🌎 Capítulo 37

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SANDRA

Mi madre me ayudaba a hacer una lista de toda la ropa que me llevaría para que después no me la dejara olvidada. Aún no sabía a donde iba ni cuales eran los planes, pero estaba muy ilusionada y tenía muchas ganas.
Me llevé una maleta distinta a la que había usado para ir con Jack a España. Iba a ser un viaje distinto y quería que fuera con cero pensamientos hacia Jack.

Erick me recogería en coche a las seis de la tarde para coger el vuelo. O eso me había dicho. Así que estuve toda la mañana con mascarillas en la cara para poder estar increíble.

- No vayais a hacer tonterías - Conrad estaba mirando la tele mientras Andy y yo comíamos en la cocina fresas con chocolate.

- No pienso hacer tonterías - me reí.

- La última vez que hiciste una fue en España y creo que quieres mantener ese recuerdo ¿A qué si? - Andy me miraba pillina y me daba codazos en el costado.

- Que quiera olvidar a Jack no significa que olvide lo que hice cuando estuve con él - me reí sonrojandome.

- ¿Hacer el que? - mi madre apareció en la cocina mirándonos curiosa y sonriente.

- Hacer... Deporte y... Siestas - disimulé - en España se duerme la siesta.

- Que buen deporte ¿Eh? - Andy susurró subiendo y bajando las cejas.

- ¿La siesta? - mi madre no entendía nada.

- Si, después de comer, los españoles se meten en la cama para dormir, unos treinta minutos y otros incluso dos horas - reí - Jack era de los de dos horas.

- ¿Has dormido la siesta con Jack? - mi madre se acercó a mi.

- Como si tu lo no hubieras hecho con papá - sonreí malvadamente y me metí una fresa en la boca.

- Me fio más de Erick que de ese español - mi madre empezó a limpiar la cocina.

- A ti te empezó a caer mal desde que supiste que no ganaba millones - se me escapó decir eso en alto. Pero es que estaba cansada de que mi familia fuera siempre tan materialista.

- Para empezar... Era un noviazgo a distancia y mira como habéis acabado - mi madre se río - y después, por supuesto que no te hubiéramos dejado estar con él. No queremos que nuestra hija esté con una persona que no puede ni mantenerse ella misma - me miró y se cruzó de brazos - así que mejor que hayáis cortado la relación vosotros solitos. Nos habéis ahorrado problemas a tu padre y a mi.

Yo la miré con rabia y dolor por sus palabras. No sentía ese enojo por Jack. Sino porque me había dejado claro que le importaba entre cero y nada mi felicidad. Solo le preocupaba el estatus social.

- Pues he sido más feliz con él que todo el tempo que llevo viviendo entre lujos - apreté mis labios - Jack no me dejaba sola, igual que Rosaura. Vosotros sois los que por tal de conseguir más dinero nunca estáis en casa. No sabéis como me siento, no me conocéis. Ni siquiera sabéis que habia dos chicas en mi clase que me hacían la vida imposible - mi madre me miró preocupada.

- ¿Por qué nosotros no sabemos eso?

- Porque nunca estáis para que os lo cuente, se lo contaba todo a una persona que no podía ver físicamente y fue la unica que me ayudó. Irónico ¿Verdad? - en mis ojos se expresaba la rabia.

Conrad y Andy miraban la escena con disimulo y prudencia. Mi madre se quedó pensando en lo que le habia dicho.

- ¿Te siguen molestando?

- No mamá, ahora no te hagas la preocupada. Ya estoy bien, gracias - me alejé de ella y me senté junto a Conrad mirando la televisión.

Estaba cansada de esconder por tanto tiempo lo que sentía. ¿Cómo no lograban entender que para ser feliz no hacía falta tener montones de dinero? El dinero te impide dormir por las noches por el miedo a que el día de mañana te quedes sin nada o a que te lo quiten. Y cuando tienes más lujos, nunca sabes parar, siempre vas a querer más y más.

𝔅𝔞𝔧𝔬 𝔢𝔩 𝔪𝔦𝔰𝔪𝔬 𝔠𝔦𝔢𝔩𝔬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora