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— Antes de empezar, tengo una pregunta. — Alastor dijo con una sonrisa simple, viendo al azabache mientras veía a la bebé en sus brazos — ¿Por qué no me dejas leer lo que hay en la biblioteca? ¿Acaso de verdad sabes más que los libros aquí? — entrecerró los ojos cuando vio al cazador reír con ironía mientras negaba — ¿Por qué debería creer en tus palabras?

Aunque tenía buenos argumentos, su desconfianza hacía la conversación menos agradable para ambos. Pero estaba equivocado si pensaba que Alastor iba a ser agradable con él, el ciervo no olvida ni perdona fácilmente.

— Puedo dar certeza de mis palabras, incluso si preguntas al rey sobre mis "historias de dudosa procedencia" te darás cuenta de la credibilidad de lo que hasta ahora te he venido diciendo.

Alastor frunció el ceño.

"Habla educadamente solo para dejarme en ridículo." Ladeó el rostro, el flequillo de su cabello cubrió sus ojos y estos brillaron en un tenue verde neón.

Y con una sutil sonrisa burlona, miró al cazador de arriba a abajo mientras se encogía de hombros.

— Tomaré en cuenta tu consejo, pero creo que no será tan necesario como creés. — se recostó en la silla, viendo al otro — Confío en el criterio de mí señor, especialmente porque no dejaría a cualquiera a su lado.

— ...

Azrael bufó por lo bajo mientras veía hacia otro lado.

— Eres un maldito, sabes hacer que mis provocaciones sean inútiles. — se cruzó de brazos — En fin, no dejaré que leas los libros de esta biblioteca de porquería. — señaló los libros a su espalda con desdén y obvio desprecio — Todo lo que hay en esos libros amarillentos de mierda son puras mentiras.

"..."

Apretó la mandíbula completamente molesto... ¡Lo otro que no tolera es que digan que los libros son basura!

— Antes de que saltes a mi como un toro, Bambi. — sonrió al ver la mueca de descontento del mencionado — Déjame decirte que el contenido de estos libros ha sido modificado a lo largo de los años, tanto, que lo que pintan e ilustran en sus hojas son tragedias invertidas.

— ¿Y porque lo que digas tendría que ser verdad?— miró a los ojos al cazador — También puedes mentirme ahora, o acaso ¿Se te olvida que eres de su misma especie?

Azrael. — ... Eres un maldito. — dijo entre dientes — Pero eres un demonio así que, no espero comprensión de tí.

El azabache suspiró, comenzando a sentirse cansado.

— Lo único que tienes que saber de mí, es que no soy un cazador de sangre pura. — su mirada se volvió sombría de pronto — Y tengo buenos fundamentos para decirlo, que todo lo que está a nuestro alrededor es una mentira linda que vas a creer y harás un dramón horrible que empeorará mi trabajo. ¿Entiendes? Aparte de que quiero aliviar todo el trabajo que tú rey tiene sobre los hombros, porque ahora no solo se preocupa por despertar a su bello durmiente que tiene una personalidad de mierda. — hizo puntapié en lo último — Bienvenido al nuevo mundo, Bambi. Ya no eres un ciervo bebé que salió de la placenta hace dos meses, han pasado dos putos años desde que nos vimos y muchas cosas cambiaron. Ahora, el deber de Lucifer es velar por esa cosita linda y aterradora que tienes en brazos y por tí.

— ...

Sus ojos se abrieron levemente al verlo tan serio.

"Parece que algo ha estado sucediendo mientras no estuve consciente." Miró con una sonrisa ladina al otro. "Tiene lo que pido, quizás deba volverme voluble con él solamente por información." Relajó sus hombros y miró con gracia al cazador.

Epifanía. [RadioApple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora