Capítulo 28

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Deberías de venir más seguido a las carreras - dije mirando los bonitos ojos de Carola.

Créeme que encantaria apoyar a Sergio en todas las carreras, pero los niños necesitan un hogar más estable - dijo Carola viendo como sus hijos jugaban entre ellos.

Claro, me imagino - ver los hijos de Carola únicamente me motivaban más a querer tener unos en un futuro.

Aunque si por ellos fuera estarían siempre con su papá, sobre todo Chequito - dijo Carola y ambas reímos al ver las travesuras de los niños.

Me llevaba de maravilla con Carola aunque casi nunca la veía admiraba muchísimo la dedicación por sus hijos y la bonita relación que tenía con Checo, 100% yo aspiraba a algo así.

Pensé que tú harías la dinámica con ellos - dijo apuntando a Checo y a Max que estaban a lo lejos haciendo dinámicas de marketing con mi tío.

Mi tío no esta muy contento con las fotos mías y de Max que salieron a la luz - dije y respiré hondo - trata de mantenerme alejada.

Creo que salen tiernos en las fotos, la del beso me parece linda - dijo Carola tratando de animarme.

Él no piensa igual - dije apuntando a mi tío.

Carola cambio de tema mostrando compasión y platicaba conmigo alegremente distrayéndome de toda aquella situación con Max, me di cuenta de que Carola era alguien de admirar no solo por toda aquella dedicación familiar si no también por toda la calma que transmitía.

Estas dinámicas me dan mucha risa - dije mirando a los chicos a lo lejos - siempre termina a editándolos como si fueran pareja.

Yo creo que se han dado algún beso - dijo Carola de manera muy seria - te lo juro.

Yo reí al imaginar la situación que realmente no veía tan alejada teniendo en cuenta su forma de llevarse, aunque los besos de Max me pertenecían a mi.

De sorpresa un Max realmente enojado venía dando grandes zancadas hacia mi y al estar cerca unió su boca con la mía asegurándose de que mi tío nos viera.

Vámonos - exigió tomándome de la mano y llevándome fuera del lugar.

¿Que pasa? - pregunté pero no hubo respuesta - Aún faltan otras dos dinámicas y entrevistas.

Que se jodan las entrevistas, las dinámicas y con todo respeto tu tío - dijo y me abrió la puerta de su auto. - Le voy a dejar bien claro a tu tío que no importa cuánto amenace con mi contrato no va a ser suficiente para alejarte de mi. ¡Hasta quiso meter a Checo en todo este lío!

¿A Checo? - pregunté sin entender nada y con un Max manejando muy alterado.

Si, pero checo no dijo nada, dijo que no tenía nada que ver con el o con la escudería - dijo he hizo una pausa para respirar - Checo dijo únicamente lo correcto, quien se esta poniendo pesado es Cristhian.

Ya déjalo Max - dije tocando su pierna con mi mano, Max bajo más la velocidad hasta orillarse.

Quiero que todo el mundo sepa que eres mía - dijo.

Max quitó su cinturón de seguridad y de un solo movimiento hizo mi haciendo para atrás para después abalanzarse sobre mí y unir en un beso apaciguando nuestras bocas mientras una mano de Max tomaba mi cuello la otra bajaba por todo mi cuerpo.

Con la mano que recorría mi cuerpo me subió el vestido dejando mis pechos al descubierto y sin pensarlo dos veces la boca se Max los ataco, mientras sus labios y su lengua marcaban mis pechos y mi cuello bajo su otra mano a mi intimidad.

Saca la cartera de mi pantalón - ordeno y yo obedecí. - ábrela, ahí traigo un condón.

¿Lo haremos aquí? - pregunto recordando que estábamos en vía pública, no tan transitada pero no dejaba de ser vía pública.

¿Te da miedo bonita? - pregunto mirándome fijamente a los ojos y como respuesta emití un gemido.

Max atacó mi boca con la de él mientras que con un movimiento ágil desabrochó su pantalón y sacó su miembro, recorrió un poco mi ropa interior y de una embestida metió su miembro en mi.

No hay nada mejor que escucharte gemir mi nombre - dijo ante el gemido que había salido de mi cuando su miento entro.

Me encantaba ver a Max descolocado, su cabello revuelto, su mirada que gritaba lujuria y su olor.

Mis gemidos se escuchaban a través de la carretera y cada rose proveniente de Max me hacía temblar, cada dura embestida, amaba que no fuera amable en este contexto.

Fueron duros minutos hasta que mis piernas temblaron y Max y yo nos corrimos soltando un gemido que para mis oídos eran más como una pieza musical.

El brillo en tus ojos | Max Verstappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora