CABELLOS NEGROS. ©

33.

—¿Estás seguro de lo que me estás diciendo, Mike?

—Lo estoy, me encargué de él por estos cuatro años, me asignaron como su psiquiatra desde el momento en que consideraron que había perdido el juicio. Mencionó que Petrus lo visitó y le confesó algo que fue capaz de descomponerlo.

—¿Te dijo qué fue lo que Petrus le dijo?

—Pasé los últimos años tratando de sacarle la verdad, pero no conseguí nada, está muy afectado, Steve, no lo conocí antes, pero puedo asegurarte que Vincent no está en sus cabales, no sé qué haya pasado con Petrus ese día, pero desde entonces, Vincent muestra rasgos preocupantes. 

Mike hablaba con Steve desde un teléfono público, aquel que estaba a tan solo unos metros de ese bar en el que había localizado a Vincent, desde que salió de prisión Mike lo había rastreado, dándose cuenta de que iba a ese lugar con frecuencia, así que decidió seguirlo.

—Tuve la oportunidad de hablar con Vincent hace mucho tiempo, me pareció un joven sensato, supo algunas cosas de Petrus, en su mayoría, algunos comportamientos indebidos hacia Samara.

—Lo seguí al bar de la octava avenida, está ahí, bebiendo solo.

—¿Por qué lo seguiste?

—Creí que estando en un lugar más cómodo podría ser capaz de hablar, en la cárcel era demasiado reservado.

—Probablemente, ¿pero qué método usarás? Recuerda ser cauteloso. Intenta persuadirlo, ¿cómo es la relación entre ustedes?

—He tenido peores pacientes, al menos Vincent es uno de los decentes, pude llevarme bien con él desde el principio, siempre estuvo dispuesto a recibirme en su celda para hablar.

—Esa es una buena señal. Haz algo. Entra al bar, habla con él, haz que parezca casual, que no piense que fue un encuentro calculado, trata de persuadirlo, dile que hay pruebas referentes a Samara para delatar a Petrus, dilo así, directamente, sé que Vincent estará interesado en eso.

—¿Crees que sea lo correcto?

—Sé por qué te lo digo, Vincent fue el novio de Samara, está involucrado en esto directamente, tal vez sepa algo que nosotros no, y nos sea necesario para abrir el caso contra Petrus, ya que hemos decidido proceder con eso en vista de no tener alguna prueba que lo implique en lo que pasó esa noche con Emeritus.

—¿Le enviaste las copias de la confesión a Connor?

—Todavía no, quiero estar seguro de que esa confesión sea real, aunque no tengo dudas, pero ya sabes cómo funciona esto, debemos tener un plan A y un plan B.

Ava y Steve se reservaron esa información durante cuatro años, pero tenían sus razones para hacerlo.

—¿Debo suponer que Vincent es el plan B en esta misión?

—Así es. No te preocupes por Connor, él cree que la investigación de Petrus fue congelada, recuerda que él siempre pensó que estaba loco por sospechar de un hombre que parecía no hacer daño alguno.

—Sí, lo sé.

—Entonces opera de esa manera, no creo que Vincent haya terminado así de afectado por cualquier tontería, Petrus tuvo que decirle algo ese día.

—Su actitud no es normal, es como si escondiera algo, no es tan hábil disimulándolo. Lo haré de esa manera, si logro persuadirlo, ¿lo llevo a la estación?

—No, no tenemos el apoyo de la fuerza y Connor no está enterado de esta operación encubierto, mejor veámonos en un lugar más privado, yo te enviaré la dirección.