Jorge entró en la casa, ajetreado. Él se moría por tomarla, por penetrarlaprofunda e intensamente. Hacía seis días ya que no mantenían relacionessexuales, ni siquiera se besaban. Y lo necesitaba... la necesitaba, necesitabasus besos. La encontró en la cocina, preparando la comida.
- Amor... - se acercó y la rodeó por detrás. Martina no pudo evitar gimotearal sentir su erección. - vamos al cuarto, anda...
- ¿Eh? - ella se giró y miró a Jorge. Haciéndose la despistada.
- Vamos... - sonrió y se inclinó para besarla. Ella lo evitó.
- No querrás perder la apuesta ¿cierto?
- ¿Pero qué...? - Jorge arqueó una ceja. - Oh no, eres una tramposa. - secruzo de brazos y la miró serio, molesto.
- No cariño, la única norma era: no sexo ni contacto sexual...
- Dios... - Jorge se pasó una mano por el pelo. - eres mala, muy, muy mala...en la luna de miel verás.
- La espero con ansias. - sonrió ella.Jorge no dijo nada, se subió al piso de arriba y cerró la puerta del baño degolpe.- No lo hagas querido... - gritó Martina desde la cocina.
- ¡Déjame! - le contestó Jorge desde el lavabo. Martina negó con la cabeza y subió las escaleras. Abrió la puerta dellavabo. Se acercó a Jorge.
- Madre mía. - jadeó ella en ver la enorme erección de Jorge.
- Eso mismo... - él le alzó la cara, agarrándola por el mentón. - podemosterminar ahora este juego... - suspiró, acercándose a su rostro. - aquí mismo.- Se sentó en la taza del váter y palmeó sus muslos. - vamos mi amor... estaslista para mi... lo deseas...-Martina se giró.
- No, no y no. Pasado mañana es nuestra boda. Si he aguantado seis días sinhacerlo, voy a aguantar hasta la noche de bodas... - le guiñó un ojo y salió porla puerta. - No hagas nada que lo noto.
Martina movió las caderas al ritmo de la música. Hoy era el día, el día era hoy.Movió el cepillo de dientes al compás del ritmo de la música dance que escapaba dela radio. Se pasó un dedo por el bordado de la braga, acomodándose y se quitó eljersey. Jorge no estaba. Había pasado la despedida de soltero a saber dónde yhabía dormido en casa de Ruggero. Vaya par. Escupió y enjuagó. Fue con tan solounas braguitas puestas hacia la habitación, cogió la ropa limpia y se metió en labañera. Algo relajante después de una buena despedida de soltera... vestida deconejita Play Boy, secuestrada a un club de gigolós strippers... mmh. Eso solo hizoque torturarla más. El corazón le latía con fuerza, contra el pecho. Tenía un vestidode novia precioso, perfecto, y aún se preguntaba cual sería la expresión de Jorge,que sentiría él en ese momento... o tan solo justo ahora... ¿Qué estaría haciendo?
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Protegeme 3 - jortini (hot)
RandomYa saben sus nombres, ya saben la misión de Jorge Blanco...proteger a Martina Stoessel y ahora a su pequeña niña Naiara. Amistad, romance, peligro, secretos y más cosas se aproximan ¿te animas a ser parte de está nueva etapa en la vida de Jorge Blan...