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"— Los demonios tenían como enemigo natural a dos seres contrarios a su naturaleza, Al. ¿Puedes saber cuáles son?"

La voz de Rosie se escuchó en el fondo de su sueño, oía la emoción en su voz. Relatando las peleas sanguinarias que ocurrían en la trama, sacrificios humanos que atraían a los demonios a trampas suicidas. ¿Por qué ella estaba en sus sueños? Pensó, nunca antes había soñado con ella de esa forma tan directamente. La mayoría de veces terminaba en un lugar vacío, oscuro, viendo eventos ficticios que no eran razonables para él. Pero... ¿Cuál había sido su respuesta a esa pregunta inocente? Alastor la recuerda, sabe que se esconde en alguna parte de su cerebro... Se encontraba buscando algo ilógico para él...

"— ¿Humanos, ángeles, cazadores?"

Ella había sonreído tranquilamente, buscando una página en especial en su libro. Encontrando rápidamente y se lo señaló con el dedo índice, un párrafo marcado con un color verde menta. Rosie sonreía tan pacíficamente, viendo sus ojos y esperando sus reacciones.

¿Qué es lo que ella había dicho?

... Una voz suave susurraba en su subconsciente, como un par de caricias que le daban paz y tranquilidad en su sueño reparador.

"— Los ángeles no se involucran con demonios, ellos no se presentan en toda la trama. — ella cerró el libro, anotando en una libreta dos palabras que él había mencionado antes — Humanos y cazadores, los humanos son su fuente de alimento. Los cazadores son quienes se encargan de darle fin a sus vidas para apaciguar el miedo en los humanos."

Tenía muchas preguntas, pero ninguna se formulaba de la forma en que quería... Después de todo, sigue dormido.

▪️▪️▪️

Alastor había comenzado a abrir los ojos con dificultad por el exceso de iluminación. Su cuerpo estaba entumecido por la posición fetal en la que había estado dormido, al parecer, desde un par de horas. Su nariz percibió el aroma a roble a su alrededor y comenzó a olisquear, como un cachorro en busca de su madre.

"Mala comparación." pensó mientras arrugaba la nariz.

— ¿Majestad? — estiró la mano, apretando sus vestiduras oscuras.

Atrayendo su atención de esa forma.

— ¿Despertaste, Bambi?

La voz aterciopelada con la que lo había llamado, se sintió como una caricia en el alma. ¿No es raro? Hace poco huyó de él, pensando en que quería comérselo. Y aunque aún existe la duda, se permitirá confiar solamente un poco en él. Miró a su alrededor, intentando ponerse de pie, cayendo vergonzosamente sobre sus rodillas otra vez.

Lucifer miraba con diversión su intento por ponerse de pie.

Hasta que su mirada se detuvo sobre las mechas rojas en su cabeza, observando como algo peludo se movía con lentitud. Lucifer esbozó una sonrisa en sus labios, viendo un nuevo y adorable fenómeno.

Jum... sus orejas están erguidas.

— ¿Dónde estamos? — Alastor levantó la mirada, viendo el sonrojo en las mejillas del soberano.

Lucifer miró al ciervo al instante en que habló, miró detrás de él y dejó que viera una aldea en ruinas. Calcinada por lo que pensó, era fuego.

— Está es una antigua aldea humana. — señaló un par de cosas negras similares a unas rocas — Y lo que ves aquí son sus cuerpos, es una lastima que no hayan servido para abonar la tierra de la que comen.

Alastor miraba al rubio, caminar de un lado a otro pero sin alejarse de él a una gran distancia. Simplemente parecía bailar en medio de la suciedad y el caos, el viento movía su cabello extrañamente peinado perfectamente y hacía que su capa negra se moviera al son de sus movimientos. Sus manos hacían señales elegantes, agraciadas, como las mujeres de la era moderna que presumían sus excelentes manos y uñas.

Epifanía. [RadioApple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora