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El cielo nocturno reflejaba a plenitud los destellos de las estrellas. Ava se encontraba en la terraza de la mansión, en la que había plantado algunas flores, convirtiendo ese lugar en su invernadero personal, pero, su estadía en ese lugar no era por las flores, sino, por el telescopio que Petrus le había obsequiado. Lo habían colocado justo al centro de la terraza, apuntando directamente al cielo. Ava trataba de mover el telescopio para poder apreciar el fenómeno astronómico que se vería esa noche.

Petrus subió las escaleras, llevando dos tazas de chocolate, una para él y otra para ella.

—¿Estás segura de que es hoy?

—He estudiado el calendario astronómico de octubre y puedo asegurarte que será hoy, solo debo ajustar el telescopio para poder apreciar la lluvia de meteoros con más claridad...

—A la izquierda, si quieres tener un buen campo de visión gira el telescopio hacia la izquierda y ajusta el ocular.

Él mencionó, recordando algunas técnicas que aprendió mientras estudiaba ciencias astronómicas en el instituto. Ava siguió su indicación, al hacerlo, obtuvo el ángulo que estaba buscando.

—¿Cómo dijiste que se llamaba el fenómeno? —volvió a hablar él.

—Lluvia de meteoros Leónidas. Supe que esto sucede cada cierto tiempo, es una suerte que podamos verlo juntos. —al decir esto sonrió y se acerco a él, para tomar su taza de chocolate— ¿Lo hizo Marta?

—¿Crees que yo no puedo hacer un buen chocolate caliente?

Ella volvió a sonreír, pero dudó por segundos.

—Estoy segura que sí. —sus labios se acercaron a la taza y le dio un sorbo— Está delicioso.

Petrus no dijo nada, simplemente se dirigió al balcón de la terraza para dejar su taza sobre la orilla mientras disfrutaba de la vista. Ava se acercó a él, dejando su taza al lado de la suya, y le miró fijamente.

—Petrus, no quise provocar esa discusión con Dagmar el otro día.

—Tenía que hablar con ella, ya no soportaba su comportamiento.

—Pero la forma en que le hablaste...

—¿Qué sucede con eso?

—Fue muy agreste y Landon lo vio.

—Lo sé. —Petrus suspiró y apoyó sus manos en la orilla del balcón mientras su cabeza se agachaba para ver al suelo— No quería que eso pasara, pero hablé con él, sé que es solo un niño, pero pareció comprenderlo.

—Es inteligente, lo que lo vuelve más receptivo, Petrus, debes tener cuidado con eso.

—Ya lo sé...

—¿Ella no te ha dicho nada?

—No.

En realidad, las llamadas y los mensajes de texto habían continuado. Hace un día le envió un mensaje, diciéndole que si no se reunían para hablar, ella sería capaz de quitarle a Landon e irse lejos con él. Haber leído ese mensaje lo descompuso, trataba de controlar sus impulsos, pero le resultaba difícil debido a la actitud reciente de Dagmar.

—¿Estás seguro?

—Por el momento todo está en orden —mintió.

Ava no confiaba en su respuesta, a pesar de que sus palabras sonaban convincentes, su expresión decía lo contrario, se miraba preocupado, incluso molesto al hablar de ella, así que decidió cambiar de tema.

—He pensado en nuestra boda... ¿Estás seguro de casarte conmigo, Petrus?

—¿A qué viene esa pregunta? ¿Tienes dudas?

Ava le hizo esa pregunta, ya que, tenía una mínima esperanza de que Petrus se arrepintiera de haberle pedido matrimonio, incluso, había una parte de ella que se arrepentía de haber aceptado la propuesta. Ava sabía que, si no terminaba con eso, la única que saldría perjudicada sería ella, lidiar con Petrus no era fácil pese a que con ella siempre ha actuado diferente, pero solo lo hacía como una forma de llenar esos vacíos, y de alguna manera, remediar, por medio de ella, lo que ocurrió con Samara en el pasado.

—No. —aunque realmente no estaba segura de eso— Creo que solo es la inseguridad de novia antes del matrimonio, nos casamos en un mes.

—Lo sé, estoy consciente de eso.

Lo que más le dolía era que Petrus jamás le había dicho te quiero o te amo, eso le reafirmaba cómo era él, pero aún así seguía ahí, su estado emocional pendía de un hilo estando cerca de él, su trabajo la estaba obligando a perder el control de sus sentimientos, tal como le dijo su padre aquella vez, muchos han caído ante los encantos de criminales.

Petrus había logrado meterse en lo más profundo de los sentimientos de Ava.

—¿Dudas de mí, Ava? He estado a tu lado por casi cinco años, te he demostrado mis afectos.

Afectos... No amor, no querer, solo simples afectos...

—Y aún así fuiste capaz de traicionarme...

—Pero me perdonaste.

—Lo sé, pero no lo he olvidado.

Que Ava hablara de esa forma le molestaba, sentía que cada vez que algo así pasaba se alejaba de ella, y no le gustaba, pensaba que eso era una clara señal de alerta, que le decía: Se alejará de ti, se alejará de ti, no la dejes ir... Por favor.

Petrus se acercó a ella abruptamente tomándola de la cintura, usó un poco de fuerza para poder alzarla, provocando que se sentara en la orilla del balcón, se colocó frente a ella, buscando cabida entre sus piernas, aferró su cuerpo al suyo con necesidad. Ava no tuvo tiempo de reaccionar.

—¿No soy lo suficientemente bueno para ti? ¿No te basta con tenerme, Ava? —su dedo índice se condujo a sus labios y los acarició, mientras que su otra mano buscaba cabida por debajo de su vestido— ¿No te basta con mis atenciones? ¿Mi calor humano, mis besos, mis caricias, mi tiempo? ¿No te basta?

Ava había identificado un patrón común en Petrus cada vez que ella hablaba de esa forma, siempre recurría al contacto físico, a un beso, a un abrazo, a hacerle el amor con tal de demostrarle que era de esa forma que podía estar con ella, como si sintiera miedo de que se fuera. Petrus era demasiado inseguro y necesitado de afecto, ella lo sabía, y en ocasiones lo utilizaba a su favor, sabiendo que él proyectaba a Samara en ella, era fácil manipularlo, al menos en esas circunstancias.

—Me basta, ¿pero a ti? ¿Te basta con esto?

—¿A qué te refieres?

—Con esta vida, ¿te basta ser así, te es suficiente?

Petrus frunció su ceño, tratando de entender a qué se refería. Ava miró hacia el cielo, notando que poco a poco se vislumbraban algunos destellos verdes, la lluvia de meteoros estaba por comenzar, así que logró bajar de la orilla del balcón para dirigirse al telescopio, él no supo cómo reaccionar ante sus preguntas, pero resonaron en su mente durante algunos minutos. Se mantuvo a su lado viendo los meteoros por el telescopio, no obstante, hubo algo que lo hizo estar de mal humor, Dagmar le llamó por teléfono en el momento menos oportuno, creyó que era algo relacionado a Landon, así que respondió la llamada mientras se alejaba de Ava, no quería que escuchara la conversación.

—¿Qué sucede, Dagmar?

—Deberías tener la decencia de responder mis mensajes o responder mis últimas llamadas.

—Si no me hablarás de Landon no tengo porqué hablar contigo.

—Sí, quiero hablar de él, pero quiero que hablemos en persona, Petrus.

—¿Le ocurrió algo?

—No, no le ocurrió nada, pero si no accedes a reunirte conmigo, algo podría pasarle.

—¿De qué mierda estás hablando, mujer? ¿A qué te refieres con que algo podría pasarle? Estás cruzando los límites, Dagmar.

—No te preocupes, nuestro hijo estará bien, aunque el afectado podrías ser tú.

—No me amenaces, no tienes porqué hablarme así, he sido un padre responsable, no un patán que ha abandonado a su hijo.

—El lunes, Petrus, si no vienes, no volverás a ver a tu hijo.

Dagmar colgó la llamada dejando a Petrus completamente molesto, sus últimas palabras no le gustaron en lo absoluto. No sabía por qué actuaba así, aunque, lo de la boda, y lo que Ava le dijo sobre que no estaba invitada provocó que cambiara su postura, esa tarde le dijo que ni siquiera le dejaría ver a Landon en la mansión, si Ava estaba ahí, ella no lo llevaría más.

Petrus tenía muchas cosas en qué pensar, pero lo principal era la ceremonia de mañana en Hollywood.
*  *

Petrus, James, Keanu, Markus y Ava abordaron el vuelo de la mañana rumbo a Los Ángeles California, era el día en que Radical RIOT tendría su estrella de la fama en el paseo de la fama en Hollywood, el viaje les llevó siete horas. Al arribar a Los Ángeles los aguardaron tres autos que los llevarían al lugar de la ceremonia de concesión, Petrus y Ava ya iban de camino, estaban a pocos metros de llegar al lugar.

En el trayecto, Petrus se mostró perdido en sus propios pensamientos, ni siquiera fue capaz de cruzar palabra con nadie en el vuelo, ni en ese momento, lo que preocupaba a Ava.

—¿Qué sucedió? Creí que Dagmar iba a permitir que Landon estuviera con nosotros este día.

—¿Crees que ella lo iba a dejar venir a otro estado si ni siquiera quiere darle permiso de estar en la mansión como acordamos?

—Está siendo demasiado injusta, Petrus.

—No confía en mí, o solo es para joderme porque no quiero estar con ella, me ha enviado mensajes y me llama pidiéndome reunirnos, pero no he accedido, mi responsabilidad es solo con Landon, no con ella.

—No solo te perjudica a ti, perjudica al niño al tratar de mantenerlo lejos, no me parece justo.

Ava reconocía que, pese a como era él, estaba siendo un buen padre, podía dar constancia de ello, ha sido testigo de eso cada semana por los últimos tres años.

—Espero que esto no se haya desatado por mí culpa, tal vez no debí decirle lo de la boda.

—Ya no pienses en eso, veré de qué forma puedo arreglar las cosas, pero ella no podrá alejarme de mi hijo, Ava, no voy a permitir eso.

Ava no supo qué decir, simplemente tomó su mano y la apretó, dándole a entender que lo apoyaba. Pasados unos minutos, fueron capaces de ver a los periodistas, paparazzi y camarógrafos al otro lado de un cordón rojo, al igual que a todo el público que estaba ahí mostrando su apoyo a la banda por ese día tan especial, muchos llevaban puesta la camisa de la banda, otros sostenían carteles de madera y papel con frases particulares, desde: Qué viva radical RIOT, hasta un: Petrus, Keanu, James, sean mis esposos. Los guardias de seguridad se mantenían alertas, procurando que nadie del público pasara más allá del cordón.

Una alfombra extensa se encontraba en el suelo. El auto aparcó justo al lado, dejando la puerta al frente de la alfombra, cuando Ava y Petrus salieron, caminaron sobre ella, todos gritaban al verlos caminar, estaban tan cerca de él que, muchas chicas, incluso chicos, trataban de acercarse, pero no podían. Petrus y Ava saludaban a la multitud, notando que James y Keanu fueron los próximos en llegar, también caminaron por la alfombra hasta acercarse a Ava y a Petrus, una vez que estuvieron ahí, Markus, quien ya se encontraba en el lugar, los presentó con un señor de distinguida apariencia.

—Es un gusto señores, soy Maurice Brice, quien les entregará formalmente su estrella, el protocolo a seguir es el siguiente, primero el discurso, y luego se procederá a revelar la estrella ante el público.

Todos se estrecharon la mano entre sí, y luego de que Maurice les diera las indicaciones los tres se acercaron al pódium que se situaba al centro, frente a este estaba la estrella de Radical RIOT. Petrus fue quién se situó cerca del micrófono, él hablaría primero ante todos.

—Un logro más para Radical RIOT, pero esto no sería posible sin ustedes, gracias a todos. —al decir esto la multitud gritó, aplaudió y silbó, pero luego se callaron— El camino a la fama puede resultar tumultuoso, en el proceso se sufren muchas caídas, pero juntos nos levantamos y supimos crear un soporte para seguir adelante. Son más de veinte años de trayectoria, no podemos sentirnos más felices de recibir este reconocimiento a nuestra carrera, hemos dejado nuestro sudor, nuestra sangre y lágrimas aquí.

James se acercó al micrófono.

—Agradecemos infinitamente a cada uno de los que nos han apoyado y a los que vieron poco a poco el crecimiento de Radical RIOT, agradezco a nuestro equipo y a nuestro formidable representante, Markus Steele, sin ellos gran parte de nuestro trabajo no sería posible, también dedico este logro a mi esposa que no pudo venir por circunstancias que se salieron de control, pero esto también es para ti, Barbie, quien siempre me ha apoyado en este proyecto.

—Para culminar. —dijo Keanu— Esto no es un final en nuestra carrera, es el inicio, y como Petrus dijo un día, Radical RIOT prevalecerá hasta que seamos tres viejos decrépitos que ya no puedan más. ¡Muchas gracias!

Tras el discurso los tres se dirigieron hacia donde estaba la estrella que estaba cubierta por otra estrella de acrílico. Maurice y una mujer de mediana edad tomaron el hilo de los extremos de esa estrella para halarla entre los dos y así revelar la verdadera apariencia de la estrella que estaba incrustada con firmeza en el paseo de la fama, hecha de bronce y terrazo, mostrando una insignia tallada de un disco de vinilo que representaba la música. Esa revelación fue la viva prueba de que Radical RIOT había pasado a la historia, conviviendo en ese lugar junto a los más grandes de la industria musical y el cine.

Mientras revelaban la estrella se reproducía de fondo la canción que llevó a la fama a la banda: La chica a través del túnel, tema que, actualmente, se había convertido en el menos favorito de Petrus.

Varios paparazzi y camarógrafos se encargaron de hacer varias tomas para capturar todo los detalles del momento, Petrus, James y Keanu colocaron sus manos sobre la estrella para poder ser fotografiados, luego, Markus se acercó a ellos llevando una estatuilla semejante a un cuadro, en la que estaba una pequeña réplica de la estrella, con la siguiente leyenda:

Paseo de la Fama de Hollywood.
Presentado a Radical RIOT.
En reconocimiento a su contribución a la industria musical.
22 de octubre, 1999.

Ava se acercó a ellos y los felicitó, a Petrus en particular, dándole un beso frente a todos, lo que provocó que los fans enloquecieran al verlos juntos.
*  *

[23 de octubre, 1999. No soporto a Dagmar. El ultimátum que me dio hace dos días me ha dejado un mal sabor de boca. No sé con qué intención planea hacerlo, pero intuyo que es un plan bien calculado que ha venido maquinando desde hace años, el hecho de involucrarse conmigo la hizo cambiar tanto que, ella ya no es la Dagmar que conocí en esa conferencia, tampoco es la mujer que se aventuró en una relación casual basada en simple sexo y retribuciones profesionales, sé que fue mi idea trascender más allá de lo profesional, pero ella no pudo separar las prioridades.

Usar a Landon me parece lo más bajo que una madre puede hacer, pretende usarlo en mi contra solo para chantajearme y conseguir algo de mí, quizás dinero, o mi amor, algo que nunca podré darle, algo que ni siquiera Ava ha obtenido de mí. El bienestar de Landon me preocupa, está en medio de todo esto. Creo que me estoy proyectando en él, estoy viendo en mi hijo a un pequeño yo que quiero proteger a toda costa.

Si protegerlo me conduce a hacer cosas que no son políticamente correctas, lo haré, los obstáculos deben eliminarse del camino, de raíz. No es algo que no haya hecho antes.

Tal como Dagmar, también he pensado en un plan.]

CABELLOS NEGROS. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora