No me acordaba de lo bien que besas

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Chiara se encontraba en el avión junto a Ruslana, ambas volviendo de Menorca a Barcelona después de pasar las fiestas de navidad con sus respectivas familias. Chiara había decidido dar un cambio a su apariencia durante las vacaciones y se había cortado el pelo en una melena que le quedaba justo por encima de los hombros, muy parecida a la que llevaba Violeta. Le daba un aire fresco y estaba extremadamente guapa, toda su familia se había encargado de decírselo.

-Dios Kiki es que te queda tan bien - dijo Ruslana admirando la nueva melena de su amiga- A Violeta se le van a caer las bragas, ya te lo digo yo.

-Gracias Rusli.- le sonrió Chiara ignorándola última parte de la frase que Ruslana había dicho mientras se tocaba el pelo.- Necesitaba un cambio, no se, la verdad que me encanta como me queda. Espero que a Violeta también le guste

-Seguro que le encantará. - dijo Ruslana mientras le guiñaba el ojo- ¿Estás nerviosita por volver a verla?

-Un poco la verdad- admitió Chiara pensando en su reacción al verla- La he echado tanto de menos, y estoy deseando contarle todo lo que ha pasado estos días, lo de que mis padres la quieren conocer y eso.- dijo Chiara quien ya lo había hablado con Ruslana pero no con Violeta, pues en verdad no sabía si aún era muy pronto o no, no se lo había consultado a Violeta eso de que se lo dijera a sus padres.

El vuelo transcurrió sin incidentes y pronto aterrizaron en el aeropuerto de Barcelona. Chiara y Ruslana recogieron sus maletas y se dirigieron hacia la salida. Chiara y Ruslana no podían estar más felices de haber vuelto de las vacaciones con su familia y ahora tener sus mini vacaciones de 3 días para ellas donde celebrarían los reyes y pasarían más tiempo libre juntas.

Violeta había llegado a Barcelona un día antes y había decidido sorprender a Chiara en el aeropuerto, le apetecía verla y que fuera una sorpresa. Había estado pensando en si decirle la conversación que tuvo con su familia sobre ella, pero por ahora no lo comentaría a no ser que ella lo hiciese. Justo acababa de acabar la edición de su entrevista y ya se la había entregado a su jefe, por lo que le sobraba tiempo para ir a recogerla al aeropuerto. Se vistió y se arregló un poco y salió para recibirla, tenía muchas ganas de abrazarla y de sentir su amor, lo había echado de menos.

Cuando Chiara y Ruslana aparecieron por la puerta de llegadas Violeta sintió una oleada de emoción y comenzó a caminar rápidamente hacia ellas viendo el nuevo corte de pelo de su novia y sonriendo aún más cada vez que su distancia se acortaba. Cuando Chiara la vio, sus ojos se iluminaron y una gran sonrisa apareció en su rostro, no se esperaba para nada haberla visto ahí, porque en teoría según ella le había dicho llegaba hoy al igual que ellas.

-¡Violeta! -gritó Chiara alargando la "a" y soltando su maleta mientras corría hacia ella.

-¡Kiki!- gritó Violeta también de emoción mientras esperaba con sus brazos abiertos al ver que Chiara había cogido una velocidad considerable.

Se encontraron en un abrazo apretado y necesitado, demostrándose lo que se habían echado de menos y lo felices que estaban de volver a verse. Violeta no pudo evitar decirle algo sobre su nuevo corte de pelo. Se separó ligeramente para mirarla con admiración mientras tenía la boca llena y sonriendo a la vez.

-¡Amor estás preciosa! Como se te ocurre no decirme nada con lo guapa que estás, tendría que ser ilegal tener esa cara.- dijo Violeta sinceramente viendo lo guapa que estaba Chiara cada día más, haciendo que esta siguiera sonriendo pero que se sonrojara a la vez por el cumplido

-Gracias Vivi.- dijo Chiara con la voz pequeña por la vergüenza.

Al ver su reacción vergonzosa Violeta le dio un beso apasionado en el que la acercó con su mano en su nuca y abro la boca para ella para que sus lenguas directamente se encontraran de nuevo después de el tiempo separadas, ambas disfrutaron el beso y Chiara de hecho lo profundizó acercándola con sus manos en su cintura haciendo que Violeta arqueara su cuerpo un poco mientras sonreía de felicidad, ignorando por completo las miradas curiosas que podrían tener encima de los otros pasajeros que pasaban.

Amor temporal ||KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora