capítulo 47: El final

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Las ramas se estampaban con facilidad y dureza contra el cristal del precioso y caro coche. Pero a él le daba igual. Gotas de lluvia empezaron a chispear contra el parabrisas. Para colmo, algo se cruzó en el recorrido de Jorge. Él frenó de golpe. Respiró hondo. Abrió la puerta y sacó un pie fuera. Las botas se hundieron en el suelo, ya empezando a ser barro. Observó el coche. No lo había ni rozado. Empezó a sentir humedad en sus hombros. De repente...

- ¡Papá! - Jorge se llevó el susto de su vida. Abajó la mirada. Naiara. Naiara, Naiara... Naiara lo abrazaba, Naiara estaba llorando, pero estaba viva. La agarró en brazos. Jorge empezó a llorar. No pudo aguantar más las lágrimas, la emoción de tenerla de nuevo, la rabia que sentía al saber que ahora era Martina quien estaba en manos del idiota de Alexander. Naiara abrazó la cabeza de su padre. Ella también lloraba. Estaba horrorizada, tenía miedo. Jorge sentía como temblaba. Hacia frio, estaba oscuro. ¿Qué hacía ella en medio del bosque? Se metió en la parte de atrás del coche, junto con Naiara. La tapó con una mantita.

- Mi vida... - murmuró Jorge, apartándole los mechones de pelo hacia atrás. La pequeña Naiara tenía algunos cortes. - ¿Quién te hizo esto? - dijo acariciando el bracito de su hija.

- Un hombre. - Naiara hizo puchero. - tengo miedo, papá.

- Ya no tienes por qué tenerlo, mi niña, estás conmigo... conmigo no te pasará nada... - la abrazó. Naiara se alzó un poco para besar la mejilla de Jorge. Él la miró.

- Me da igual que rasques. Te quiero. - sonrió. Y Jorge volvió a tener fuerzas. Volvió a sentirse vivo, acompañado. De su pequeña.

- Naiara. - la llamó. Ella lo seguía mirando. - Vamos a matar al hombre que te hizo esto.- Naiara rió. Y dijo algo que Jorge no se esperaba.

- Si. - asintió. - Vamos a matarlo... y a rescatar a mamá.- Las ruedas se embarraron, el parachoques se ensució. Jorge se ató a Naiara a la espalda y cogió su Ak-47. Caminó por el patio que había en frente de la gran mansión. La puerta estaba abierta, y por el corredero, había distintos hombres. Tirados en el suelo. Muertos. Jorge suspiró, hubiera sido un gran trabajo tenerse que encargar de todos aquellos hombres y después cargarse a Donovan. Gracias, Alba.

Avanzó por el llamado territorio enemigo. Se detuvo en frente de una puerta. Sintió gemidos de dolor. Sabía lo que hacía Donovan. Sabía lo que le gustaba: coleccionar mujeres muertas. Sabía lo que hacía antes de follárselas. Jorge estaba decidido a abrirla, cuando escuchó cómo Martina le escupía unas buenas palabras.

- Yo maté a Clara y a la puta de Stephie. - le dijo, mientras más jadeos se escuchaban. La sangre le bulló en las venas. No quería ver como torturaban a su mujer. Martina tosió. - pero Jorge te matará a ti, jodido hijo de perra. - volvió a toser. Jorge sabía perfectamente a que se debía esa tos... ella, su mujer, su amor... estaba vomitando. Y apostaba a que era sangre.

- Me dan igual ese par de zorras. Clara ya me dio lo que necesitaba. - Jorge dedujo lo que sería una bofetada. En carne desnuda. Miró hacia Naiara, que a la vez, ella lo miró a él.

- Prepárate, mi vida... lo que ahora vas a ver, no será nada agradable.- Jorge abrió la puerta de golpe. Observó que Martina estaba en una punta del salón, atada. Así que disparó. Disparó, disparó. Si le daba bien. Si no, Donovan, se enteraría de quien había llegado. - ¿Dónde te has metido, pedazo de mierda? - Martina sonrió al ver que Jorge había llegado. Más aún, al ver que Naiara iba con él.

- Santo cielo. - dijo, cayendo rendida. - ahora ya estoy tranquila.- Su corazón volvió a acompasarse, a ritmo lento.

- ¡Martina! - Jorge la miró. - por lo que más quieras, no te duermas. No te duermas, mi vida..-Ella estaba envuelta en una capa de sangre. El jersey estaba manchado, los pantalones rajados. Y con ellos, sus piernas. Había perdido mucha cantidad de sangre... si se dormía, lo más probable, era que no volviera a despertar.

Protegeme 3 - jortini (hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora