamos un agradable medio día cuando recordé el gran partido de pelota. Me encontraba muy cansada y abrumada como para ir a tomar sol y escuchar gritos. Pero los chicos se habían esforzado tanto en las prácticas para ese día que me sentiría mal si no fuera para animarlos. Mientras los pensamientos me consumían Sebastián esperaba mi respuesta.

—Ela, te estoy hablando —refutó.

—Discúlpame estaba pensando en el partido de mañana —contesté.

—Te preguntaba que si ya arreglaste con Zev? —. Negué con la cabeza.

—Su malentendido con Lluvia ya se resolvió, porque el de ustedes no?—preguntó esta vez Archie.

—Es complicado, quizás ustedes no lo entiendan —. Ellos se miraron. Respiré profundo. —Hablaré con él mañana. De seguro va al juego a ver a su cuñado —dije sonriendo.

—Princesa ya me voy—dijo mi padre acercándose a mí. Estaba claro que lo decía con las muelas de atrás. Yo no era su princesa, Alyssa lo era. Me abrazó suave como si no quisiera. Tuve sentimientos encontrados cuando vi su espalda avanzar a la salida. Él había sido la persona más importante en mi vida, fui su admiradora número uno. Él me había mentido, no me amaba.

Del odio al amor hay un balcón o un violín?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora