Inspirada en la serie de televisión "THE WALKING DEAD"
Lizzie trata de buscar a su hija topándose en el camino a Rick y a su grupo. Sin saber las consecuencias que le esperan.
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La puerta se cierra detrás de Alek, mi hija corre a la sala para sentarse, la casa en donde ambos se hospedaron es de dos pisos y muy amplia, la sala, la entrada y el comedor están abiertas solo dejando ver la cocina desde el comedor. Me doy vuelta cuando Alek cierra por completo la puerta y al girar, mi puño se estampa en su mejilla haciéndolo tambalear hasta pegar su espalda a la puerta.
-¡Te llevaste a mi hija!- mis ojos arden de enojo, le señalo con el dedo, sin miedo a lo que el pueda hacerme-
-La farmacia estaba llena de caminantes, -su mandíbula se tensa y comienza a sobar su mejilla sin despegar la mirada de mi- pude haberla dejado ahí, sola, indefensa, tuve que sacarla de ese lugar.
-Habían más tiendas, no tenías por que alejarla de mi.
-Por dios, Lizzie. - se incorpora en su lugar con una sonrisa de superioridad- las tiendas estaban infectadas de caminantes, antes di, que la lleve conmigo para ponerla a salvo.
Estoy enojada, estoy con odio inmenso hacía Alek pero el tiene razón, la calle estaba llena de caminantes y las tiendas no se diga. Por una parte agradezco que la haya puesto a salvo. Pero jamás lo diría en voz alta. Me doy vuelta para ir con mi hija quien nos observa expectantes, pero al girarme, una horrible punzada aparece en mi brazo.
-¿Qué les dijiste?- Alek me sujeta del brazo con fuerza-
-Pensamos exactamente igual- trato de zafarme de su agarre con mis dedos- suéltame.
Sin pensarlo más, avienta mi brazo soltándome en el proceso. Voy con mi hija quien extiende sus manitas hacía mi, las acarició tomando asiento a su lado. Me despojó de mi mochila dejandola en el suelo entre mis piernas.
-¿Cómo estas?.- inspeccionó de nuevo su cuerpo - ¿Te hizo algo?- mi niña niega con la cabeza rápidamente-
-¿Qué pude haberle hecho?- el pelinegro se cruza de brazos indignado- El problema es contigo, no con la niña- camina por la sala hasta llegar a la chimenea, arriba de ella tiene un estante con botellas de alcohol saca un vaso y comienza a verter liquido en el- además, vamos Maggie, cuéntale a mamá todo lo que hice por ti.
Mi niña sonríe ampliamente.
-¡Subí a un caballo!- exclama moviendo sus manitas alegre- Encontramos un caballo a mitad del camino y me dejo guiarlo. - vuelvo mi vista a Alek quien ya se encontraba sentado en el sillón individual con su vaso de whisky en mano observándome con una ceja alzada- después llegamos a unas casas, donde pude dormir en cama como la que tenía con papá, Alek dejo que me llevará unos dinosaurios de juguete.
-Como puedes escuchar, la trate bien- se encogió de hombros-
-¡Si!- chilla emocionada pero su sonrisa se borra al instante al recordar algo- Pero llegamos con unos tipos malos, mamá, comían personas- las ultimas dos palabras las dijo en voz baja, supe de quien estaba hablando.
