41. La tarea de McGonagall

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—¡Maldita sea! A este ritmo no conseguiremos los ingredientes que necesitamos —maldijo Sirius, cerrando de golpe su libro de historia de la magia y llamando la atención de James, Lupin y Peter

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—¡Maldita sea! A este ritmo no conseguiremos los ingredientes que necesitamos —maldijo Sirius, cerrando de golpe su libro de historia de la magia y llamando la atención de James, Lupin y Peter.

En este momento estaban en la sala común de Gryffindor haciendo los deberes que les había dado el profesor y fantasma Cuthbert Binns.

Tenían que leer dos capítulos completos para mañana y lo habían dejado para el último momento.

—Tenemos que crear una distracción —James cerró su libro.

Prefería hablar de la broma que seguir leyendo sobre la tormenta de jabón en 1378.

—¿Cómo? —preguntó Remus, cerrando también su libro.

Incluso Peter lo cerró y empezó a prestar atención a la conversación.

—Mañana será mi último día de castigo y la última oportunidad que tenemos, ya he visto donde tiene los ingredientes que necesitamos, en cuanto a la distracción no tengo idea... quizás... —James puso una mirada pensativa mientras una intensa charla comenzaba en la mesa.

Eran los únicos que estaban despiertos en la sala común.

Por un rato, James miró la silla vacía donde se suponía que debía estar Toby y se sintió mal, pero después de que Sirius sugiriera crear una explosión para que Slughorn tuviera que abandonar su oficina, se olvidó del tema y continuó hablando.

Finalmente, después de una hora en la que discutieron muchas ideas, trazaron un plan.

—Vamos a dormir, mañana todo tiene que estar perfecto —cuando el reloj marcó las 10 todos se dirigieron a su dormitorio.

★★★

Viernes 22 de septiembre de 1971.

El día comenzó como cualquier otro y el grupo se dirigió a desayunar mientras repetían el plan en voz baja para no olvidar nada y ultimar los detalles.

—¿Estás seguro Remus? —James vió de reojo todo su alrededor—. Será doloroso.

—Estaré bien, tengo una alta tolerancia al dolor —Remus se encogió de hombros pero al notar las expresiones en los rostros de sus amigos tartamudeó—. H-He estado en peleas callejeras, u-un simple puñetazo no es gran cosa.

—No será un simple puñetazo, será un flippendo —Sirius vio raro al castaño.

El plan que idearon fue sencillo.

Sirius y Remus irán al aula de pociones ubicado en la mazmorra, en ese momento estará vacía y su excusa será que estan practicando el flippendo, pero Sirius no controló bien su magia y mandó a volar a Remus.

Cuando Remus esté inconsciente, Sirius correrá directo a la oficina de Slughorn, que está cerca del aula.

Lo que lo hará más creíble, será que el aula de pociones es lo suficientemente grande para entrenar y una vez que ocurra el "accidente", la mejor ayuda sera Slughorn porque su oficina está cerca y Sirius la había visitado antes.

Yo soy James Potter [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora