Capítulo 71

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Cassiopeia junto a su hermano caminaban entre los cuerpos caídos de los opositores, la rubia parecía deleitada ante la vista frente a ella.

Pudo distiguir la cabellera rubia de Draco peleando mano a mano junto a Harry y Ginny, por otro lado vio a Blaise y Ron.

Theo, Daphne y los gemelos Weasley parecían tener las cosas resueltas contra el gran grupo de aurores.

Hermione traía su cabello recogido, sangre fresca en sus rostro, la castaña estaba junto a Pansy, ambas guiadas sorpresivamente por Bellatrix y Cissy quienes habían sacado a lucir las enseñanzas de los Black.

Un hechizo rozó el rostro de Cassiopeia y al levantar la vista, pudo ver el semblante contorsionado de la profesora Mcgonagall.

La mujer Lucía agitada con restos de lágrimas en sus mejillas, su mano temblaba levemente pero podía verse que tan fuerte estaba agarrada su varita.

- Tu.. donde esta Dumbledore.. - Pronunció mortalmente, su voz quebrada hizo a Cassiopeia sonreír con diversión.

- Un placer verla profesora Mcgonagall.. veo que me estuvo buscando.. - musito entre pequeñas risas enojando aun más a la mujer. - respondiendo a su pregunta. Albus esta.. como decirlo? Oh Si, muerto. -
Al ver como la bruja volvió a levantar su varita, sonrio con morbosidad. - Esta segura? Realmente quiere tener un duelo conmigo? -

- Saca tu varita, vengare al hombre más noble que conocí. -

Cassiopeia dejo escapar una carcajada maliciosa.

- Noble? Realmente hablas de Dumbledore? Lo único que era ese hombre era un asesino. -

- Tu también lo eres.. mira a tu alrededor. -

Obedeciendo la chica miro a su alrededor, podía ver diferentes duelo desatandose a lo largo del castillo, cuerpos mutilados, estudiantes enfretandose unos a otros, incluso a Aurores gritando por clemencia.

- Hmm.. si. Es una digna obra de arte. -

Mcgonagall la miro incrédula, sus ojos se abrieron horrorizados ante la respuesta que le dio la chica.

- Q-Que has dicho..? - tartamudeo con temor en su voz.

La rubia Inclino su cabeza suavemente chocando sus ojos rosas con aquellos azules que destilaban temor.

- Dije, que es una digna obra de arte. - Murmuró con una sonrisa dulce, sus voz no destilaba alguna pizca de arrepentimiento, incluso parecía disfrutar el semblante de la mujer frente a ella. - Entonces.. comenzarás a atacarme? - Pregunto burlona.

Mcgonagall se recompuso como pudo, y luego de unos segundos el duelo dio inicio..

Habían maldiciones volando por todo el gran salón, Cassiopeia desviaba cada hechizo sin esfuerzo, era divertido ver como su amaba profesora luchaba por seguirle el ritmo. El pobre cuerpo se tambaleaba de un lado a otro dejando en evidencia su edad y cansancio físico. Para cuando la respiración de la mujer se hizo aún más agitada, Cassiopeia decidió parar.

- Como.. como es que no te cansas..? - Quiso saber, Polaris se veía espléndida sin un signo de cansancio, ni una gota de sudor en su frente y sobre todo con una maldita sonrisa tirando de sus labios.

- No te has dado cuenta? - Susurro mientras caminaba elegantemente alrededor de la mujer quien trataba de recobrar el aire. Mcgonagall levantó su cabeza visiblemente confundida ante la pregunta. - Desvie todos tus hechizos, pero no ataque.. - Minerva parpadeó al darse cuenta de que lo que dije es verdad. - Sabes a donde fueron a aterrizar esos hechizos..? - Murmuró suavemente la rubia en su oído, enviando escalofríos al cuerpo de la mujer.

Too Sweet (Mattheo Riddle, T.R) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora