Too Sweet (Mattheo Riddle, T.R)

Capítulo 48

Tom estaba más pálido de lo normal, mientras que Mattheo sonreía burlon.

– Estas segura? – Pregunto dudoso

El Riddle fue a despedirse en el anden junto a nagini, ambos con un glamour.

– Muy segura. – Respondió tranquila Cassiopeia. – Nos tenemos que ir ya, cuídate. – Beso los labios de Tom y salió allí junto a Theo.

– Cuídate. – Pronunció divertido el azabache.

Pudieron ver a Lucius, Narcissa y Draco junto al gran tren escarlata este último desvío su mirada de Cassiopeia.

– Hija! – Los grandes brazos del hombre al rodearon fuertemente, beso su cabeza con ternura para luego romper el abrazo. – Si necesitas algo envia una lechuza de acuerdo? – Cassiopeia asintió curiosa.

– Cariño.. – Sus ojos se posaron en Narcissa. – Te amo, mamá y papá te aman mucho, nunca lo olvides de acuerdo? – Murmuró melancólica.

Oh.. de eso se trataba..

– Yo tambien los amo, incluso a Draco quien me estuvo ignorando durante la ultima semana de vacaciones. – Dijo dulcemente. – El rubio se digno a mirarla luego de unos minutos.

– No te preocupes, no volvere a ignorarte. –

Mattheo Inclino su cabeza lentamente, no le gusto la manera de que Draco miraba a su hermana.

Se despidieron una última vez para partir a Hogwarts, volverían con Umbridge y eso de alguna manera emocionaba a ambos gemelos.

– Adiós! – saludo animadamente la rubia antes de subir al tren.

– Guerra!? – Pregunto emocionado Blaise.

Pansy la miraba con un brillo en sus ojos, Theodore ya se lo venía venir, mientras que Draco clavaba su mirada grisacea en Mattheo.

– Sip! Ya estoy en eso, solo necesito saber si están de mi lado.. – La magia de Cassiopeia inundó la habitación haciendo que más de uno cayera arrodillado. – O si están en mi contra.. –  Dijo clavando su mirada en cada serpiente.

– Majestades, siempre estaremos a su servicios. – Murmuró tranquilamente un chico de séptimo, cada estudiante asintió de acuerdo a lo dicho por el castaño.

– Que lastima.. – Murmuró Mattheo sacando el humo de sus pulmones. – Realmente quería lanzarle un crucio a alguien. –

La puerta de la gran sala común se abrió, Severus al verlos reunidos ños miro extrañado para luego agitar su cabeza frenéticamente, necesitaba corroborar algo.

– Cass! –

Ante la voz, la chica sonrio emocionada como una niña esperando un dulce.

– Padrino! Que bueno que estas aquí.. – Exclamó feliz.

– Tenemos que hablar. – Pidió dulcemente.

La chica parpadeó confundida.

– Oh bueno.. puedes hablar aquí, lo que pasa en la sala común se queda en la sala común. – Murmuró tranquilamente.

El hombre tocó su antebrazo nervioso, tomo aire para luego soltarlo.

– Azkaban fue atacado. – Dijo de repente. – Miles de mortifagos fieles al señor oscuro han escapado el día de hoy, todavía no se ha publicado nada al respecto pero lo más seguro es que salga mañana en el profeta. Por eso- –

Se detuvo al ver la sonrisa angelical de su ahijada, Mattheo se levantó del sillón para caminar hasta el lado de la rubia, mirando fríamente a Severus, listo para atacarlo si así lo ordenaba la chica.