Capitulo 36

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Tú no tendrías porque pedirle disculpas al idiota ese - espeto Carola mientras esperábamos a que iniciara la carrera. - no es tu culpa que el desde el principio Max no halla dejado las cosas claras.

No ha llegado Max, eso es raro - dije mirando a mi alrededor.

Tara ¿No escuchaste nada de lo que te dije esta última media hora? - dijo Carola molesta.

Lo siento - admití cabizbaja.

Eres un puto idiota - Escuche la ronca voz de Max gritando mientras yo volteaba por todos lados para ver de dónde provenía el grito.

Puto idiota tú, por qué no la dejas de una vez en paz - dijo la voz de Carlos - tú fuiste quien hizo que me necesitara.

Cállate - gritó Max.

Me acerqué y vi a un Sainz sangrando de la nariz y un Max con un morete en el ojo.

Tara es una chica grande, ella quería un poco de diversión y quien era yo para negársela - dijo Sainz de nuevo y ahora algunas miradas se posaban en mi.

Trágame tierra y escúpeme en Miami con un montón de modelos guapos.

Si la vuelves a tocar te mato - dijo Max agarrándolo de la camisa.

Sainz borró su sonrisa y empujó a Max para que lo soltara.

Tara me buscara si ella lo necesita, ni tú ni yo podemos detener eso - dijo Sainz.

Max volteó y al verme abrió los ojos de golpe y Sainz le siguió la mirada. Comenzó a caminar dando largas zancadas y escuché a ambos maldiciéndose entre sí mientras caminaban tras de mí.

¿Qué putas madres les pasa? - pregunté muy enojada. - ¿Tenías que llevar esto a los golpes Max?

¿Por qué asumes que empecé yo? - preguntó ofendido.

Y yo solo miré con obviedad a Max.

Porque eres un animal - agregó Sainz.

Animal tu pu - Gritó Max levantando el puño pero Carola intervino.

¿Quieres que llame a seguridad? - preguntó Carola tratando de ayudar.

Está bien - dije con la voz temblorosa - puedo manejarlo.

Max se puso serio y se limpió un poco de sangre que le escurría del labio. - Lo siento Tara pero Carlos

Vas a seguir culpándome por todos tus errores - interrumpió Carlos.

¡Basta! - grité.

Ambos chicos se quedaron callados ante mi explosión y yo aproveché para tomar un profundo aliento.

Tú no puedes resolverlo todo con violencia - le dije a Max.

Lo siento Carlos - dije dirigiéndome hacia el español - No tendrías porque estar metido en todo esto.

Deja de defenderlo maldita sea - gritó Max.

No lo defiendo Max, el no hizo nada malo - trate de explicar. - El problema aquí somos tú y yo y agradecería que no golpearas a nadie más en lo que lo arreglamos.

Le hice una mirada a Carlos para que se alejara pacíficamente, el dudo un poco pero accedió no sin antes darle una escaneada a Max y una mirada de advertencia.

No tienes que lidiar con esto aquí - dijo Carola sugiriendo que nos fuéramos.

No, tengo que hablar con Max, a solas - Carola comprendió y se alejó lentamente.

El brillo en tus ojos | Max Verstappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora