59. Las 100 bombas

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James y Remus se miraron, habían olvidado la broma que Sirius quería hacer y como en este tiempo no habló del Joker no tocaron el tema

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James y Remus se miraron, habían olvidado la broma que Sirius quería hacer y como en este tiempo no habló del Joker no tocaron el tema.

—¿Si vamos a hacer esa broma? —Remus no estaba muy seguro.

—¡Claro que sí! ¿O alguien tiene una idea mejor? —preguntó Sirius con algo de enojo, pues había visto que los demás no estaban muy de acuerdo.

—Si nos atrapan, estaremos jodidos —empezó James y el Black lo miró con curiosidad, ya que su mejor amigo siempre había estado de acuerdo.

Pero antes de seguir, un niño llamado Thomas, de tez oscura y cabello corto, entró tambaleándose a la sala común y finalmente tropezó cayendo al suelo, llamando la atención de todos.

James se puso de pie y notó que las piernas de Thomas estaban pegadas, reconociendo de inmediato que se trataba del hechizo de las piernas juntas y que había tenido que venir saltando todo el camino hasta la torre de Gryffindor.

Muchos de los que vieron la escena comenzaron a reír, excepto James, que se acercó y realizó el contrahechizo. Pronto, las piernas de Thomas se separaron y pudo ponerse de pie, temblando.

—Gracias James.. —murmuró Thomas, sentándose débilmente en el sofá.

—¿Qué te pasó?

James conoce a Thomas, ya que es un estudiante de primero y lo había felicitado antes cuando se 'libró' del castigo en la clase de vuelo.

—Rabastan y sus amigos —respondió el niño con voz temblorosa—. Me encontré con ellos al salir del baño y dijeron que estaban buscando a alguien con quien practicar un nuevo hechizo.

—Ve a hablar con la profesora McGonagall, no puede estar lanzando hechizos a la gente mientras va al baño —se acercó Remus, pero Thomas negó con la cabeza.

—No tengo pruebas.

—¡Pero tienes que enfrentarte a él, John! —Sirius se mostró muy enfadado.

—Soy Thomas…—murmuró, pero Sirius no lo escuchó y siguió hablando.

—¡Ese cabrón cree que puede hacer lo que quiera porque su familia tiene algo de poder!

¿Algo? pensó James.

Sólo un Black podría decir algo así.

—No todo el mundo es como tú o James... tengo que estudiar, nos vemos chicos.

Thomas se levantó y se fue, Sirius lo siguió con la mirada pero no dijo nada. James, por otro lado, ya había tomado una decisión.

—Hagámoslo —declaró y a Sirius se le dibujó una sonrisa.

Rabastan ha estado lanzando maleficios a varios estudiantes de Gryffindor sin ninguna consecuencia, Toby fue uno de ellos y ahora Thomas, mañana podría ser otro.

Yo soy James Potter [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora