Había llegado el día del duelo y en estos dos días se corrió la noticia del enfrentamiento entre James Potter y Rabastan Lestrange.
Por un lado, la familia Potter considerada traidora a la sangre debido a su postura igualitaria hacia los muggles, mestizos e hijos de muggles. Sin embargo, sigue siendo muy antigua y rica.
Por otro, la familia Lestrange, que a diferencia de los Potter son parte de los Sagrados Veintiocho y no son considerados traidores por defender la supremacía de sangre y despreciar a los muggles, mestizos y sangre sucias.
Todos los estudiantes de primero estaban muy emocionados y ya querían ver el duelo. En cambio, los estudiantes mayores solo querían ver el choque entre estas dos familias.
Durante el desayuno muchos hablaron sobre quién saldría victorioso y la mayoría apostaba por Rabastan.
Aunque James tenía fama de ser talentoso, lo mismo sucedía con el Slytherin.
Además, después de escuchar a Rabastan leer la carta de la madre de James, nadie pensó que un chico que recibía tanto amor pudiera ser bueno en un duelo.
Lo mismo pasó con la mayoría de los que estaban en Gryffindor, aunque sabían lo bueno que es James y que siempre ganaba puntos. No creen que pueda vencer a Rabastan. Sin embargo, eso no significa que animaran a los de Slytherin.
—Malditos traidores —resopló Sirius mientras caminaban hacia el club de duelo, faltaban quince minutos para que todo comenzara.
—No pensé que dudarían de ti después de noquear a Mulciber y Avery esa vez en pociones —a Remus tampoco le hacia gracia que su propia casa dudara de su amigo.
—Deben pensar que fue porque los ataqué por la espalda —James no estaba molesto en absoluto—. Y Rabastan siempre demuestra que conoce hechizos más avanzados.
Para él, la victoria es una certeza y la verdadera pregunta es: ¿Cuántos golpes debe darle antes de derrotarlo?
—Bueno eso ya no importa —Sirius pasó el brazo por su hombro—. De todos modos gracias a ti me voy a hacer rico.
—¿Al final te has dedicado a apostar? ¿Eso no es ilegal Black?
—Solo si no me atrapan, Lupin —con una sonrisa se dirigió a James—. Muchos estudiantes han apostado sus preciados galeones, ¿Quieres saber cuántos van por ti?
—¿Cuántos? —preguntó con curiosidad.
—Solo el treinta por ciento —Sirius lo miró como si fuera una mina de oro.
Ahora que su madre le daba menos por haber deshonrado el apellido, le venía bien conseguir tanto de esa forma tan fácil.
James se mostró sorprendido—. ¿Tan poca fé?
Creía que tenía buena reputación, había ganado puntos para la casa varias veces y tenía un permiso especial para entrenar y tener escoba.
—No es que no tengan fé, pero Rabastan tiene una gran reputación, ya sabes, aunque no tiene permiso especial en quidditch es bueno en casi todas las materias —explicó—. Además que los Lestrange preparan bien a sus herederos en cuanto a duelo.
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Yo soy James Potter [Traducción]
Hayran KurguEdward es considerado el heredero más prometedor de la casa Rothschild, una dinastía europea muy poderosa; sin embargo, muere a la temprana edad de 15 años mientras salva la vida de un niño. Para muchos, sería una desgracia encontrarse con un destin...