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Para Penélope fue una sorpresa recibir una invitación formal escrita del puño y letra de la vizcondesa Bridgerton, invitándola no solo a ella, sino también a su esposo a una cena previa a su partida. Una cena únicamente con todos los miembros de la familia Bridgerton y los únicos dos miembros de la familia Debling, eso sería un escenario sumamente curioso y algo a lo que Penélope preferiría no asistir, y estaba segura de que Debling no aceptaría ir por todas las cosas que aún debía tener en orden. Sin embargo, en cuanto se la mostró y le mencionó que no había problema si decían que no, él preguntó por qué lo habrían de ir, a lo que ella no tuvo más respuesta que la lógica: él estaba ocupado.

- Ya está casi todo listo, podemos ir el domingo en la noche. Si nos reciben, será una cena de despedida para mí.

- Yo... no creí que una cena de despedida te agradaría; de ser así, habría organizado una yo misma.

- No hay problema, no es algo que me encante, pero una cena agradable con los Bridgerton no estaría mal. Sé que tienes en alta estima a cada uno de ellos, sé que en mi ausencia todos ellos te cuidarán -sonrió- debo ir a dar mis agradecimientos adelantados, ¿no te parece? -A Penélope no le quedó más que sonreír y asentir.

- Le responderé a Kate.

- Perfecto.

Para el domingo faltaban tan solo unos días; quizá Colin ya habría regresado a su departamento, y Penélope esperaba que él tuviera algo que hacer, suficientemente importante para mantenerlo alejado de esa cena. De no ser así, entonces esperaba tener la fuerza suficiente para sentirse cómoda junto a su esposo y su amigo, al que su corazón aún no olvidaba.

Las horas se fueron sumamente rápidas en esos días. Cuando llegó la mañana del domingo, lo primero que Penélope le preguntó a su esposo era si de verdad no había dejado nada pendiente que debiera resolver, que los Bridgerton entenderían si no podían asistir, y aunque a él aún le faltaban algunos asuntos, todos quedarían resueltos para la noche. Le dijo a Penélope que no se preocupara y le dio un beso tierno en la frente, ni siquiera se daba cuenta de lo ansiosa que esa cena ponía a Penélope como para preguntar si había algún problema.

El momento de la cena llegó; Lord y Lady Debling fueron anunciados al entrar por la puerta y posteriormente llevados hacia el salón de los Bridgerton. Todo parecía demasiado formal, y aquello la hacía sentir más incómoda. Habría preferido ser ella misma quien llevara a su esposo hasta el salón, pero eso sería como si de su casa se tratara, cuando ella era una Debling, no una Bridgerton.

- Penélope -la vizcondesa y la vizcondesa viuda cantaron su nombre al unísono cuando la vieron, sonrientes se acercaron a ella para abrazarla.

- Lord Debling, bienvenido -Kate y ambos se sonrieron.

- Muchas gracias por invitarnos, Lady Bridgerton.

- No hay nada que agradecer, al contrario, gracias a ustedes por hacerse el tiempo de venir, especialmente antes de su viaje.

- Es usted tan considerada, no podíamos dejar pasar esta oportunidad. Para Penélope, todos ustedes son como una familia más. Sé que la cuidarán en mi ausencia como lo han hecho siempre.

- Por supuesto -Anthony sonrió- de eso no debe preocuparse.

Mientras ellos comenzaban a charlar, Penélope comenzó a visualizar el salón; aún faltaban casi todos por llegar, pero poco a poco fueron entrando al salón Hyacinth, Gregory, Francesca y Eloise, quien sostuvo del brazo a Penélope con una sonrisa y saludó formalmente a Lord Debling. Aún faltaban Benedict y Colin, por lo que Penélope no paraba de mirar hacia la puerta, pensando en qué momento entrarían, especialmente Colin.

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