Capitulo 62

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Mattheo acaricio dulcemente el cabello de su hermana quien dormia en su regazo.

– Cass.. llegamos. – Murmuró dulcemente.

La rubia abrió sus ojos perezosamente, no había podido conciliar el sueño debido a culpa del mayor.

– Cargame.. – Exigió somnolienta.

Obedeciendo con una sonrisa, Theo la cargo delicadamente sin ningún esfuerzo.

Y por medio de un traslador llegaron a la mansion Malfoy.

Sirius dijo que toda la orden estaría en la casa de los Weasley para Yule, debido a que Dumbledore lo había pedido así.

Al entrar Kreacher les hizo una reverencia perfecta, y con ambas manos apunto al banquete dulce preparado para Cassiopeia.
Pastel, Té y miles de postres diferentes yacían en la mesa.

Una sonrisa dulce tiro de los labios de la chica.

– Eres el mejor elfo del planeta Kreacher. –

– Al contrario ama, usted es lo mejor que Kreacher pudo conocer de este planeta. – Murmuró tranquilamente.

Mattheo carraspeo su garganta provocando enfado en la pequeña criatura.

– Cass, tienes que descansar. –

El agarre del mayor fue más fuerte cuando una magia se presentó en el lugar.

– Por qué debería de ir a descansar mi linda estrellita..? – Bellatrix se acercó a ambos, una sonrisa llena de diversión tiraba de sus labios. – Entonces? – Volvió a preguntar al ver que ninguno respondió.

– No te intere- –

– Tuvimos relaciones y no puedo mantenerme de pie. – Confesó Cassiopeia.

La mujer clavo su mirada en el chico quien no aparto la suya.

Antes de poder comenzar un duelo, Tom había entrado junto a Nagini quien una semana antes había dejado de ser una pulsera para volver a la mansion.

AMA! – Siseo emocionada la serpiente. – Por fin a vuelto! – Pronunció aliviada.

Cassiopeia lanzó una risa divertida ante el semblante ofendido de su padre, este al escucharla le dedico una sonrisa pequeña, pero al ver las marcas adornando su cuello frunció el ceño.

La mirada escarlata chocó con la azulada de Theo quien no dudo en sonreír.

– Bella, vete. – Musito frío.

La pelinegra obedeciendo a su señor, hizo una reverencia y salió de allí, no sin antes despedirse de su pequeña estrella quien Sacudió su mano dulcemente.

Al ver como su madre desaparecía el chico soltó una risa.

– Era necesaria echarla? – Pregunto con sorna.

– Si la extrañaste puedes ir hablar con ella, solo baja a tu hermana. – Dijo Tom.

Cassiopeia se sonrojo ante lo dicho por el mayor.

Mattheo apretó su mandíbula con molestia, sabía que venir aquí sería mala idea, no habían pasado diez minutos y ya quería asesinar a alguien.

La rubia se acercó a su hermano susurrando algo en su oido.

Tom pudo ver como el semblante del chico cambiaba a uno más relajado e incluso sus mejillas se teñian levemente de rojo.

– Hagamos una Tregua. – Murmuró roncamente.

Too Sweet (Mattheo Riddle, T.R) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora