43. Misión cumplida

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—Hoy es tu último día de castigo y estás por acabar

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Hoy es tu último día de castigo y estás por acabar. No pensé que lograrías ordenar y clasificar todos estos ingredientes en solo dos semanas, bien hecho —dijo Slughorn mirando a James, que acababa de llegar a su oficina.

—Gracias profesor, es por su guía —dijo respetuosamente.

Slughorn lo había ayudado cuando no podía encontrar un ingrediente en el libro o se preguntaba por su utilidad en alguna poción.

Slughorn se mostró complacido con la actitud de James—. Puedes seguir con el trabajo, te queda una hora.

James se acercó a las dos mesas en las que había estado trabajando durante las últimas dos semanas, una de ellas ya estando completamente vacía.

En la otra solo había unos pocos ingredientes y calculó que en unos 30 a 40 minutos podría terminar.

Pasaron diez minutos y no ocurrió nada fuera de lo normal.

James continuó trabajando a un ritmo lento mientras esperaba a que llegaran sus amigos.

Quince minutos después, James empezó a impacientarse ¿Por qué tardan tanto?

Finalmente, cuando se habían cumplido treinta minutos desde que había comenzado el castigo, alguien llamó apresuradamente a la puerta.

Slughorn levantó la vista de los papeles que estaba corrigiendo.

Toc toc

De nuevo se oyó un golpe impaciente y el hombre se levantó de su silla y abrió la puerta.

—¿Señor Black? ¿Qué pasa? ¿Por qué tiene esa expresión en el rostro? —preguntó al ver a Sirius, que tenía una expresión asustada y una tez pálida.

—¡Profesor! ¡Remus está herido en el salón de pociones! —dijo Sirius tartamudeando y muy nervioso. James miró a su amigo y tuvo que contener la risa.

Es un muy buen actor

—¿¡Qué!? ¿Qué pasó? —Slughorn había creído en la actuación.

—Estábamos practicando el hechizo flippendo y sin darme cuenta lo envié volando hacia la pared —explicó Sirius mientras temblaba y miraba hacia abajo y hacia arriba.

—¿El hechizo flippendo? Vamos, tenemos que llevarlo a la enfermería —dijo Slughorn rápidamente—. Volveré en un rato -miró a James por un segundo y salió de su oficina mientras cerraba la puerta apresuradamente.

James, que finalmente estaba solo, se dirigió a un rincón donde ya había ubicado los ingredientes que necesitaba.

Sacó una bolsa de su bata y metió todos los ingredientes allí.

Toc toc

—¿Quién es?

—S-Soy yo, Peter.

Abrió la puerta y vio que efectivamente era su amigo que siempre actuaba como si tuviera hormigas picándole el cuerpo.

Yo soy James Potter [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora