CAPITULO 25

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Termino de contar mi bella historia cuando mi niña cae rendida en los brazos de Morfeo, paso la cobija por su cuerpo para taparla con cuidado, me pongo de pie y camino a la puerta de la habitación tratando de no resonar mis botas contra la madera ...

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Termino de contar mi bella historia cuando mi niña cae rendida en los brazos de Morfeo, paso la cobija por su cuerpo para taparla con cuidado, me pongo de pie y camino a la puerta de la habitación tratando de no resonar mis botas contra la madera y no despertar a las niñas. 

Salgo de la habitación cerrando la puerta detrás de mi, la luz del cuarto donde dormimos Rick y yo aún sigue prendida, vuelvo mi vista  a la habitación de Carl pero me doy cuenta que por la rendija de la puerta, la luz ya se encuentra apagada. Las botas suelen resonar por la madera al pisar, así que para no hacer ruido, decido quitarme las botas para llevarlas en la mano y recorrer el pasillo hasta mi habitación. 

-Hola- saludo una vez entrar al hombre arrecostado entre la cama y la cabecera-

Rick se encuentra en pantalones de pijama sin camiseta, en sus manos tiene un libro el cual lleva leyendo desde hace un mes, lo asaltó de la biblioteca de la casa de Deanna. No responde a mi saludo, mantiene su mirada en el libro. Se que está molesto por haber ido con Aaron, si no es que también por Kate. 

-¿Qué haces?- Rick no elevo la cabeza para verme pero solo pude ver su ceja alzada, que pregunta tan estúpida- 

El hombre no respondió, ni siquiera suspiro. Me despoje de mi chaqueta dejándola arriba de una silla en la esquina de la habitación junto con las botas en el suelo. 

-Se que estás enojado conmigo pero...

-No estoy enojado contigo, Lizzie- vuelvo mi vista al hombre con sorpresa-

Deja el libro aún lado junto a un suspiro, se incorpora en la cama señalando con una de sus manos la zona libre en la cama para que tome asiento, no tardó en hacerlo. Sus ojos conectan con los míos sintiendo una ligera electricidad recorrer mi cuerpo. En ese tiempo nunca me había detenido a pensar lo que Rick se había convertido para mi. Nunca me había dado cuenta de lo que en verdad significaba, el ver sus ojos mirando los míos, haciendo que el tiempo se detuviera como si no existiera nadie más en el mundo más que él y yo. Darme cuenta que preocuparme por el cuando está mal, cuando se que algo le molesta, le incomoda o le entristece, darme cuenta de que le pasa algo incluso cuando no dice palabra alguna. El ver su sonrisa, hace que mi estomago se revuelva, hace que sienta las mariposas en él, más cuando su sonrisa es provocada por mi, al reírnos y que mi mirada sea buscada por la suya cuando hay más personas a nuestro alrededor. Simplemente una persona que había ocasionado más de lo que pude haberme imaginado. 

-No quiero que sufras, - una de sus manos busca la mía hasta estrecharlas- cuidas tanto de las personas que no te cuidas a ti misma. 

-Rick...

-Quieres alejarte de toda la gente que conocías antes para mantener a salvo a Magie pero cada vez que encuentras a uno de ellos, terminas perdonándolos y dejándolos vivos. ¿Puedes asegurarme que Kate está de tu lado? No quiero tener los mismos problemas que pasaron con Aleksander. 

SKYFALL ~RICK GRIMES~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora