- Aquí es. – dijo Martina dejando las maletas al suelo.
- Hermosa casa. – sonrió Jorge, mirando hacia arriba. – y justo al lado de la playa. Qué bonito.- Se acercó a Martina y buscó su boca. - El besito que te di este medio día no sacia mis ganas… - murmuró contra su boca. – no sabes cuánto he echado de menos estos labios…
- Jorge... - Martina se sintió jadeante. Dejó ir su bolso y buscó las llaves a toda prisa. - ¿Qué pasa? ¿Quieres estrenar ya la cama de la habitación?
- Claro… - dijo, metiendo la mano por la falda de ella, rozando el borde de sus braguitas, pellizcando una de las nalgas. – Mmh… es de noche, el cielo está medio nublado ¿Dónde quieres ir? Espera mejor a mañana para ver el panorama de la bella Argentina…
- Si, será mejor. – La puerta se abrió. Jorge metió las maletas de golpe en la casa y abrazó a Martina. Apretó su cintura contra él. Buscó su espalda, le quitó la chaqueta. - Mi esposa… - susurró contra el cuello femenino. – mi mujer, mía…-La respiración de ella se acelero. Dejó que Jorge la agárrara en brazos. - Llevo toda la semana como un jodido perro en celo… - dijo jadeando. Martina estaba divertida, viendo como Jorge buscaba desesperadamente la habitación. – te tengo. – abrió una puerta. – No, mierda.- Se adentró por otro pasillo. - Ahora si. – abrió la puerta. Ahí estaba, esplendida y enorme, cama matrimonial. No se fijó ni en lo bonita que era la habitación. Tumbó a Martina con delicadeza encima del colchón y se quitó su chaqueta. La dejó a un lado. Seguido, el jersey.
- Mmh… deja que eso lo haga yo.- Martina se agachó para desabrocharle el cinturón y bajarle los pantalones.
- No se vale, tú aún vas vestida. – la levantó y, entre besos, más caricias, le subió el jersey, le bajó la falda. Jorge tubo un escalofrió, se estremeció al sentir como algo helado bajaba por su espalda.
- Oh… te ves tan… sexi. – murmuró Martina.
- ¿Quieres jugar? – dijo Jorge, arrebatándole el cubito de hielo. - ¿de dónde lo has sacado?
- Del minibar de la habitación. – dijo ella. – es que no te fijas en nada. – negó con la cabeza.
- Mmh… Veamos… - Jorge ocupó la boca de Martina con otro beso. Succionó su labio inferior hasta dejarle una marca morada. El sujetador, fuera.- ¿Cómo están mis estimados pechos? – Dijo él divertido. Y pasó el cubito de hielo por uno de los pezones. Martina gimoteó cuando Jorge posó su caliente boca en ese mismo. Contraste, calor con frío, exquisitas sensaciones…
Jorge succionó el pezón con fuerza. Martina pasó la mano entre sus cabellos. Se arqueó como nunca. Él repitió la acción con el otro pecho. Martina se separó.- ¿Sucede algo? – dijo Jorge, relamiéndose.
- Jorge… - jadeó ella. – siento como corre por mis piernas… - se mordió el labio, inocente. La polla de él palpitaba, luchando por salir del bóxer. Él no sabía a que se refería en esos momentos. Toda la sangre de la cabeza le había bajado a la otra cabeza… Volvió los ojos hacia abajo y vio como los jugos de Martina se escurrían por sus muslos. Pareció llegar en ese mismo momento al éxtasis. Jorge gimió. Martina había llegado al orgasmo con sólo unas caricias.
- ¡Santo cielo! – dijo pasándose una mano por el pelo. – Dios, Martina...-Se acercó de nuevo a ella y le besó la boca con furor. Estaba hambriento, y eso solo había hecho que su apetito carnal aumentara. La echó a la cama. - Estás tan empapada… - dijo frotando las bragas de ella. – Di que me deseas…
- Te deseo… - gimoteó Martina. – fóllame ya… lo necesito…
- Sabes que es lo que más quiero en estos momentos. – dijo despegando las braguitas de Martina de su dulce coño. – pero te haré esperar un poco más…- Ella se quejó. Jorge no hizo caso y se inclinó para besarla toda. - Mmhh.. mi vida, echaba tanto de menos este sabor tuyo en mi lengua… - recorrió la tripa de Martina con esta, dejando un leve rastro de saliva y se centró en el ombligo. Lo besó, por su alrededor. Reprendió el camino de besos por el monte de Venus. – Dime que es lo que quieras…
- Humhh… todo lo que tú me des…
- ¿Y si no te doy nada? – Jorge vaciló. Martina se quejó de nuevo, la hacía esperar demasiado. – Dímelo nena, y lo tendrás. Quiero oir esas sucias palabras escapar de tu boquita.
- ¿Qué quieres que te diga?
- Lo que quieres que te haga con la boca…
- Ya lo sabes…
- Quiero escucharlo salir de ti… - suspiró. – eso hace que mi polla aumente más y más… no sabes lo duro que estoy…- Martina jadeó al sentir lo grosero que Jorge se había puesto. Esa noche la cama iba a arder.
- Quiero que…
- ¿Qué…? – la ayudó Jorge. - ¿Quizás que te chupe…? ¿Mmh?
- Si… - jadeó de nuevo ella.
- ¿El que? – Jorge le pellizcó el pezón. - ¿Por aquí, quizás? - Martina negó con la cabeza. - ¿Entonces, nena? Sigo esperando…
Voten y comenten que tal.
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Protegeme 3 - jortini (hot)
RandomYa saben sus nombres, ya saben la misión de Jorge Blanco...proteger a Martina Stoessel y ahora a su pequeña niña Naiara. Amistad, romance, peligro, secretos y más cosas se aproximan ¿te animas a ser parte de está nueva etapa en la vida de Jorge Blan...