Capítulo 44

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Ambos hermanos parecían confiados ante toda la MACUSA, habían alrededor de unos trescientos o cuatrocientos aurores y cazadores.

Cassiopeia usando su magia elemental inmovilizaba y torturaba sin piedad
mientras que Mattheo los incineraba sin esfuerzo.

De vez en cuando usaban métodos no mágicos, sacaban a relucir las maniobras aprendidas en Durmstrang, el arte de las dagas y defensa personal.

La chica traía varios cortes en su cuerpo, sangre goteaba de su rostro, también de su palma, pero la herida más notable estaba en su pierna, su hermano quien solo tenía leves cortes miraba como su gemela en cualquier momento colapsaria.

– Cass, vamonos ya tenemos lo que necesitas. – Si bien el azabache tenia razón, ninguno de los dos realmente quería irse.

Tanto Mattheo como Cassiopeia estaban disfrutando de toda la adrenalina, disfrutaban de dañar a personas más la rubia que el de ojos azules.

El jefe de aurores estaba nervioso ante las dos figuras frente a él, no sabía que buscaban, tampoco el por qué atacaban.

Solo sabía que más de cien de sus mejores hombres estaban muertos, y que ni los cuatrocientos restantes le daban realmente pelea a esos dos monstruos..

Pero debía de enfrentarlos, debía de proteger el ministerio.

Incluso si aquello lo llevaba a su muerte.

Como si Fate lo iluminara vio una abertura en la defensa de la chica y no dudo en atacar.

Polaris quien estaba divirtiéndose con los gritos de puro sufrimiento, no se dio cuenta cuando su defensa bajo.

Un hechizo la golpeo aturdiendola, cayó al suelo por la gran herida de su muslo.

Mattheo al ver su rostro pálido y apunto de cerrarse, sintió su corazón  latir con rapidez, una creciente ansiedad invadió su cuerpo, su respiración comenzó hacer errática, sintió como su estómago se revolvia y miles de pensamientos asaltaron su cabeza.

Su magia se salió de control mientras que un gran campo de magia envolvia a Cassiopeia los demás no corrieron con la misma suerte..

Más de uno cayó al suelo ante la sofocante magia del chico, algunos tomaron su cuello en busca de aire,  otros por la fuerte presión ejercida cayeron inertes.

Una minoria bajo el hechizo imperius apunto a su propia cabeza haciendola estallar.

Sin importar lo que su magia hacia en ese momento, los ojos de Mattheo se enfocaron en el ministro de Magia.

El hombre aterrado y horrorizado trato de correr cayendo patéticamente al suelo.

– Mataré a toda tu familia y te lo haré presenciar.. – Murmuró sin emoción alguna el chico. – Así que, esperalo bastardo. –

Con un simple hechizo para dormir, el castaño cayó al suelo.

Al verlo inmóvil Mattheo giro su cuerpo corriendo hacia la pequeña figura de Cassiopeia.

La chica se veía débil, pálida como un muerto.. y eso solo lo aterrorizo aun más.

Abrazo su cuerpo desesperado y tomando el collar de la chica pensó en el único lugar que creyó encontrar ayuda.

Grimmauld Place..

Al aterrizar, trato de pensar en un plan, pero como si su mente le hugara en contra solo atino a mirar fijamente a Cassiopeia.

– Ama..! –

Ante el grito dio un brinco saliendo del shock.

– Haz algo. – Murmuró en un hilo de voz. – Haz algo Kreacher, haz cualquier cosa pero tiene que despertar. –

Too Sweet (Mattheo Riddle, T.R) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora