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Sofía Hernández🦋
Después de un largo viaje por fin he llegado a Barcelona, mi hogar que extrañaba tanto. Al llega al aeropuerto veo a mi papá con un cartel que decía "Bienvenida de vuelta mi niña", corrí hacia él para encontrarme en un abrazo lleno de amor, cariño y nostalgia, no veía a papá de cómo hace 3 años.
— Papá no sabes la falta que me hiciste durante todo este tiempo - Dije separandome de el, con los ojos llenos de lagrimas.
— Y tu a mi hija - respondió nostalgicamente.
— Sofí!!! - escuche a alguien chillar.
— Lucía?
— Acaso no piensas abrazar a tu mejor amiga? – pregunto estirando sus brazos.
— Claro que si
Lucía era mi mejor amiga y la única se podría decir, nos conocemos desde que somos pequeñas. Siempre ha sido un apoyo para mi al igual que mi padre aunque siempre estaba ocupado.
— Bueno chicas, vamos?. Ya saben tengo que estar a las 3 en el entrenamiento con los chicos.
— Este hombre siempre tan ocupado – Dije, rodeando los ojos.
Tomamos mis cosas y nos dirijimos a casa, Lucía me acompaño para ayudarme a desempacar todo y hablar cosas de chicas.
— Bueno las dejo en su casa. Yo ya me voy, llego en la tarde.
— Quizás más tarde me hecho una vuelta por allá Papá.
— Para donde – susurro la castaña.
— Después te cuento
— Esta bien hija, pero no quieres descansar?
— Si Papá, pero igual quiero pasar tiempo contigo.
— Okey, nos vemos allá. Te quiero – Dijo antes de salir por la puerta.
Luego de contarle todas mis cosas a Lucía y ella a mi, quedo sorprendida al saber que trabajare para el Barca.
— Joder, no puedes conseguirme un empleo aunque sea barriendo los camerinos.
— Lucía! – Dije entre risas.
— SOFÍA! haz visto los chicos que juegan allí?, son todos unos bombones.
— No creo que sea para tanto – añadí rodeando los ojos y terminando de guardar mi última playera.
— Se me olvida que eres una chica enfocada en ti y que no quieres saber nada de ningún chico. Creo que ese trabajo está super para ti – Dijo alzando las cejas. – Sofi han pasado 4 años de tu última relación, por lo que yo sé o has estado con algún chico allá donde estudiaste.
— Claro que no – me miro con una cara de interrogación – bueno puede ser que si – su cara cambio a felicidad –pero nada serio
