44. Poción

940 146 1
                                    

Sábado 23 de septiembre de 1971

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sábado 23 de septiembre de 1971.

—¿Quieren desayunar algo? —preguntó Sirius al despertarse.

Como hoy era sábado y tenían todo el día libre, se despertaron más tarde de lo habitual. Sin embargo, Toby ya se había ido.

—No, en cuanto salga y Lily me vea, me dirá que empiece a enseñarles a Mary y a Toby —comentó James sacudiendo la cabeza.

—Toby sigue ignorándonos —Remus miraba la cama del niño más pequeño.

—Déjenlo hacer lo que quiera —dijo Sirius en tono molesto, habían intentado varias veces que volviera con ellos, pero siempre los rechazaba y el Black acabó por molestarse.

—Debe tener sus razones, intentaré hablar con él hoy.

James se acercó a abrir su baúl y a comenzar a sacar sus herramientas para preparar la poción.

Sacó su caldero de petre, la balanza de latón, el mortero, un frasco de vidrio, un pequeño cuchillo de plata y lo dispuso todo sobre una pequeña mesa en el centro del dormitorio.

Dejó su varita y finalmente comenzó a poner los ingredientes en el orden que debía—. Está bien, estamos listo —dijo con una leve sonrisa.

—Estás seguro de que nada explotará, ¿verdad? —preguntó Sirius preocupado, no quería que la habitación se dañara además de tener muchos objetos que apreciaba en los estantes.

—Es la primera vez que preparo esta poción, debería salir bien —James se encogió de hombros.

Sirius rápidamente se fue a guardar sus cosas en los cajones por si acaso.

—¿Cuánto tardará? Tengo hambre —Peter se deslizó por su cama.

—Una hora como máximo —dijo James mientras comenzaba a preparar la poción.

—¿Recuerdas la fórmula sin libro? —Remus lo vió con sorpresa.

—Como en el libro de primero no aparece tuve que anotar los pasos que recordaba pero repaso para no olvidarme.

A pesar de su buena memoria, no quería correr riesgos y en medio de la preparación, olvidar un paso y todos terminar explotando.

—Oye Remus, pon algo de música —dijo Sirius mientras tomaba una baraja de cartas.

Pronto, en un viejo tocadiscos comenzó a sonar una canción de los Beatles.

Sirius y Peter comenzaron un juego de snap explosivo mientras que Remus se puso a observar atentamente a James mientras preparaba la poción, ya que, la clase de pociones no era su fuerte y ver a James preparar una poción más difícil que las que estaban haciendo era una gran oportunidad.

1 hora después.

—El condimento final —dijo James mientras vertía el polvo de pulpo y se oía el glu-glu de la poción hirviendo.

Luego lo mezcló ligeramente e hizo un movimiento suave con su varita y la poción comenzó a tomar un color púrpura.

Sirius y Peter habían dejado de jugar y miraban junto a Remus el caldero que desprendía un humo con un olor excesivamente dulce.

—Si alguien entra a la habitación, pensará que es un dormitorio de chicas —dijo Sirius mientras olfateaba.

James vertió cuidadosamente la poción en recipientes de vidrio dejando el caldero vacío. Para sorpresa de todos, logró llenar tres frascos.

—Es más de lo que esperaba —dijo dándole uno a Sirius, quien puso una sonrisa malvada.

—¿Cuánto dura el efecto? —preguntó el niño mientras jugaba con el frasco.

—Debería durar unas cuatro horas por el polvo de pulpo.

La sonrisa en Sirius se amplió.

—El color y el grosor son como indica el libro —dijo Remus mientras volvía a comprobar las notas con James.

Sería muy peligroso si estaba mal y sin querer mataban a alguien.

—El lunes no debería ser el día en que hagamos la broma —comentó Peter y todos lo miraron con signos de interrogación sobre sus cabezas.

—¿Por qué? —preguntó Sirius, que quería ver lo antes posible a Rabastan y sus amigos con pelucas de flores durante cuatro horas.

—Será mejor dárselas el día que tenemos clase de pociones, de esa manera, podemos compartir clase y verlos con las flores —respondió Peter.

—¡Eres un genio Peter Pettigrew! —Sirius le dió unas palmaditas en el hombro a Peter.

Peter sonrió feliz, era la primera vez que Sirius lo elogiaba.

El desayuno no dura mucho y una vez que Rabastan y los demás tengan flores en sus cabezas correrán a las mazmorras para esconderse, pero deberán ir a clases ya que la poción es inofensiva y la única forma de que desaparezcan es que pase el tiempo.

—Buena idea Peter —dijo James con una sonrisa.

No había pensado en eso, sería muy divertido compartir una clase con Rabastan mientras preparaba una poción con flores en la cabeza.

James guardó los frascos con cuidado como si fueran sus bebés, luego, todos juntos salieron rumbo al comedor para desayunar.

★★★

Tan pronto como James entró en la sala común de Gryffindor, notó la mirada de desaprobación de Lily en su rostro.

—Tenemos que comenzar a enseñarles, no tenemos mucho tiempo —dijo la niña acercándose a él.

—¡Buenos días Evans! ¿Ya has leído tus quinientas páginas diarias? —dijo Sirius en tono burlón.

Lily miró a Sirius con el ceño fruncido pero decidió ignorarlo y seguir esperando la respuesta de James.

—Qué mala —Sirius fingió estar dolido.

—Voy a desayunar y lo hacemos —dijo James perezosamente.

—¿Desayuno? ¿A esta hora? —preguntó Lily estupefacta, mientras miraba el reloj de la sala de Gryffindor, solo para asegurarse de que no se equivocaba.

Era casi mediodía.

—Si, es que dormí más de lo habitual, nos vemos en un rato —dijo James mientras él y los chicos salían de la sala riendo en dirección al comedor.

Este chico pensó Lily irritada mientras regresaba a su mesa donde estaba leyendo un grueso libro de Astronomía.

—¿Qué pasó? ¿Aún no empezarán? —preguntó Jasmine, levantando la vista del libro.

—No —dijo Lily secamente, sin querer hablar del tema.

Jasmine esbozó una sonrisa, pero decidió no molestar a su amiga esta vez y dejarla estudiando.

Por otro lado, James quería que el desayuno durara lo máximo posible al saber que le esperaba una aburrida sesión de estudio con Lily Evans, Mary Macdonald y Toby Copper.

Cuando ya todos estaban llenos, no tuvo más remedio que volver a la sala común.

Sirius, Remus y Peter dijeron que explotarían el castillo ya que tenían todo el día libre, aunque deberían estar haciendo tareas.

Qué afortunados son pensó James mientras regresaba a la sala común y lo primero que vio al llegar, fue la mano extendida de Lily llamándolo.

Junto a ella estaban Toby y Mary.

Yo soy James Potter [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora