50. Quidditch

886 117 5
                                    

A PRINCIPIOS DE NOVIEMBRE, el clima se tornó extremadamente frío, las montañas cercanas a la escuela de un gris gélido y el lago parecía acero congelado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A PRINCIPIOS DE NOVIEMBRE, el clima se tornó extremadamente frío, las montañas cercanas a la escuela de un gris gélido y el lago parecía acero congelado.

Y oficialmente, la temporada de quidditch había comenzado.

Este sábado, el equipo de Gryffindor jugará su primer partido después de semanas de entrenamiento, Gryffindor contra Ravenclaw.

El capitán de Gryffindor, William, también había aumentado la intensidad de los entrenamientos esta semana, ya que era la más crucial y aunque a James no se le permitía jugar, tenía que seguir el ritmo de sus compañeros de equipo, algo que le resultaba muy agotador, ya que su condición física era inferior a la de ellos.

—Oye amigo, tenemos que ir a la clase de Astronomía —dijo Sirius, mirando a James, que estaba desplomado en su cama con los ojos cerrados.

Las clases de astronomía son todos los miércoles a medianoche, ya que tienen que estudiar el cielo nocturno a través de sus telescopios y para mala suerte de James, hace unas horas tuvo su práctica de quidditch y sentía dolor en todo el cuerpo.

—No iré —James se dió la vuelta y se puso cansadamente la almohada en la cara.

Sirius y Remus se miraron y junto a Peter y Toby obligaron a James a levantarse e ir a clases.

La clase se imparte en el nivel superior de la torre de astronomía, la torre más alta del castillo, ubicación que con solo pensar James sentía mayor ardor en los músculos.

Si así estoy yo no me imagino al equipo

Después de observar las estrellas durante más de una hora y de que la profesora explicara sus nombres, finalmente la clase terminó y James pudo regresar a dormir sin colocarse el pijama.

El jueves pudo descansar más el cuerpo, pero la mente no por la cantidad de clases en las que los profesores no se cansaron de dejar tareas.

Afortunadamente el viernes, día previo al partido, William no quiso fatigar tanto al equipo y fue un entrenamiento con más charla táctica que práctica.

★★★

La mañana siguiente amaneció luminosa y fría.

El gran comedor estaba inundado del delicioso aroma de las salchichas fritas y de las alegres conversaciones de todos, que esperaban con ilusión un buen partido.

James está de buen humor, a diferencia de los otros días que estaba muy cansado y apenas decía algo.

—Escuche que Ravenclaw es el último campeón, ¿Están seguro de poder vencerlos? —preguntó Sirius mientras miraba a James y comía su tostada.

—Muchos de los chicos que ganaron la copa el año pasado eran de séptimo y ahora el equipo ha tenido una rotación muy grande, por lo que no tienen tanta experiencia. Sin embargo, si van a confiarse, creo que será mas fácil ganarles —respondió James, que sabía eso gracias a William.

A las once de la mañana, toda la escuela se encontró reunida alrededor del campo de quidditch.

James, como apoyo, tuvo el lujo de estar en el vestuario con el equipo y pudo escuchar la charla motivacional de William.

Cuando el equipo salió, James se dirigió a uno de los asientos junto a Sirius y los demás.

El capitán de Ravenclaw está en su quinto año, pero es nuevo y se notaba muy nervioso, ya que había que defender el título y la mayoría del equipo como el eran nuevos o sustitutos sin experiencia.

Hooch dio un largo silbido con su silbato y los jugadores se elevaron por los aires.

El partido había comenzado.

El comentarista, que pertenece a Hufflepuff, comenzó con su relato y fue muy imparcial, tomándose su trabajo en serio.

—El capitán de Ravenclaw tomó la quaffle, y ahí va... está a punto de... no, William, el guardián y capitán de Gryffindor logra detener el tiro y Gryffindor recupera la quaffle... ¡GOL DE GRYFFINDOR! —exclamó y los gritos de las gradas donde se encontraban todos los estudiantes de Gryffindor estallaron en aplausos y vítores.

James observó con emoción y aplaudió también, el estaba más nervioso de lo que pensaba.

El partido continuó y la lectura de William fue correcta, el equipo de Gryffindor tenía una clara ventaja contra los nuevos jugadores de Ravenclaw.

El marcador lo dejaba claro GRYFFINDOR 50 - RAVENCLAW 0.

—¡Quién iba a pensar que sería un partido tan desigual! ¡Gryffindor está aplastando al último campeón! —exclamó el comentarista con entusiasmo.

La tribuna de Ravenclaw quedó en silencio y con caras alargadas ya que no esperaban que su equipo fuera tan malo, ellos tenían confianza por ser los últimos campeones, pero estaban haciéndolo puré.

Por otro lado, la tribuna de Gryffindor era todo lo contrario, vítores, aplausos y muchas risas, todos pensaban que este era su año.

La profesora McGonagall también tenía una leve sonrisa que pocas veces se veía en su rostro.

Cuando el marcador estaba 70-20 a favor de Gryffindor, la snitch dorada finalmente apareció y tanto Alex como el otro buscador de Ravenclaw la vieron y volaron hacia ella.

Lo malo para Ravenclaw fue que el buscador no vio que una bola negra se dirigía hacia él a toda velocidad apuntando a su espalda.

Era una Bludger, los bateadores de Ravenclaw no tuvieron tiempo suficiente para ir a protegerlo, ya que se había alejado demasiado para buscar la snitch.

¡PAM!

Un estruendo resonó por todo el estadio y el buscador de Ravenclaw fue alcanzado. Por suerte, la bludger no lo derribó de su escoba, pero sí le causó mucho daño en el hombro, lo que le permitió a Alex tomar la delantera y agarrar la snitch.

—¡Bien hecho Gideon! —gritó William, mirando al bateador que celebraba.

Con una gran sonrisa, Alex levantó el puño y todo el estadio quedó en silencio hasta que exclamó—. ¡Tengo la snitch! —y todos estallaron en aplausos excepto los de Ravenclaw y Slytherin, que los miraban con desdén.

Hooch dio por finalizado el partido.

Gryffindor ganó por 220 puntos a 20, una derrota aplastante y una de las mayores derrotas en la historia de Ravenclaw.

Con este gran resultado, Gryffindor quedó primero en la clasificación y Ravenclaw segundo, aunque esto se debe a que Slytherin y Hufflepuff aún no habían disputado su partido.

Lo harían el sábado de la semana siguiente.

Era casi imposible para Ravenclaw mantener la segunda posición. Lo más probable es que terminaran en el último lugar de la tabla.

Ese día en la sala común de Gryffindor hubo una gran fiesta por la noche.

Ninguno de los merodeadores tenía ganas de hacer los deberes y estuvieron de fiesta todo el día e incluso Toby que suele querer hacer los deberes para no quedarse atrás lo pasó celebrando.

Llegó el sábado siguiente y se disputó el partido Slytherin contra Hufflepuff y para amargura de Gryffindor, las serpientes ganaron con un marcador a favor de 180 a 80. Sin embargo, todavía tenían la ventaja y se mantuvieron primeros.

Al finalizar, el marcador quedó así:

Gryffindor: 220

Slytherin: 180

Hufflepuff: 80

Ravenclaw: 20

Yo soy James Potter [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora