CAPITULO 15

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El frio por el aire acondicionado se ha intensificado, la mujer que solo viste con una blusa de tirantes, unos pantalones de mezclilla, sin zapatos, tiembla sin parar

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El frio por el aire acondicionado se ha intensificado, la mujer que solo viste con una blusa de tirantes, unos pantalones de mezclilla, sin zapatos, tiembla sin parar. Yace ahí más de dos días en ese cuarto al cual no entra la luz, la mantienen a oscuras. Los días que lleva encerrada pasan sin comidas, sin agua. Su garganta esta tan seca que ni siquiera su saliva puede ayudarla. Nadie ha ido a molestarla en esos días. No es la primera vez que la encierran. Sería su cuarta vez, pero aunque sabe lo que le esperaba no puede evitar darle la contraria a su marido. No estaba de acuerdo con las cosas que él hacía. Menos cuando eso implicaba matar personas inocentes, matar niños, matar esposos, matar madres. Solo para que les dieran la mitad de sus suministros que tanto les costo adquirir. 

No tiene una manta, no tiene una almohada, no tiene cama, silla o lavabo. Es un cuarto al cual su esposo le llamaba celda. Un cuarto donde no entraba la luz, un cuarto donde te hacía volverte loco al estar tanto tiempo con tu mente. Lizzie lo había presenciado en otras personas cuando las encerraban aquí. Pero ella solo pensaba en su hija, en no volverse como ellos para poder protegerla. 

La horrible música comenzó  a escucharse en los parlantes de la bocina, llevo sus manos a sus oídos cubriéndolos. No tardó mucho cuando volvió apagarse, la puerta fue abierta con un horrible chillido. Lizzie cerró los ojos tratando de acostumbrarse a la luz natural que entraba por las ventanas de afuera de la celda.  

Pudo escuchar el plato de vidrio ser dejado en el suelo con un golpe seco. Al abrir los ojos, lo vio delante de ella, de cuclillas. 

-Necesitas comer algo- dejo el sándwich en el suelo arrastrándolo un poco hasta la mujer- 

-No tengo hambre- negó rápidamente, pegando sus piernas al pecho, mentía, estaba muriendo de hambre pero ella sabía lo que eso significaba si tomaba el plato-

-No vine en su nombre- aclara- Lizzie, tienes que comer, él no sabe que estoy aquí.

La mujer negó, no creía en sus palabras. 

-¡Come!- grita en un susurro arrojando el plato hacía la mujer- 

Su primer impacto fue tomarlo y arrojar el plato fuera de la celda haciéndolo añicos en el suelo. El hombre la observó en silenció, apretando la mandíbula con fuerza. 

-Lo siento- se disculpa relajando los músculos de su cara- No quise asustarte, Lizzie. 

-Vete, Aleksander- murmuro elevando la mirada a los ojos del hombre- 

Aleksander sabía que lo odiaba, como no podía odiarlo si el era el responsable de que ella estuviera en esa celda. Él era el responsable de que su hija estuviera triste por no ver a su madre. 

-Estoy tratando de ayudarte. - susurró tratándose de acercarse a la mujer pero esta retrocedió golpeando su espalda a la pared- Owen, hubiera querido que te ayudará. 

SKYFALL ~RICK GRIMES~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora