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Mirar a Colin jugar con sus hijos era un deleite; era como un tercer niño sobre el tapete del salón de Aubrey Hall, jugando con caballos de madera y las pequeñas sonajas de colores. No solo las Bridgerton disfrutaban verlo de aquella manera; Penelope no podía apartar la mirada de la escena.

—Colin se ve muy bien con sus hijos —Kate sonreía al igual que las demás.

—Es encantador, ¿no lo creen? —Violet miró directo a Penelope.

—Es buen padre —su corazón se iluminaba con intensidad solo por verlo.

—Lo es... —se quedó en silencio unos segundos—. Me encantaría que volviera a casarse y tuviera más hijos —suspiró.

—Solo quieres más nietos —Eloise comía uvas, intentando ignorar a todos.

—Ciertamente no me interesa negarlo; quiero que todos mis hijos conozcan el amor de ser padres, incluso tú, Eloise.

—Te será más fácil intentarlo con Colin.

—Quizá Daphne pronto se vuelva a embarazar —Francesca sonrió amablemente.

—Sería hermoso...

—Igual Kate podría pronto tener un hijo, ¿no es así? —Hyacinth la miró. La vizcondesa rápidamente cambió su sonrisa a una mirada de susto.

—Claro... yo... bueno, creo que no debemos apresurarnos; llegará cuando tenga que llegar.

—Por supuesto, querida, disfruta tu matrimonio, pero espero bastantes nietos de tu parte.

—Por supuesto, igual deseo tener hijos con Anthony —sonrió. Le asustaba la maternidad, pero imaginarse el compartirla con Anthony le daba esperanza, algo que Penelope percibió solo con mirarla. Era la prueba del amor de los vizcondes y era lo que ella tenía con Colin; incluso si nadie lo sabía, deseaba tener una familia con él, incluso a pesar de las adversidades que estaban atravesando.

—Muero por ver cómo serán sus bebés —Hyacinth le sonreía a Kate—. Espero se parezcan más a ti, pero no le digas a Anthony —todas rieron, aunque Penelope no estaba completamente adentrada en la conversación; su atención estaba perdida en Colin, quien también la notaba y le sonreía de vez en cuando.

—Damas, ¿de qué están hablando? —Colin se acercó a ellas y rozó delicadamente su mano con el hombro de Penelope.

—Embarazos —Hyacinth respondió sin más, y Colin miró enseguida a Penelope.

—Oh... ya veo... —todas rieron al verlo de esa manera.

—Decíamos lo encantador que te ves jugando con tus queridos hijos —Kate le sonrió.

—Y yo decía que me encantaría que tuvieras más —Violet tomó la mano de su hijo y lo miró con ternura. Entre líneas le decía que esperaba que pronto rehiciera su vida y eso significaba volver a sentar cabeza.

—En realidad, yo también quisiera —todas las Bridgerton se sorprendieron.

—Creía que no querías volver a casarte —Hyacinth lo analizó.

—Sé lo que dije... pero creo que aún hay algo muy bueno esperando por mí: una hermosa esposa, un hermoso hogar y más hermosos niños... ¿No lo creen?

—Por supuesto que sí, cariño.

—¿Entonces comenzarás a buscar esposa? —los ojos de Violet brillaron; seguro había hecho una enorme lista de prospectos en tan solo dos segundos.

—No necesito buscar...

—¿Ah, no? —preguntaron todas, menos Penelope.

—Todo a su tiempo —les guiñó el ojo y volvió con sus hijos.

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