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—Más de quince años, Steve, quince largos años. La obsesión que tienes hacia Petrus se vuelve cada vez más enfermiza, acepta de una vez que no estuvo involucrado en la muerte de su padre, fue un suicidio producido por el veneno para ratas que vendía en su propia tienda de abarrotes, todo indicó que él mismo lo provocó, las huellas dactilares en el frasco eran suyas, se encontró presencia de veneno en el té que siempre solía tomar, no hubo nada que lo implicara, ni a la madre.

—Pero las declaraciones de Petrus y de su madre eran inconsistentes, tú lo supiste.

—Sabías muy bien que Emeritus Stoddard trataba de una forma al hijo, de otra forma a la madre y a su pequeña hija, tú mismo encontraste sus reportes psiquiátricos cuando investigaste más a profundidad sobre él, trastorno de la personalidad antisocial, recuérdalo.

Todo indicaba que también el padre de Petrus sufría ese trastorno.

—Pero no habían registros de depresión.

—¿No cabría la posibilidad de que nunca presentó rasgos, pero en realidad sí lo padecía?

—No discutiré eso, Connor, pero quiero darte algo, la prueba de que Petrus sí escondía algo, la prueba de que él es capaz de cometer un crimen.

Steve dejó una carpeta sobre el escritorio, cuando Connor miró la carpeta alzó una de sus cejas y su cuerpo se inclinó hacia adelante para aproximarse al escritorio, sus manos tomaron la carpeta, al abrirla, encontró varias páginas con letras impresas que estaban redactadas a puño y letra.

—¿Qué es esto?

Tomó aquellos papeles como si fueran algo irrelevante, restándoles importancia.

—Léelos.

Connor se colocó sus gafas para emplear la lectura. Su mirada cambiaba a medida que leía, ya no era la incredulidad la que lo dominaba, sino, la repugnancia. No imaginó que ese chico al que vio aquella vez en la estación fuera capaz de hacer algo así. Al terminar de leer, dejó la carpeta en el escritorio y se quitó sus gafas, estaba atónito.

—¿Puedes verlo ahora? —cuestionó Steve— Ava obtuvo esa confesión del diario personal de Petrus.

—¿Ava?

—Ha estado por más de cinco años en una misión encubierto.

—Yo no he autorizado ninguna misión encubierto, Steve, ¿están operando por su cuenta? —el tono de su voz cambió. No estaba enterado de que ejecutaban esa misión a sus espaldas, saberlo no le agradó— Increíble, ¿guardas esta información para tu superior, Steve?

Su tono era cada vez más prominente, odiaba que sus subordinados pasaran por encima de él.

—Escucha, sé que estuvo mal ejecutar esta misión a tus espaldas, pero hemos obtenido esta confesión, incluso, tenemos un testigo que escuchó directamente de Petrus haber sido el causante de la muerte de Samara Rebiart.

—Aunque tengamos esta prueba se debe emplear una investigación rigurosa y eso llevará tiempo.

—Lo sé. Antes no fuimos capaces de conseguir nada, pero ahora tenemos algo por dónde empezar. Hace unos días ocurrió algo que me hizo sospechar, tal como en el caso de su padre, Petrus estuvo involucrado en el supuesto suicidio de Dagmar Davis, la madre de su hijo.

—Todo lo que involucre a ese muchacho te parece un supuesto. —Connor siempre criticó esa fijación tan inusual que Steve tenía con Petrus, o lo hizo hasta ese momento, leer esos fragmentos lo obligaron a cambiar su perspectiva— ¿De qué forma estuvo involucrado, hay pruebas que lo incriminen?

—No, pero sus patrones de comportamiento no han cambiado, se muestra apacible ante la situación, normalmente las personas que han sido testigos de un escenario como ese actúan diferente.

—De nuevo solo conjeturas. Tu mismo me has dicho que las personas se comportan distinto ante diversas situaciones, Steve.

—Sé qué es lo que te he dicho, pero no dudes de mis análisis, Connor. Los antecedentes de Petrus son una prueba fehaciente de lo que puede ser capaz.

—Steve, desconozco completamente tu campo psiquiátrico, solo soy el jefe de operaciones especiales, respeto tu trabajo como profesional, pero si decides continuar con esto debo advertirte que será un proceso largo, de abrir el caso contra Petrus Stoddard se tendría que estudiar sus antecedentes con cautela, reunir pruebas, analizar sus pasadas relaciones interpersonales y las actuales, no será algo fácil de tratar. Tu misión principal en aquel entonces era encontrar algo que lo implicara en la muerte de su padre, pero no encontraste ninguna prueba que lo incrimine, ¿cierto?

—No, Ava ha intentado recopilar alguna información pero no ha obtenido nada más que esa confesión.

—Ya que hablas de Ava, ¿hasta donde ha llegado su relación con Petrus? Hasta donde sé es su prometida. Mira, Steve, Ava es el miembro más joven de la fuerza, y discúlpame, pero no está tan capacitada como Mike o como Johnson para una operación de esta magnitud, puede ser susceptible, ambos sabemos que ella no maneja muy bien sus emociones a pesar de su entrenamiento. No fue cuidadosa. Si esta misión estuviera a sabiendas de mi superior nos habrían penalizado hace mucho tiempo.

Steve consideró decirle que también Mike los acompañaba en esa misión clandestina, pero prefirió reservar esa información, no quería perjudicarlo.

—Estoy consciente de eso. La he monitoreado durante todos estos años, puedo asegurarte de que no se ha desligado de su objetivo principal, ha procurado mantener un perfil bajo.

—¿Perfil bajo? ¿Tan bajo como ser la portada de ese álbum? ¿Tan bajo como ser el rostro de múltiples revistas por ser la pareja de Petrus? Ella opera en esa misión usando su verdadera identidad, se ha puesto en una posición muy comprometedora. —su ceño se frunció y sus brazos se apoyaron sobre la superficie del escritorio— ¿Qué ha sido capaz de hacer con tal de obtener información? ¡Comprometerse con un posible criminal! Cualquiera en su posición habría utilizado otro método, menos involucrarse de esa manera, Steve.

Steve no dijo nada, él tenía razón, Ava no había sido discreta.

—No confío en sus métodos, no me parece confiable, y esta jugada por parte de ambos será penalizada.

Steve solamente asintió aceptando el castigo, y es que no tenía potestad de objetar, había actuado mal al llevar a cabo esa misión sin el respaldo y autorización de su superior.

—Entiendo...

—Aún así. —mencionó Connor— Se debe corroborar la veracidad de las pruebas que acabas de entregarme. Es posible abrir una investigación para Petrus Stoddard.

Steve se mostró agradecido al escuchar las palabras de Connor.

—También tengo su perfil psiquiátrico. —se apresuró a decir— Y parte de nuestras sesiones que tomé la libertad de grabar, de igual manera contamos con las declaraciones de la madre de Samara y las del chico que fue su pareja en aquel entonces, quien actualmente es el testigo del que te hablé, todo indica que está dispuesto a testificar.

—Una vez más te repito, Steve, este caso no será nada fácil, ha pasado mucho tiempo, se debe verificar la veracidad de esta confesión, no debe estar manipulada, debe ser legítima. El solo verificarla llevará tiempo.

—No importa, en tanto sea posible proceder.

—Me encargaré de eso.

CABELLOS NEGROS. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora