Habían pasado veintitrés días desde el lanzamiento de su álbum, días llenos de emociones, entrevistas y comentarios abrumadoramente positivos. A pesar de la distancia, había hablado con Violeta casi todos los días como siempre. Y obviamente no se le había olvidado que el cumpleaños de su Vivi era el 23 de enero, así que decidió ir a verla. Ha decir verdad todas las cosas importantes se le habían amontonado, pero sacaba tiempo para todo. Había viajado durante 11 horas desde Los Ángeles junto con Ruslana, y menos mal que era día 10, porque sino no hubieran llegado a tiempo. Su corazón estaba lleno de anticipación y nervios, no sabía como iba a reaccionar Violeta.
Había planeado esta sorpresa hacia unos días al comprarle su regalo de cumple, y con la ayuda de Ruslana consiguieron cogerse una semana de vacaciones, habían decidido pasar tres días con sus amigos y cuatro con su familia. Pero eso no era lo importante, lo importante ahora era que estaba a punto de ver la reacción de Violeta.
Chiara estaba de pie frente a la puerta de Violeta, cogiendo las fuerzas necesarias para llamar a la puerta y esperar que estuviera dentro. El reloj marcaba las doce y media de la noche, un poco tarde, pero era la hora que era porque el avión lo habían cogido por la mañana, y eran bastantes horas, así que técnicamente ya era 11, ya era el cumpleaños de Violeta.
Justo cuando Chiara levantó la mano para tocar la puerta, esta se abrió de repente. Violeta apareció, lista para salir, vestida con unos pantalones anchos y con un jersey, era un conjunto sencillo pero que realzaba su belleza natural. Sus ojos se abrieron de par en par al ver a Chiara de pie frente a ella, con una expresión de sorpresa y confusión. No se la esperaba para nada, ¿como había sido tan mala de no decirle que iba a ir a Barcelona?
-¡Kiki! -exclamó Violeta llevándose una mano a la boca, no se lo podía creer, ¿estaba ahí delante de verdad o había empezado a delirar?- ¿Qué haces aquí..?- dijo acercándose a ella para tocarla todo lo que podía y así asegurase de que era real, Chiara estaba enfrente de su casa con un ramo de flores rojas decoradas con algunas muy pequeñitas blancas de fondo.- ¡Y tú no me dices que vienes! ¡Hubiera preparado algo amor!- dijo apoderándose ahora del enfado, estaba sintiendo muchas emociones a la vez. Ups, ya se le había escapado el primer apodo. Aunque no pasaba nada, por teléfono seguían llamándose así.
-He venido a darte una sorpresa por tu cumpleaños. No podía dejar de estar contigo en un día tan especial, pedí si podía escaparme una semana y me han dicho que si. Era una sorpresa, no podía decirte nada.- dijo Chiara sonriendo de ver la reacción de Violeta, quien había pasado de alegria y sorpresa con confusión a enfado y necesidad de tocarla.
Violeta parpadeó, sintiendo que las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos. Sin pensarlo dos veces, se lanzó hacia Chiara, abrazándola con todas sus fuerzas, con suerte de que Chiara fue rápida y apartó el ramo de flores para que no las apretujaran.¿Enserio Chiara había cogido un avión para ir a verla y a celebrar con ella su cumpleaños? ¿De verdad seguía siendo tan detallista y caballerosa con ella después de dos meses de distancia?
Las dos se quedaron así, abrazadas en la puerta, sintiendo que el tiempo se detenía. Chiara también empezó a llorar, menos mal, la relación seguía siendo la misma, había tenido miedo de que no reaccionara así. Sonrió mientras lloraba de notar como Violeta seguía teniéndole el mismo cariño que siempre, al igual que ella se lo tenía, sabía que en parte estaba mal, pero no iba a quejarse. Disfrutaron del abrazo unos minutos más, fundiéndose en el y trasmitiéndose todo lo que se habían echado de menos y lo que sentían la una por la otra.
-No me puedo creer que estes aquí... te juro que pensaba que estaba delirando ya de lo que te hecha a de menos- susurró Violeta con la voz quebrada por la emoción y por estar llorando.
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Amor temporal ||Kivi
FanfictionVioleta acaba de llegar a Barcelona tras acabar su grado de periodismo buscando nuevos ámbitos y dedicada a su trabajo, es una chica de 22 años de Granada (Motril) de buena familia tanto económicamente como de reputación, su padre es un psicólogo co...