Epílogo

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Jorge besó a Martina. Ella pudo sentir el suave tacto de sus labios, el dulce sabor mezclado a una pizca de whisky de su bebida. Mientras de fondo, las risas de Mercedes y Ruggero.

- Madre mía, como pasa el tiempo. - dijo su amiga. - Hace nada, estábamos todos... ¡todos! Llorando en el hospital, ¡pensábamos que te ibas a morir!

- Mer, por favor... de eso ya hace ¿cuánto? ¿doce años? Si, cuando Nai tenía cuatro. - Ruggero sonrió.

- De igual modo, ¡tendrías que ver la cara de Jorge cuando dijeron que no tenían sangre suficiente del grupo 0 positivo.

- Cállate... ¡estaba preocupado!

- Si, y yo fui tu salvación. - dijo Ruggero señalándose a él. - Ah... que suerte que yo llevara la sangre indicada ¿no? - Mercedes asintió.

- Mi niño, siempre tan... tan.

- ¿Tan que, mi vida? - Agarró a Mercedes por la cara y la besó.

- Tan perfecto. - sonrió. - por eso me casé contigo.- Martina negó con la cabeza. Mercedes la miró. Sonrió.- ¿Al final donde pasaran las vacaciones? - Jorge miró a Martina. Rió. Ella hizo puchero.

- No lo sé, esta vez le toca elegir a él. Y no quiere decírmelo. - ladeó la cabeza. - ¿No será en Argentina? - Jorge negó con la cabeza.

- No te lo diré... - dijo con un rintintín gracioso. - Eh, ¿Y Naiara?- Ruggero se estiró en su hamaca. Mercedes se encogió de hombros.

- No sé, debe de estar con Bruno. - rió. - bañándose en el río. - ahora, suspiró. - Eso de estar bien entrenados y todo el rollo de agentes, espías, los tiene en forma ¿eh?

- Claro. - Jorge rió a su vez. - Algún día mi hija será tan buena agente como yo y su madre. - terminó entrelazando los dedos con Martina.

Naiara se quitó el jersey. Se bajó los pantalones. Y se lanzó de cabeza al río. Bruno la mojó. Ella hizo una voltereta al agua. Se colocó bien el bikini.

- Si no es porque somos algo así como familia - rió Bruno. - ya te hubiera metido en mi cama, chica de los ojos verdes.

- Oh, yo creo que es porque le tienes miedo a mi papá. Chico de los ojos azules. -Los dos terminaron por reír, a carcajadas. Bruno se encogió de hombros.

- No lo sé. Antes de que me mate, tengo mucho por vivir ¡solo tengo dieciséis años! - y volvieron a reír, Naiara se tiró el pelo hacia atrás. Vio como alguien aparecía, entre los matorrales.

- Eu. - lo llamó. El chico rubio, con una mirada oscura... oscura, penetrante. Como el frío infierno; aunque él, parecía un ángel. Un ángel caído. Sonrió y se acercó a la orilla del río.

- Hola. - le sonrió simpática ella.

- ¿Qué haces por aquí? Nunca te había visto.

- Soy nuevo. - admitió el chico. Bruno le tendió la mano.

- Oh, bienvenido al estado del pecado, cowboy. - rieron. - yo soy Bruno.

- Y yo Naiara. - ella se alzó para darle dos besos. - encantada. - ladeó la cabeza. Algo extraño sucedió, alguna conexión anormal, entre ellos dos. Como si ya se hubieran visto en otra vida.

- Igualmente. - le dedicó otra tierna sonrisa. Naiara quedó cautiva por el nuevo inquilino. - Yo me llamo Gabi. Gabriel Donovan.

¡bien! Éste si es el final...lamento hacerlas "sufrir" de alguna forma pero ¡vamos! Necesitaba subirlo unas horas después para mantener el suspenso. Lo siento no me maten. Las quiero.
Y hoy les subiré el prólogo y un cap de la nueva historia Jortini "Princesa de la mafia". Nos leemos luego.

Protegeme 3 - jortini (hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora