CAPITULO 3

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Decido regresar a la casa, ni siquiera puedo llamar mi casa, estar bajo el mismo techo del hombre que trabaja para mi esposo y además me golpeaba y amenazo con matar a mi hija eso no era una casa, era un inferno

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Decido regresar a la casa, ni siquiera puedo llamar mi casa, estar bajo el mismo techo del hombre que trabaja para mi esposo y además me golpeaba y amenazo con matar a mi hija eso no era una casa, era un inferno. Por una parte estaba agradecida en que a Maggie no le haya pasado nada estando con el, como el me había contado protegió a una chica llamada Enid y a mi hija de los hombres de Terminus. Le dejaría el beneficio de la duda, ya que no había sacado el tema de regresar al Santuario como era desde un inicio que me encontró.  

Abro la puerta y al instante me golpea un olor a panqueques, frunzo el ceño cerrando la puerta detrás de mi, en el sillón ya no hay nadie y las mantas y almohada que había usado el hombre estaban dobladas en una esquina del sofá. Camino al comedor y antes de entrar a la cocina suspiro pesadamente. Inconscientemente llevo una mano a mi vientre, seguía sin creerlo. 

-Tu esposo siempre decía que te prepararan panqueques para ponerte contenta- entró a la cocina, Aleksander voltea un pequeño panqueque- Claro, después de una golpiza que te daba él, ¿Quién no quisiera panqueques?-sonrió tan sádicamente que solo pensaba en darle una golpiza a el- Fuiste a que Pete curara tu mejilla, es bueno, estaba hecha una mierda. 

-¿Maggie?- pregunto. El hombre levanta la cabeza para verme de nuevo-

-Arriba, sigue dormida. - asiento con la cabeza para acercarme y tomar un vaso de vidrió, me acerco a la llave y lleno el vaso con agua- Pensaba vivir aquí, en Alexandria, dejar de trabajar para el, pensaría que estoy muerto, así como mataste a los demás. - se gira para quedar frente a mi- 

-¿Eso quiere decir que vas a dejarme en paz?- cuestiono bebiendo el agua del vaso- 

-No, eso era si no aparecías.- hace un puchero en los labios. Vuelve a girar su cuerpo para tomar la espátula y sacar el panqueque del sartén- 

-¿Y tú ibas a cuidarla?- pronto mis oídos se aturden por sus carcajadas, aprieto los puños intentando controlar mi ira-

-¡JA,JA,JA! Claro que no, iba a matarla, tal vez ver cómo la destripaba un caminante- se encoge de hombros- 

-Eres un imbécil- intento alejarme de el pero me sostiene del cabello haciéndome tambalear y pone un cuchillo en mi cuello acercando su rostro al mío-

-Cuidado con esa boca- el filo del cuchillo se entierra un poco en mi cuello- Que tengas a tus amigos al otro lado de nuestra casa no quiere decir que no pueda matar a tu hija.

-Por más que te gustaría- entrecierro los ojos escupiendo con asco- no puedes hacerlo, estarías acabado.

-Tal vez no a ella- sonríe- Tal vez a ese niño Grimes, si. 

-No te metas con él- suelta una risa- 

-Quien iba a pensar que te importará alguien más que tu hija y tú- va  a encajar más el cuchillo en mi cuello para abrir una herida en el pero el carraspeo de una persona se lo impide- 

SKYFALL ~RICK GRIMES~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora