[CAPÍTULO N°23:"Entre la Lealtad y la Traición"]

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[Punto de vista en tercera persona]

Al instante en que Shingen salió de Corporación Cápsula para regresar a la escuela, vería con una sonrisa el teléfono satelital regalado por el padre de Bulma. Aunque al principio pensó que sería recibido por una lluvia de balas debido a que llevó a Bulma en un estado deplorable, no se negaría a recibir uno que otro disparo, pero nada más que eso. Por suerte, nada salió de esa forma y no podría estar más agradecido.

Dos horas después, Shingen aterrizaría en las puertas de su escuela, pero no sin antes recibir la visita de alguien a quien miraría de reojo.

-Regreso, maestro. Cumplí con lo que me ordenó: esperar a que usted se llevara a la mujer y, cuando no hubiera nadie más, recoger a las tres personas inconscientes y llevarlas al calabozo -diría la mujer desconocida mientras se arrodillaba frente a Shingen.

-Excelente trabajo. Después de todo, ¿valió la pena salvarte de morir a manos de mis discípulos, no crees? "Ex-comandante Violet" -dijo Shingen, negándose a girar su cuerpo y ver a la mujer aún arrodillada.

Tras escuchar lo dicho por Shingen, la mujer recordó en menos de 5 segundos todo lo que había sufrido aquella vez cuando fue capturada por los discípulos de su nuevo señor.

-Hace 3 meses -

Al saber de la caída de la sede principal de la Patrulla Roja, las bases secundarias comenzaron a independizarse y, aprovechando las armas, los vehículos y el dinero, varias bases estuvieron alertas ante cualquier ataque de la persona que acabó con la sede principal.

En una de esas bases se encontraba la Coronel Violet, sentada con las piernas arriba de un escritorio, haciendo caso omiso de la declaración de amor de un soldado de poca monta. Cansada de la molesta insistencia del pobre idiota, Violet sacó su pistola y le disparó en medio de las cejas al soldado, lo que evidentemente acabó con su vida.

-(Tsk), ahora que no existe la Patrulla Roja, será mejor que me vaya de esta base antes de que la persona o las personas que atacaron la sede principal vengan y maten a todos -mientras decía esto, caminaría tranquilamente por el pasillo, ignorando los rostros aterrados de los hombres que vieron cómo ella asesinó a uno de los suyos.

Mientras se preparaba para irse de allí, los comunicadores en los pasillos alertaron la presencia de varios individuos con capacidades sobrehumanas que atacaban la base.

Después de dar este comunicado, una inmensa explosión vino del garaje principal de la base, donde se encontraban todos los vehículos terrestres y aviones de combate que pertenecían a la desaparecida Patrulla Roja.

Al ver la explosión en ese lugar, Violet maldeciría su mala suerte por no esperar a que ella se fuera primero antes de que comenzara el ataque. Con mirada decidida, la mujer, siendo tan astuta como es, aprovecharía la situación y robaría todo el dinero que la base poseía.

Corriendo por los pasillos, Violet comenzó a escuchar muchas más explosiones y algún que otro grito de algún desafortunado soldado.

Después de atravesar unos cuantos escombros, Violet llegaría a la bodega y, para su sorpresa, encontraría al encargado de manejar la base, Shumo, justo cuando abría la puerta de la bóveda.

Saliendo de su estupor, Violet sacaría dos subfusiles y dispararía a Shumo. Este último, al ver las intenciones de la mujer, decidiría encerrarse rápidamente en la bóveda.

-Mierda, no tengo todo el tiempo del mundo para esto. Veamos si esto logra sacar al conejo de su madriguera -reiría Violet mientras colocaba varios C4 en la puerta de acero.

🐉"El Humano Más Fuerte De Dragon Ball"🐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora