31. Primera clase

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TODOS ENCONTRARON en la sala común de Gryffindor, una habitación redonda y acogedora, llena de cómodos sillones, una gruesa alfombra marrón frente a una chimenea encendida y aún más retratos adornando las paredes

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TODOS ENCONTRARON en la sala común de Gryffindor, una habitación redonda y acogedora, llena de cómodos sillones, una gruesa alfombra marrón frente a una chimenea encendida y aún más retratos adornando las paredes.

La prefecta condujo a las chicas a través de una puerta hasta sus dormitorios y el prefecto condujo a los chicos a través de otra.

En lo alto de una escalera de caracol (era evidente que estaban en una de las torres), finalmente encontraron sus camas que eran cinco contiguas con cortinas de terciopelo rojo oscuro.

Cada estudiante tenía un baúl pesado de caoba, un escritorio, un armario y estanterías junto a sus camas.

James compartió habitación con Sirius, Toby, Peter y un chico un tanto silencioso, que si mal no recuerda se llama Remus Lupin.

Todos los chicos estaban demasiado cansados como para ordenar las maletas y se fueron a dormir sin hablar mucho.

★★★

Al día siguiente, James se levantó más temprano para guardar sus cosas y dejar su parte de la habitación en condiciones aceptables.

Colocó cuidadosamente los libros de primero en la estantería, un póster de su equipo de quidditch en la pared y ordenó algunos pequeños objetos en su mesa de noche.

Bien, todo listo pensó mientras miraba alrededor de su nueva habitación, donde pasaría mucho tiempo.

Luego de ocuparse de sus cosas, notó que algunas de las cortinas de la cama se abrieron revelando las caras somnolientas de Sirius y Toby.

—Oigan, ¿vamos a desayunar? —preguntó James mirándolos a ambos con entusiasmo.

—No hables tan alto... —murmuró Sirius tocándose la frente.

Tuvo una noche llena de pesadillas.

Una cabeza gigante igual a la de su madre le gritaba y le decía que era una desgracia para la familia por haber quedado en Gryffindor.

—Vamos, hombre... ¡ponle más energía a la vida! —saltó James, agarrando una almohada grande y arrojándola directamente a la cara de Sirius.

¡Pam!

Sirius no tuvo los reflejos para esquivar y la almohada golpeó directo en su cara—. Maldita sea ¡De dónde sacas tanta energía! —maldijo agarrando la almohada y arrojándosela de vuelta a James.

—¿No es obvio? Empezamos nuestra vida de estudiantes. Por eso tengo energía —James la esquivó con agilidad.

Uno de sus mayores sueños era tener una vida escolar normal y corriente y ahora lo estaba cumpliendo. Era incluso mejor de lo que había soñado.

Yo soy James Potter [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora