JACK
Llevábamos una hora esperando en el aeropuerto. Sheyla y Tay llevaban un cartel grande hecho con cartulina blanca en el que ponía: "Un Jack desesperadamente enamorado te espera". La idea de poner esa frase fue de Terri. Quedaba graciosa y original.
Terri estaba a mi lado mirando a la gente que salía de después de haberse bajado del avión. Yo sostenía en mis manos un ramo de flores con rosas moradas y negras. Sus colores favoritos.
Sentía el corazón latir a mil por hora. No sabía como era físicamente y si la reconocería. Por eso la idea del cartel. Esperábamos a que ella se fijara en nosotros y se acercara. Pero quería ser el primero en reconocerla.
Miraba a la gente pasar como sardinas en lata.
Su avión había aterrizado hacia ya diez minutos. Miraba el relój con desesperación y ansias.
Sheyla nos echaba fotos para según decía ella, capturar el momento.
Mis ojos iban de acá para allá visualizando y analizando a todas las chicas que salían del terminal. Pero ninguna hacia caso de nuestra presencia. Algunos miraban el cartel y después a las rosas pintadas y sonreían. Pero ninguna era ella.
Hasta que de pronto sentí que el mundo a mi alrededor se paraba y solo pudiera escuchar los fuertes latidos de mi corazón golpeando mis costillas y el pecho.Mis ojos se encontraron en los de una chica que nos miraba fijamente y sonreía levemente mientras sus mejillas se sonrojaban. Hizo contacto visual conmigo y mordió su labio. Era de baja estatura, tenía el pelo largo y ondulado, tal y como Sandra se había descrito. Sus ojos eras oscuros y sus labios carnosos. No podía apartar la mirada de ella.
Terri me miró.
- ¿Es ella? - Sheyla y Tay se giraron para mirarme. Pero yo estaba embobado observándola.
La chica no se movía ni apartaba la mirada de mi. Así que fui yo el que me acerqué lentamente a ella. Le sonreí aún con las rosas en mis manos. Cuando ya estaba frente a la chica, bajó la vista a las rosas y sonrió aún más. Segundos después volvió a alzar la mirada para fijarse en mis ojos.
- Eres tú - dije casi sin voz.
Sandra levantó su mano y acercó mi mejilla. Sus manos le temblaban, noté como me acariciaba y entremetía sus dedos en mi pelo.
- Eres real... - dijo con esa voz tan dulce y suave - tus ojos... - soltó una pequeña risa nerviosa mientras sus ojos se le llenaban de lágrimas.
Dejé con cuidado el ramo sobre su maleta y la abracé acercandola a mi cuerpo mientras la levantaba del suelo y le daba una vuelta.
- ¡Eres tú! - dije soltandola en el suelo sin soltar sus manos.
- Soy yo...
- Y yo soy Terri - Terri se asomó por detrás mía y la miró con una sonrisa.
- ¡Pero...! ¿¡Quieres dejarles intimidad!? - la voz de mi hermana sonó de detrás de nosotros.
Sandra sin soltar mi mano sonrió hacia los demás.
- ¡Terri! Por fin te pongo cara... Vaya... Si que tienes tatuajes - miró sus brazos. Yo no podía dejar de mirarla - Tu eres Sheyla ¿Verdad?
- Encantada cielo - mi hermana la abrazó - nos alegra mucho verte aquí.
Sandra sonrió y después miró a Tayler.
- Y tu eres...
- Tayler, encantado - le extendió la mano.
- El novio de Sheyla - sonrió volviendo a mirar a todos - que feliz estoy de por fin conoceros - volvió a mirarme - y de saber que no eres un sueño.
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𝔅𝔞𝔧𝔬 𝔢𝔩 𝔪𝔦𝔰𝔪𝔬 𝔠𝔦𝔢𝔩𝔬
RomanceAmor...contacto...confianza...una pantalla y miles de kilómetros de por medio. Sí, el amor es algo impredecible. Nunca se sabe cómo, dónde o con quien te enamorarás. Y de entre millones de personas que hay en el planeta tierra puede ser con cualqui...