SANDRA
Los meses se me pasaron lentísimo, parecía que el tiempo no corría a mi alrededor. Quizás por las ganas que tenía de ver a mi loco cocinitas. Pero ahora me encontraba preparando la maleta para el vuelo de esta noche, con destino a España.
Las conversaciones que íbamos teniendo, cada vez se hacían más profundas y cariñosas. Ya me sentía con la libertad de llamarlo por... "Mi niño" o "rey". Igual que le pasaba a él, yo era su reina.
Estaba super emocionada haciendo la lista de la ropa que metería en la maleta. Entre otras cosas metería mis mejores bikinis, pantalones bonitos para salir, camisetas elegantes y algún vestido. La maleta no debía pasarse de un peso limitado, al igual que los litros de líquido. Y en mi mochila de mano llevaba mi neceser con mis cosas íntimas y maquillaje.
El vuelo salía a las cuatro de la mañana y durante el viaje eran unas once horas y media, así que llegaría a España sobre las tres y media de la tarde. Sabía que el cambio de hora me iba a costar sobre todo los primeros días. Pero de la misma emoción seguro que no notaría nada. Tendría la adrenalina a tope.
Jack me había mandado una lista de sitios a los que me llevaría y yo le mandé otra de las comidas típicas que me gustaría probar. Había algo que me llamaba la atención, Jack mencionó algo de tortilla de patatas con cebolla. Era un comida elaborada con huevo, patata y cebolla, como el mismo nombre indica. Pero nunca había probado eso. Él quería llevarme a un karaoke, al centro de la ciudad cuando anochezca, también quería ir a la playa y a rutas rurales. Estábamos muy emocionados.
Aguantamos los meses sin hacer videollamada para que él se llevara una sorpresa de mi voz y mi físico. Eso era lo que más nerviosa me tenía ¿Y si no le gusto? ¿Y si en su mente tiene un físico distinto al mío? ¿Se alejará de mi?
Rosaura entró en la habitación con la ropa que le había mando a doblar.
- Aquí tiene señorita, bien doblada para que entre en la maleta - me la entregó y me sonrió - ¿Está nerviosa?
- Mucho - me temblaban las manos - es el primer viaje que hago sola y no sé como reaccionará al verme.
Rosaura iba a pronunciar algo pero el timbre de la puerta la interrumpió y tuvo que ir a abrir.
- ¿¡Se va por el mediterráneo!? - escuché la voz de Andy gritar mientras subía las escaleras a mi habitación y me hizo reír - ¡Es la noche del amor! - empezó a cantar la canción del rey león.
- Para... - me reí.
- ¿Qué te vas a poner para el viaje? Tienes que ir muy guapa porque él te va a recibir - dijo mirando en mi armario.
- Voy a terminar de hacer la maleta y ahora pienso en que ponerme - le dije metiendo en ella la ropa que Rosaura me había traído. La conté y estaba toda - Zapatos...Listo, vestidos...listo, pantalones... Listo.
- ¡Ohhh! ¡Mira este! - Andy sacó un vestido elástico, de esos que quedaban pegados al cuerpo, de color azul claro - este se ve cómodo y si te pones una zapatillas blancas... Vas preciosa.
Agarré el vestido y me lo pegué al cuerpo mientras me miraba en el espejo.
- No... Mejor algo más ancho - me dije colgándolo en el armario - este vaquero con esta camiseta - saqué un vaquero negro con una camiseta blanca y dibujos de fresitas en ella.
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𝔅𝔞𝔧𝔬 𝔢𝔩 𝔪𝔦𝔰𝔪𝔬 𝔠𝔦𝔢𝔩𝔬
RomanceAmor...contacto...confianza...una pantalla y miles de kilómetros de por medio. Sí, el amor es algo impredecible. Nunca se sabe cómo, dónde o con quien te enamorarás. Y de entre millones de personas que hay en el planeta tierra puede ser con cualqui...