Una vez más Colin y Penelope se encontraban en los brazos del otro, desnudos en cuerpo y alma, cubiertos únicamente por las delgadas sábanas de la cama de Colin. Habían hecho el amor con demasiada pasión, más que en otras veces si se ponían a pensarlo, la tensión que había entre ellos ayudó a eso, Penelope no sabía si aquello le gustaba o la asustaba.
Aunque había quedado exhausta, en cuanto recuperó fuerzas se mantuvo despierta, a diferencia de Colin quien descansaba tranquilamente en el pecho de su amada, dormía como si nada, como si no hubiera descubierto el mayor secreto de Mayfair y como si al despertar no tuvieran que continuar su conversación o más bien dicho, su discusión.
- ¿Colin? -Penelope susurró, necesitaba averiguar si él estaba realmente tan dormido como parecía- Colin -peso la mano por su cabello y él apenas reacción, dio un leve gemido y se acomodó pegándose más a ella, debía estar realmente exhausto como para despertar, Penelope decidió aprovechar eso para desahogarse- Colin, lo lamento tanto-su voz era muy tenue, quisiera tener la valentía de decir todo lo que quería sin llorar- nunca quise lastimarte... nunca quise que mi pluma fuera tan cruel, menos con el hombre que he amado toda mi vida... -suspiro- estaba resuelta a que nunca serías mío, pero creí que si te decía lo de Marina, todos pensarían que lo hacía por despecho, solo quería protegerte y fallé, fui la causante de tu dolor y del de Marina, nunca me perdonaré por eso, habría preferido tener que verte feliz con ella a tener que ver cómo acabó su sufrimiento -hizo una larga pausa para llorar y tranquilizar su respiración- hice muchas cosas mal, he tenido que aprender de todos mis errores, tienes razón, Whistledown es cruel e injusta, pero quisiera que fuera más, algo mejor... adoro escribir... me es imposible imaginar mi vida sin hacerlo... quiero ser más que una esposa... quiero ser escritora, dios, jamás le había dicho esto a nadie -soltó una diminuta risa, realmente no se lo estaba diciendo a nadie, él no estaba escuchando.
Al menos Penelope creyó que Colin no estaba escuchando, así que le dio un beso en sobre el cabello y decidió dormir, estaba más tranquila ahora que había podido expresar tan solo un poco de lo que la atormentaba, no supo en ese instante que Colin sí que la escucho, pero había elegido no hacer ningún movimiento, no tenía respuesta alguna en ese momento, ablandó su corazón, su enojo era razonable, pero ahora se sentía mal, Penelope había encontrado su propósito y nunca se sintió libre de compartirlo justamente por la reacción que él tuvo, no habría sido un secreto si él hubiera estado abierto a la conversación.
Lo había cuestionado hace tiempo respecto a lo que opinaba de Whistledown y fue brutalmente honesto, no podía culparse a sí mismo, pero lograba entender los motivos de Penelope para haberle ocultado algo así de grande. Penelope debía ser sin duda la mujer más valiente que conocía, ahora sabía que su más grande miedo en estas últimas semanas era perderlo si descubría la verdad y cuando la descubrió ella encaró ese miedo como ninguna otra.
Quizá lo decepcionó al inicio que ella no chillara y suplicará perdón, sin duda lo que cualquiera haría al ser descubierta con algo tan grande, ella se mantuvo firme y si pidió disculpas fue solo por las cosas que se le salieron de las manos, en realidad no estaba arrepentida de haber iniciado el panfleto, estaba orgullosa de eso, en el fondo Colin quería sentirse orgulloso de ella, pero aún era algo complicado para él. Su enojo duraría un tiempo sin duda, pero el mismo sabía en su interior que la perdonaría.
Sabía ahora que su amor era enorme, más grande de lo que jamás creyó posible, pues podía dejar de lado su orgullo y su odio, con tal de no perderla, agradeció esa noche que ella lo dejara besarla, agradecía poder estar desnudo abrazándola, agradecía dormir a su lado, si ella hubiera insistido en irse, él habría tenido que perseguirla y suplicarle, sin duda era lo último que quería hacer con Whistledown, pero lo haría por Penelope.

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Tarde
FanfictionLa vida de Colin Bridgerton se había visto afectada cruelmente desde que dejó Londres junto a la señorita Marina Thompson para hacerla su esposa, solo para que al volver se enterara de una verdad había salido a la luz muy poco después de que se hubi...