Luminaria negra

Capítulo 66: ML: Tug of War I

Tug de guerra: ¡comienza!

Harry tropezó a través de los acogedores pasillos del castillo como un hombre que buscaba refugio del destino mismo, luchando por poner un pie delante del otro. Con un suspiro, cerró los ojos, descansando la espalda contra la pared más cercana. Su cabeza estaba en llamas, un infierno de pensamientos turbulentos, pero al menos el castillo era fresco y tranquilo – especialmente ahora que la gran mayoría de su población estaba en Hogsmeade. Dementores, Azkaban; muerte y demencia – se alegró de disfrutar de unos momentos de tranquilidad sin crisis existencial, tan efímeros como el respiro comúnmente resultó ser en Hogwarts.

'Hola, tú.'

Extremadamente de corta duración.

Harry forzó a sus músculos cansados a obedecer. Quería acostarse y tomar una siesta ya, preferiblemente no en alguna costa arenosa en el medio del Mar del Norte con vientos punzantes que desgarran sus túnicas de hilo desnudo y el rocío de las olas que lo golpean en la cara cada otro momento. Era una señal de lo cansado que estaba que no había notado que nadie se acercaba, incluso si este alguien en particular era difícil de notar en el mejor de los casos. Amy, al acecho en las sombras de un pasillo a la parte abandonada de las mazmorras, lo miró atentamente – como si cada detalle, cada impulso era una pista para resolver algún enigma pesado.

'Oh, oye', dijo Harry con un intento verdaderamente de corazón de león de sonar casual. 'No en Hogsmeade?'

Ella no dignificó esto con una respuesta. 'Pareces una mierda', dijo en su lugar.

Harry levantó fríamente una ceja.

Amy se apartó de la pared y asintió con la cabeza. 'Tus ojos están hinchados, eres tan pálido como la arcilla, tus túnicas parecen algo que le daría a Daphne un ataque al corazón ... y se necesita un tipo especial de distracción para pasear descalzo cuando la nieve se acumula en los pasillos. Y es esa arena en los dedos de los pies?'

Harry siguió su mirada hacia sus pies. 'Oh, sí. Olvidé.'

Ella levantó una ceja inquisitiva. 'Qué estás haciendo?'

Harry dudó, pero solo por un momento. 'A qué te refieres ... específicamente?'

Amy sonrió, relajándose un poco. 'Siempre puedes comenzar con lo obvio y confesar dónde estabas anoche. Por otra parte, no es asunto mío. Lo que realmente quiero saber, supongo,' ella produjo un periódico arrugado de algún lugar dentro de sus túnicas, '¡es lo que en el nombre de Morgana se supone que es!'

Harry tomó el periódico, escaneando los titulares. 'El abuelo es increíble!'

'Sabes que no es de lo que estoy hablando.'

'Lo sé, lo sé.' Harry suspiró, devolviéndole el papel. 'Escucha, es complicado. Sé que parece estúpido, pero sé lo que estoy haciendo. Probablemente.'

'Así que no lo estás negando? ¿El aprendizaje ceremonial? Sabes lo que eso significa, ¿verdad? No necesitas que te recuerde, ¿verdad, que ella podría ordenarte como un elfo doméstico antes de casarte con la siguiente mejor puta de sangre de barro de los barrios marginales?'

'No lo estoy negando, no', dijo cuidadosamente.

Amy siempre había tenido la rara y ligeramente inquietante capacidad de permanecer completamente inmóvil durante varios segundos. Cuando era niño, lo había asustado. Incluso ahora, Harry pensó que era desconcertante cómo ella ni siquiera parecía estar respirando mientras esos ojos grises seguían perforándolo, nunca regalando nada.

Después de unos momentos, asintió, contenta con lo que había visto. 'Está bien. Pensé que no serías tan inefablemente tonto.'

'Bueno', dijo Harry con una sonrisa, 'considerando cómo no acepté convertirme en tu lacayo cuando tenía siete años ...'