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— ¿Puedo saber que desean en nuestro territorio?

Alastor había enviado al rey detrás de él, haciendo que sus sombras hicieran un círculo alrededor del soberano por si sucedía algún ataque en su contra. Cosa que cautivo al rey ya que le pareció sumamente adorable, no todos los días ve al niño que le costó criar querer protegerlo.

Es una situación espléndida.

Estaba a punto de soltar un suspiro de admiración. Pero su momento fue arruinado con un inesperado carraspeó que logró ponerlo de muy mal humor, Lucifer miró de soslayo al tipo que tuvo el descaro de interrumpir.

— Soy Azrael Magne, majestad. — se bajó del caballo y se acercó a él, claro, a una distancia prudente para no hacer que el híbrido saltará sobre su cuello.

Lucifer chasqueó la lengua.

Qué horrible situación.

— Mi mascota te hizo una pregunta.

Tocó el hombro del pelirrojo, viendo cómo su expresión se distorsionaba

Alastor. — ...

"Creo que esperar una presentación digna fue demasiado, sabiendo que él es un rey." Sus orejas se bajaron cuando el soberano se alejó de él.

Azrael frunció el ceño.

Observando la interacción del rey y el híbrido pelirrojo, vio la expresión decepcionada del ciervo y comenzó a unir los cabos... Abrió los ojos cuando vio el vientre del rey, casi se ahoga con su propia saliva.

— L-lamento haber ignorado al concubino del rey.

Alastor. — ...

"Un completo desconocido me dió un lugar, wow, que honor." pensó con sarcasmo mientras volteaba los ojos.

Lucifer frunció el ceño.

— ¿Concubino? ¿Qué clase de ofensa es? Es mi esposo, chico. — pasó su brazo por la cintura del menor — Solo yo puedo darle nombres. ¿Comprendes?

Alastor. — ...

"¿Por qué tanto cambio en su argumento?" Alzó una ceja, sonriendo mientras sentía calor en sus mejillas.

Azrael. — ... Comprendo, su majestad.

Azrael observó tranquilamente como otros dos demonios se unían al grupo detrás del rey, siendo el ciervo el más valiente para pararse delante del soberano. ¿Quizás para proteger el vientre del rey? Debía admitir que ver a un hombre en ese estado es bastante asombroso, nunca pensó que tendría la oportunidad, a menos que fuera siquiera posible.

Sus pensamientos son bastante obvios.

El rey se siente como un fenómeno. ¡Todos están viendo su vientre en vez de su cara! Comenzó a gruñir cuando Alastor acarició su vientre.

— ¿Puede responderme? — Alastor volvió a llamar la atención.

Azrael asintió, con una sonrisa divertida. Era guapo ese tal híbrido, debía admitir. El rey tampoco estaba mal, pero si no fuera por su vientre estaría casi seguro de follar con los dos. Pero es una lastima que su plan no saliera bien.

Mierda.

Lucifer esbozó una tenue sonrisa, recuperando la faceta de los primeros días.

— Hacer esperar a alguien es de mala educación.

Alastor se sobresaltó cuando escuchó el cambio de voz del rey.

— ¿Qué? — dijo Azrael.

— ¿Por qué simplemente no son ustedes quienes hablan?

Epifanía. [RadioApple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora