Capítulo 3: El viaje

6.9K 275 10
                                    



- Recuerda que mañana... - Jorge miró el reloj. De nuevo, ese rápido polvo se había alargado dos horas. - Es decir, hoy... tenemos la cena con mis padres.

- Si, y este sábado, con los míos. - suspiró Martina. - Eh... te recuerdo que mi familia...

- Es especial, ya me lo dijiste. - besó sus labios, y acarició la cintura de ella, desnuda. - Es obvio, por eso ha salido una hija tan especial...


Ella sonrió, pero pronto abajó la mirada. - Pero, cariño, no me refiero a eso. No veo a mis padres des de que me trasladé a Los Ángeles. Ahora ellos vienen des de Canadá para... para que les presente a mi futuro marido, y a mi hija... - suspiró. - Y son... diferentes. Intento que sepas...

- No te preocupes. - dijo callándola con un beso. - Te amo ¿lo sabías?

- No. - dijo ella haciendo puchero.

- Al final si tendré que castigarte por ser mentirosa. - dijo juntando de nuevo su cuerpo desnudo al de ella y apretando una de las suaves y blancas nalgas de Martina.

- Castígame, machote. - sonrió ella. - Ah, por cierto, ni se te ocurra planear la luna de miel. Me toca a mí sorprenderte.

- ¿Más aún?

- ¡Siempre eliges tú los viajes! Me toca a mí.

- Bueno... mientras sea contigo... me pierdo en la nada, si hace falta. - besó su frente. - ¿Y dónde me llevas, mi querida esposa?

A Martina se le puso la piel de gallina al escuchar eso

-No te lo diré, es una sorpresa.

- Vamos, no podré aguantar dos meses... - dijo él, poniendo cara de pena. - ¿Dónde vamos? - sonrió, colocándose encima de ella y mordiendo su tripa.

- ¡Jorge!

- Yo se que te gusta. - dijo rozando su piel con ligeros lametones. - vamos, dímelo, si no...

- ¿Si no que?

- Te torturaré... - dijo empezando a hundir su boca en su entrepierna. - y te aseguro que lo sé hacer...

- No, ¡Jorge! ¡Jorge...! - gimoteó ella. - para, para... - rió. Jorge apoyó su barbilla en su monte de Venus. La miró. Desde allí tenía una visión perfecta de sus pechos.

- Te ves tan rica... - murmuró. - me estoy poniendo muy duro... - dijo acomodándose debajo de la sabana. - mierda, me molesta y todo.-Los dos rieron.

- Vamos... debes adivinarlo... - dijo Martina acariciando su pelo. No se dejaron de mirar. Jorge subió un poco.

- Nos vamos a... Moscú. - dijo besando uno de los pechos. Martina negó.

- No a Rusia, ¿después de todo? Ni loca. - Jorge besó el paso de entre sus pechos, justo donde había una pequeña peca.

- entonces... a Alemania.

- No... - dijo ella sonriendo, disfrutando de sus besos. Jorge siguió besándola, mientras iba nombrando algunos lugares.

- ¿Austria? - ella negó. - ¿China? - los dos rieron de nuevo. - ¿Qué? ¿Japón? - inclinó su cabeza y la miró, volviendo a su altura. - ¿No querrás ser mi geisha?

- Lo soy, cada día. - dijo Martina, acariciando su mejilla. - Y no, no a Japón.

- Buf, pues no sé. - se quedó pensativo. - ¿ne sera pas a France, mon amour?

- Te cómo. - dijo Martina divertida. - tus acentos me ponen. - admitió.

- Oh... ¿des de cuando la pequeña Tini dice tales cosas?

- Desde que dejó de ser tan pequeña. - y mordió una de sus orejas, juguetona. Jorge se rió.

- Para mi sigues siendo mi pequeña. - volvió a morderle la barriga. - Y bien, ¿me dirás a donde vamos?

- Te doy una pista... - dijo Martina medio ronroneando. - No hace falta que te vayas tan lejos... no a la China. - se rió. - Ni a Japón, ni a la India.

- ¿Entonces es por aquí? - sonrió Jorge. - ¿Las Vegas? Oh. - gimió. - mi nena y yo... una semanita en la ciudad del pecado, fantástico. -Martina se rió.

- No, tampoco está tan cerca. - dijo cogiéndolo de las mejillas y estirándose para besarlo.

- Hum... - Jorge agachó la mirada. - No se, vida, se me terminan las ideas. - suspiró. - ¿Miami? - Martina negó. - ¿Cuba? ¿México? ¿Colombia? Son países hermosos. - sonrió Jorge.

- Si, lo sé... te acercas... pero no. - dijo finalmente. Jorge arqueó las cejas.

- Oh, ya se. - sonrió. - Ya se, ya se, ya se...

- Dime... - susurró ella.

- Argentina... - dijo él con un rintintín.

- Premio. - sonrió ella. Jorge la besó.

- Me gusta. - terminó por decir. - me gusta, me gusta mucho.

- Quiero hacer el amor contigo en el interior de las cataratas de Iguazu, visitar san Carlos de Bariloche... alquilaré un chalet allí, para pasar esa Luna de Miel, esplendida, perfecta. - sonrió ella.

- Lo haremos. - reprendió Jorge. - no te preocupes, tu pon el lugar... que yo pongo el resto, gatita.


Bueno este es un nuevo capítulo espero que les haya gustado

Protegeme 3 - jortini (hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora