TERRI
La semana se me había hecho tremendamente larga, ya que había estado con el agua al cuello.
Logré con el dinero de varios años ahorrados, montar mi primer local de tatuajes. Había puesto una recepción en la que prácticamente era yo el encargado, una sala de espera y dos habitaciones pequeñas. Mi primo tatuaba en una y yo en la otra. Las paredes estaban cubiertas de mis diseños. Había dibujos en blanco y negro y otros con colores más llamativos. Los clientes fijos pedían cita para que yo los tatuara. Eso hacía que mi primo me viera como rival en vez de como su compañero. Pero se mantenía calladito porque sabía que en cualquier momento podría echarlo. Y él necesitaba el dinero.
El número de clientes subió en tan sólo diez días hasta un cuarenta por ciento. Ni yo me esperaba que el local tuviera tanto éxito.
No solo trabajaba en los tatuajes, sino que también entrenaba todos los días para el partido de baloncesto que teníamos hoy. Todos los años al terminar la jornada escolar jugábamos un partido todos los cursos, pero solo uno de ellos podía ser el ganador. El año pasado nos quedamos los segundos, pero este año teníamos la esperanza de que fuéramos los primeros. Si ganábamos nos regalaban el viaje de fin curso. Así que debíamos darlo todo en la cancha.
Jack había mejorado mucho de actitud estos últimos días. Estaba más animado y volvía a ser el mismo chistoso de siempre. Incluso se había puesto una camiseta demasiado ajustada de Sophia y se había paseado con ella por los pasillos del instituto. Cuando ella se la vio empezó a correr detrás de él. Pero Jack se subió a un árbol y el muy idiota no se bajó de ahí hasta que Sophia se rindió de tanto insistir. Cuando le devolvió la camiseta, esta había cedido.
También aceptó el que le tatuara algunos diseños en el brazo. Y eso que le tenía miedo a las agujas. Pero me pidió que le hiciera el perfil de un león en el hombro, que le pusiera en el pecho una mariposa con el nombre de Sandra en una de las alas y en una de las costillas izquierdas quería el año de nacimiento de Sheyla. Yo aproveché que estaba tan animado que le tatué debajo del ombligo un escorpión. El tío se comportó como un señorito. Cuando se lo vio casi me clava la aguja en el ojo, pero después le acabó gustando.Sheyla también estaba diferente, dejé de mandarle indirectas y empecé incluso a ignorarla cada vez que estaba con Tayler. Parecía que lo hacía a propósito para que la mirara. Pero la verdad no sabía si era que mi corazón estaba ya bastante dolido o que realmente ya no me importaba.
Tayler me odiaba, se le veía en la mirada, cada vez que yo hablaba u opinaba de cualquier tema me contestaba cortante y borde. Yo no le seguí el juego porque intentaba no ser una persona violenta. Más bien hice todo lo contrario, aceptaba lo que me decía y le daba la razón aunque sus argumentos fueran estúpidos. Lo hacía por ella, porque Sheyla estuviera bien y no peleara más con él por mi culpa. Al fin y al cabo ella estaba feliz con él y eso era algo que tarde o temprano tenía que aceptar, aunque doliera.
Ahora me encontraba en los diez minutos finales del partido. Íbamos perdiendo, uno a dos. Yo botaba la pelota mirando hacia Jack, el gritaba fuerte que se la pasara, pero antes de que pudiera actuar me la quitaron de las manos.
Jack corrió detrás del contrincante y mi equipo hizo lo mismo. Los minutos pasaban pero ninguno metía canasta. En cuestión de segundos Jous agarró la pelota y se la pasó a Jack. El la botó y se quedó a unos seis metros de distancia de la canasta. Me miró, yo estaba incluso un paso más atrás que él. Me sonrió y me la pasó. Agarré la pelota y vi como los del otro equipo venían a por mi. Salté y con todas mis fuerzas lancé la pelota hacia el aro. Parecía que los segundos se habían congelado cuando la pelota giraba en el aire hacia la canasta. Sin creerlo, entró y el marcador colocó tres puntos de golpe.
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𝔅𝔞𝔧𝔬 𝔢𝔩 𝔪𝔦𝔰𝔪𝔬 𝔠𝔦𝔢𝔩𝔬
RomanceAmor...contacto...confianza...una pantalla y miles de kilómetros de por medio. Sí, el amor es algo impredecible. Nunca se sabe cómo, dónde o con quien te enamorarás. Y de entre millones de personas que hay en el planeta tierra puede ser con cualqui...