Capítulo 39: Amigos y Discursos

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- ¿Pues qué voy a decir de Jorge? - sonrió Ruggero. - ¡Que es un hombre genial! Que... - puso cara sentimentalista. - Que ya llevamos once años juntos.

- ¡catorce! - Corrigió Jorge.

- cartoce años juntos - lo abrazó, Jorge se zafó, riéndose. - No te rías, de veras, apóyame, que este es mi primer discurso de padrino.

- ¡Tu primer y último!

- No digas eso hombre, si en verdad... - le guiñó un ojo.

- Vaya par de gays. - musitó Mercedes.

- Te he oído, nena. - le dijo Ruggero.

- ¿Quieres terminar ya el jodido discurso sobre Jorge? Me toca hacer el de Martina - se rió Mercedes.

- Bueno, a lo que iba. Ahora en serio. - suspiró. - Llevo once..

- CATORCE RUGGERO. SIEMPRE HAS SIDO UN IDIOTA EN LAS FECHAS.- dijo Jorge y puso cara de indignado.

- Bueno..bueno amor, llevo CATORCE largos años conociendo a Jorge Blanco. Lo único que puedo decir de él es que es una de las mejores personas que hay sobre esta tierra.- Martina sonrió, prestando atención a lo que decía Ruggero. - Que gracias a él he vivido cosas que no se irán fácilmente de mi memoria. Espero que a estos catorce años se les añadan mucho más, porque es mi mejor amigo, y lo seguirá siendo por mucho tiempo... También hace falta renombrar la vez que me salvó la vida. - sonrió. - gracias por todo Jorge. - miró a Martina. - disfrútalo, ahora que es todo tuyo. - se sentó, pero se acordó de algo. - Y, me dejaba lo más importante... ¡Que pedazo de hombre tenemos aquí! - dijo señalando a Jorge. - ¡Nene, que sexy estás con ese traje! - Todos los invitados rieron. - ¡Un brindis por Jorge! - dijo Ruggero, alzando su copa de champán.
Mercedes se levantó dos minutos después.

- Atención. - llamó. - ¡Atención! - dijo de nuevo. - Creo que es hora de que yo hable un poco de mi mejor amiga. - ladeó la cabeza. - gracias por hacerme madrina de tu boda. - le susurró a Martina. - Tampoco tengo mucho que decir. Tan solo de verla, uno ya se hace a la idea de cómo puede ser. La primera vez que la vi yo, fue en primero de bachillerato, cuando las dos empezábamos los estudios secundarios... - sonrió, Martina se empezó a emocionar. - ella... ella es una mujer excepcional. Yo cuando la vi, pensé... ¡Mierda! ¡Alguien que me hace la competencia! Todos le iban detrás en el instituto.- Jorge se aclaró la garganta. Mercedes rió. - Pero ha encontrado a alguien que supera a todos aquellos de instituto. - dijo poniendo énfasis en las palabras. - Estoy orgullosa de que haya encontrado al fin al hombre de su vida, a ese que la hace feliz. Porque sinceramente, no había visto nunca a Martina lucir tal sonrisa en su rostro. Es feliz, sé que es feliz. - asintió. - Ella es una mujer que se esfuerza por todo lo que hace, que lucha el día a día por lo que quiere, que no se rinde nunca, nunca... que prácticamente lo tiene todo, aparte de que a veces puede ser un tanto terca y celosa. Y aun que sea una mujer, se porque Jorge se enamoró de ella. - sonrió. - un brindis por la novia más guapa del mundo. - y ahora fue ella la que alzó la copa. Todos, todos disfrutando del banquete de la boda Blanco.

- Entonces, aquí está todo. - dijo Martina dejando la maleta en el suelo. - la ropa, los zapatos, su peluche... ¿estás segura que no quieres que deje a Naiara con mi madre?

- No, no te preocupes, Ruggero me ayudará. Ahora pasamos más parte del tiempo juntos. - sonrió.

- ¿Están saliendo?

- No aún... el otro día nos acostamos y...

- ¿Qué? - Martina chilló. - ¡Cuéntamelo, cuéntamelo!

- Pues nada, que yo iba como una cuba y me llevó a su casa, por que resulta que me dormí en su coche... y cuando me desperté... me lo encontré a mi lado. Yo pensaba que me había acostado con él aquella noche, pero me dijo que por mucho que le gustara, él no me haría nada estando borracha...

- ¿Y...? - Martina alzó las cejas.

- Sabes lo burra que soy... lo encontré tan tierno... y a la mañana, despeinado, sin camisa... tan sexy... que nos empezamos a besar... él empezó a quitarm...

- Bueno, bueno, con eso es suficiente. -Martina hizo una mueca. - Pero, ¿Es bueno?

- ¿Qué si es bueno? - Mercedes puso los ojos en blanco. - el mejor polvo de toda mi vida.

- Oh dios, eso lo ha aprendido de Jorge.

- Que te lo crees tú, en todo caso será Ruggero que le habrá dado clases de 'como follarse a una mujer'.

- Si, si... - Martina hizo un gesto con la mano, queriendo decir 'déjalo estar'. - Me voy, que el avión sale en una hora. Te quiero, nena. - le dio un beso a la mejilla y subió a su mini. - nos vemos dentro de cinco días... cualquier cosa me llamas ¿sí?

- Intentaré no molestarte. - rió Mercedes. - pásatelo bien, niña santa.

Voten y comenten. Siento la tardanza. Feliz día del amigo para todas ustedes. Las quiero

Protegeme 3 - jortini (hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora