Capitulo 22

873 51 0
                                    

¿Ya hiciste tus maletas? - pregunto Max mientras regresábamos del gp de Barcelona.

Ya ¿Tu? - pregunté mientras le intentaba meter el pie para que tropezara.

No ¿Me ayudas? - pregunto y yo accedí.

Ambos nos dirigimos a su cuarto de habitación, me sorprendí un poco todo estaba perfectamente ordenado, la ropa limpia doblada de un lado y la sucia de de otro lado, los zapatos perfectamente acomodados, su desodorante, perfume, gel, cremas alineados en el tocador del baño.

Increíble - dije anonadada.

¿Que pasa? - pregunto con una sonrisa.

Esto está más ordenado que cualquier cuarto que haya visto - dije inspeccionado todo.

Inmediatamente recordé el cuarto de mi tío, con zapatos y ropa tirados por todo el cuarto, el cuarto de Checo con los uniformes hechos bola en una esquina de su habitación, en mi propio cuarto con todas mis cremitas distribuidas y mal organizadas.

Aveces soy un maniático del control - dijo y yo reí ante algo que ya había notado medianamente.

¿Que es eso? - dije apuntando a un portafolio que estaba en un sillón.

Max dudo unos segundos y luego se acercó al portafolio, se dirigió a la cama y dejo caer las cosas del portafolio en esta.

Vi unas cuantas fotos de Max, cartas, pulseritas, Max empezó a acomodar todo en la cama, vi fotos de Max desde que estaba pequeño hasta su último campeonato del 2023, fotos con checo y con mi tío.

Es un recordatorio - dijo - como empecé y como estoy ahorita, como la gente que me rodea influye en mis campeonatos.

Me dio ternura ver cómo estas fotos motivaban a Max a seguir siendo campeón.

Las cosas que me dan la gente que me apoya - dijo apuntando a cientos de cartas de fans y frienship brasaletes.

Organizas hasta tus motivaciones - dije riendo.

Ambos nos sentamos en la cama y empezamos a ordenar todo de nuevo en el portafolio mientras me contaba la historia de tras de cada foto, de cada carta y de cada pulserita.

¿Y tú? ¿Tiene algo así? - pregunto.

Pues así de organizado no, pero tengo una cajita de recuerdos por algún lado de mi casa - dije riendo. - hay que empezar a empacar.

Pusimos la ropa perfectamente doblada en la maleta, separando la limpia de la sucia, los tenis, dejando solo lo que se pondría el día de mañana.

Gracias por ayudarme - dijo Max - es más divertido si estás aquí.

Me gusta estar contigo - dijo sintiendo como mis mejillas de ponían coloradas.

Tengo algo preparado para despedirnos de Barcelona como debe de ser - dijo con una semblante sonriente - paso a las 7 a tu habitación, solo vente cómoda.

El tiempo se me hacía eterno, cada segundo parecía una hora, eran las 6:50 voltee con ansias a la puerta y vi una silueta paseándose de un lado a otro.

¿Cuánto tiempo llevas dando vueltas fuera de mi puerta? - pregunté riendo mientras abría la puerta.

Max se detuvo en seco y se rasco la nuca - unos 10 minutos, no me culpes, estoy nervioso.

Reí y salí hombro a hombro con Max, me llevo a un pequeño restaurante por una calle no muy transitada, tenía reservada una mesa en la terraza para ambos.

Me alegra haberte encontrado en este trabajo tan competitivo - dijo sonriendo.

A mí también - dije genuinamente.

La cena estuvo riquísima pero la conversación siempre es otro nivel con Max, nunca me había sentido tan conectada, ni siquiera con Alex y yo juraba que tenía una conexión con el, me conformaba con muy poco.

Salimos del restaurante y empezamos camino hacia el hotel, caminando queda cerca.

Caminábamos bajo las estrellas alumbrados por algunos faroles en completa tranquilidad.

Pero mi corazón se paró al sentir la mano de Max tomar la mía, me pare en seco y max me imitó.

¿Te molesta? - pregunto mientras veía como su mano rodeaba la mía.

Para nada - dije sonriendo - pero y si nos ve algún camarógrafo.

Que se jodan - dijo Max y yo reí.

Ambos caminando sintiendo la briza y mi corazón palpitar hasta llegar al hotel.

El brillo en tus ojos | Max Verstappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora