Yo soy James Potter [Traducción]

102. Agridulce

Las madres parecían tener un sexto sentido al detectar donde estaban sus hijos porque tan pronto la canción cambió a una más movida, Euphemia se acercó directamente a donde estaba James y lo sacó para bailar con ella.

Sirius, que pensaba que se había librado, conectó miradas con su prima que se acercó con entusiasmo y lo puso en medio de la pista de baile.

Incluso las abuelitas presentes, rodeaban a Phineas Black II, que parecía estar más del otro lado que con ellas.

Andrómeda quería que Sirius la pasará excepcionalmente bien en la fiesta. De todos los Black, ella lo quería mucho e incluso lo consideraba su hermano pequeño.

Así, las horas transcurrieron y después de ver como el buffet era rellenado por los asistentes, James y Sirius no tardaron en tomar asiento y devorarlo, también comieron postre y bebieron mucha cerveza de mantequilla.

Intentaron probar el whisky de fuego, pero Dorea Potter sospechando sus intenciones los atrapó y se los quitó.

Faltando menos de una hora para que terminara la boda, varias personas entraron de repente a la carpa. Al principio, nadie les prestó atención, pues había mucha gente y era normal que algunos salieran a tomar aire o ir al baño.

Pero este grupo se dirigió hacia Andrómeda, quien estaba hablando y riendo con su esposo y su grupo de amigos.

James fue el primero en notar este extraño grupo, ya que caminaban como si estuvieran apunto de iniciar una pelea.

¿Ellos son..?

Son tres adultos y dos jóvenes. La única que pudo reconocer fue Narcissa, la otra prima de Sirius, quién miraba el lugar como si fuera un vertedero.

James golpeó el brazo de su mejor amigo que seguía atragantándose con la comida.

—¿Qué pasa? —Sirius miró hacia donde James estaba mirando y su rostro comenzó a desfigurarse—. Oh no... Esto no es bueno.

—¡ANDRÓMEDA TONKS! —una voz de hombre resonó en cada rincón de la tienda con profunda rabia.

Como eran los últimos minutos de la boda, el ambiente era mucho más tranquilo, lo que provocó que todos los que estaban en la carpa escucharan tremendo grito.

De repente, todo el alboroto cesó y miraron a la persona responsable.

Andrómeda se detuvo en seco, girando a ver el par de ojos clavados en su espalda—. ¿Padre?

—¡CÓMO TE ATREVES! —gritó Cygnus Black III, el padre de Andrómeda—. ¡CÓMO TE ATREVES A CASARTE CON UN SANGRE SUCIA!

Edward, que estaba junto a Andrómeda también puso una expresión de total sorpresa.

—¡Me casaré con quien yo quiera! —replicó Andrómeda armándose de valor, pero con tono tembloroso.

—¡Hablándole así a tu padre! ¡Eres una vergüenza para toda la familia Black! —al lado de Cygnus apareció su esposa, Druella Black—. ¿¡Como pudiste deshonrar a tu familia!? ¡Y te casaste! ¡TE CASATE CON UN ASQUEROSO SANGRE SUCIA!