🌍 Capítulo 11

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JACK

Alquilamos un bungalow en un campamento durante cinco días, los únicos que teníamos libres antes de regresar del pequeño punte al instituto.

La idea era que Terri y yo fuéramos los sujetavelas de Sheyla y su novio Tay. A mi la idea no me hacía gracia porque ver a mi hermana morreandose con aquel tío... No me gustaba y mucho menos a Terri. Al principio empezó poniéndome escusas baratas.
Me decía que tenía que estudiar para un examen, el cual ni existía. O que tenía que limpiar su habitación, cosa que tampoco hacía.

- En serio, la idea de ver a ese pelirrojo de pelos rizados, ojos verdes y cara perfecta besar a tu hermana... No me hace especial ilusión - me dijo cuando vio que sus excusas no eran lo suficientemente buenas como para que me las creyera.

Al final lo obligué a venir, no estaba dispuesto a soportar a dos estúpidos enamorados yo solo, necesitaba apoyo moral.

- ¡Jack, como no salgas ya.... nos vamos sin ti! - gritaba Sheyla desde dentro del cuatro por cuatro de su novio.

- ¡No pienso irme sin la carta de Sandra! - grité desde el comedor para me pudiera escuchar bien.

Calculé los días y hoy era cuando recibía su carta. El cartero pasaba todos los días a las diez de la mañana y tan solo quedaban dos minutos.

- ¡Uuugghhh Jack! - se quejó Sheyla mientras escuchaba como tocaba el claxon del coche.

Ignoré su berrinche y me centré en el buzón. Esperando a que el chaleco amarillo y el bolso lleno de cartas apareciera con la que yo estaba buscando.

Al cabo de unos segundos apareció. Salí corriendo con un entusiasmo que jamás había tenido hasta ahora a la hora de recibir una de sus cartas. Quizás porque tenía esperanzas de que me diera su número.

- Gracias, ¿sabes que te has convertido en mi persona favorita? - le dije al cartero mientras me apoyaba en sus hombros - antes lo era mi hermana, pero ya sabes... Desde que se ha echado novio...

- ¡Jack, nos vamos sin ti, no te lo repito más! - mi hermana me miraba con furia y el cartero se reía.

- El deber me llama colega, no llevo papel y boli encima pero la próxima vez te pediré un autógrafo - le dije mientras me montaba en el coche.

El cartero sonreia despidiéndose con la mano.

Tay era el conductor, Sheyla estaba de copiloto, como no. Terri iba en el asiento derecho mirando seriamente por la ventana y yo iba al otro lado. Guardé la carta en mi riñonera y miré a Terri.

- ¿Todo bien? - le pregunté, ya que su mirada estaba perdida. Como si le diera vueltas a algo en su cabeza.

- Estupendamente ¿por que? - me dijo forzando una sonrisa.

Le mostré con el móvil como activaba el bluetooth y ponían música movida. En concreto una que escuchábamos los dos toooodos los días.

- ¿Cómo te has podido conectar? - Tay me miraba desde el espejo retrovisor.

- Soy un genio colega, te he hakeado el coche cuando menos te lo esperabas - me reí y miré a Sheyla.

𝔅𝔞𝔧𝔬 𝔢𝔩 𝔪𝔦𝔰𝔪𝔬 𝔠𝔦𝔢𝔩𝔬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora