Tana

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-No me gusta discutir... y menos contigo.- dijo Chiara mientras ayudaba a Violeta a bajar de la encimera y le daba la mano para entrelazarlas.

-Ni a mi, nada... Salma solo es una amiga de verdad, a penas la conozco.- intentó explicarse ahora Violeta ya que la situación se había relajado bastante. Salieron de la cafetería y Chiara la cerró mientras Violeta visualizaba el coche de Chiara e iba hacia este cuando Chiara acabó de cerrar la puerta y volvió a juntar sus manos.

-Si, siento haberme enfadado y haberte hablado así, no lo merecías... supongo que los celos me han ganado.

Dieron la conversación por finalizada y subieron al coche rumbo a casa de Violeta. En el camino, Violeta acariciaba el muslo de su novia con amor y Chiara posaba su mano encima de esta, entrelazando sus dedos suavemente. Al llegar, aparcaron cerca de su casa y bajaron del coche. Chiara tomó la mano de Violeta mientras subían las escaleras hasta el apartamento. Al abrir la puerta Oli los recibió con un suave maullido.

-Hola cosita- dijo Chiara, inclinándose para acariciar al gato que ronroneó, disfrutando de la atención.

Al llegar a la habitación, Chiara comenzó a desvestirse, dejando caer la ropa al suelo sin prisa. Violeta observaba cada movimiento, admirando la belleza de su novia. Se acercó a ella y empezó a susurrarle palabras bonitas abrazándola por detrás. Chiara se giró para besar a Violeta en los labios. El beso fue suave y lleno de amor, un recordatorio de lo que habían vivido hasta el momento. Chiara se deslizó en la cama de Violeta, acomodándose bajo las sábanas.

-Ven, acuéstate conmigo -invitó Chiara, extendiendo una mano hacia Violeta.

Violeta se desvistió rápidamente y se deslizó junto a Chiara en la cama. Se abrazaron disfrutando de la cercanía y el calor de sus cuerpos.

-Buenas noches Kiki-dijo Violeta, acariciando suavemente el rostro de su novia.

-Buenas noches -respondió Chiara, cerrando los ojos mientras disfrutaba de las caricias.

Se quedaron así, abrazadas, sus cuerpos entrelazados, sintiendo la tranquilidad de estar juntas. El silencio de la noche las envolvió, y poco a poco, el cansancio las venció, quedándose profundamente dormidas, sintiéndose seguras en los brazos de la otra.

A la mañana siguiente, los primeros rayos de sol se filtraron por las cortinas, iluminando suavemente la habitación. Violeta fue la primera en despertar, sintiendo el calor del cuerpo de Chiara junto al suyo. Sonrió, apreciando la paz del momento. Estaba abrazando a Chiara desde atrás, rodeando su cintura con uno de sus brazos y con sus piernas entrelazadas. Olió el aroma que desprendía su cuerpo, le encantaba.

Violeta comenzó a acariciar suavemente la piel de Chiara, disfrutando de cómo se erizaba bajo su toque incluso mientras dormía. La ternura de la escena le llenó el corazón de una calidez indescriptible. Se inclinó hacia adelante, depositando pequeños besos en la espalda de Chiara, bajando lentamente hacia su hombro y luego siguiendo el contorno de su brazo.

Chiara se removió ligeramente, emitiendo un suspiro de satisfacción. Aunque seguía profundamente dormida, su cuerpo respondía instintivamente a las caricias de Violeta. Violeta continuó besando con más intensidad su cuerpo sin dejar de acariciar la suave piel de su novia. Le gustaba saber que sus toques podían provocar tal reacción en Chiara, quien siempre parecía disfrutar de estos despertares llenos de mimitos.

Amor temporal ||KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora