Capítulo 7

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Amy yacía inconsciente en el sofá, mientras Sonic la cuidaba con preocupación. Shadow se acercó, observando a su amiga con inquietud. Tails revisó la temperatura de Amy, frunciendo el ceño.

- No entiendo por qué se desmayó

Knuckles cruzó sus brazos, pensativo.

- De hecho, hoy se comportó como una loca.

- Quizás está cansada. - sugirió Sonic.

Sin embargo, Shadow sabía que algo no estaba bien. Recordó cómo Amy se había quedado en medio de la nada, como un zombie. Era raro.

- Creo que algo no está bien en Amy. - dijo Shadow.

La conversación se intensificó cuando Tails sugirió que podrían haber diversos motivos para el desmayo de Amy. Knuckles intervino, pidiendo que no sacaran conclusiones apresuradas.

Mientras tanto, Sonic se acercó a Amy, acariciando su cabello con suavidad. Pero fue interrumpido por una llamada misteriosa.

- ¿Quién eres? - preguntó Sonic.

- Deberías ver la televisión. - respondió la voz al otro lado de la línea, con un tono críptico.

- ¿Qué quieres decir? - insistió Sonic.

La línea se cortó abruptamente, dejando a Sonic con más preguntas que respuestas.

Sonic se levantó, sintiendo una sensación de inquietud, y siguió a Tails hacia la televisión. La presentadora hablaba con seriedad:

- Se reporta a Sonic The Hedgehog como sospechoso de la desaparición de Sally.

Los chicos se quedaron atónitos. ¿Cómo probarían que Sonic era inocente?

Después de escuchar la acusación, Knuckles se levantó de su silla, su rostro enrojecido por la ira.

- ¡Eso es una mentira! - exclamó. - Sonic nunca haría algo así.

Tails se acercó a Shadow, susurrando.

- Tenemos que investigar esto. No podemos dejar que Sonic sea acusado injustamente.

Shadow asintió, su mirada intensa fija en la televisión.

Mientras tanto, Amy comenzó a revolver en el sofá, sus ojos cerrados.

- Sonic... no. - murmuró. - No puedo creer que hayas hecho eso.

Amy se sentó en el sofá, aún confundida.

- ¿Qué pasó? - preguntó de nuevo.

Sonic se sentó a su lado, tomándole la mano.

- No te preocupes, Amy. Todo va a estar bien.

Pero Amy se soltó la mano.

Mi querido demonio | SonamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora