6

1.1K 70 1
                                    

Algo estaba mal en Colin, empezando por su cerebro, pues no llegaba a entender qué le estaba sucediendo en sí mismo. No podía hablar, no podía mover ni un solo músculo, incluso temía olvidar pronto cómo debía respirar. Incluso por unos instantes dejó de escuchar lo que Varly hablaba a su lado.

- Le dije que estaba ocupada... -Logró voltear a verla y luego regresar su mirada a Penelope, si es que esa era Penelope.

- No hay problema, Varly.

- Yo... -se trabó- yo -tuvo que aclarar su garganta, comenzaba a sentirse acalorado y avergonzado.

- ¿Colin? ¿Te encuentras bien? -estuvo a punto de decir que sí, perfectamente, cuando ella se acercó preocupada y volvió a sentirse mal- Varly, trae algo de agua, rápido. -Ella asintió y salió corriendo. Colin tuvo que desabrochar uno de sus botones para volver a sentir que respiraba, de esa manera se sintió mejor.

- Lo lamento, yo... -suspiró- creo que me sorprendí... al verte. -Penelope miró hacia abajo, como si hubiera olvidado que llevaba puesto un vestido de novia.

- Ah... sí, yo tampoco creí que me casaría. -Hizo una mueca, seguido de un incómodo silencio, así que ella continuó hablando con nerviosismo- ¿Tan mal me veo?

- No... -pero su contestación apenas y fue audible. En ese instante regresó Varly y le sirvió un vaso de agua. Él lo tomó con rapidez- Gracias.

- ¿Necesitas algo más?

- Unos bocadillos, Varly. -Penelope le ordenó- Colin, ven, tomemos asiento.

- ¿No va a cambiarse, señorita?

- No es como que él sea el novio, Varly -se rió- así que no hay problema. -Ella asintió, no tan convencida, y volvió a desaparecer.

Colin caminó detrás de Penelope, más bien detrás de la larga cola del vestido, para llegar hasta el sofá.

- No es que creyera que jamás ibas a casarte, solo no creí que me enteraría un día antes -habló en cuanto estaban frente a frente- ¿No planeabas invitarme? -La miró algo dolido; ella bajó la mirada.

- Has pasado por una situación terrible. Debo decir que lamento mucho la muerte de Marina, Colin... -Ambos miraron hacia abajo- Creí que lo último que querrías, además de verme, sería asistir a mi boda.

- ¿Por qué no querría verte?

- Nosotros... bueno, no nos hemos visto en años... y creo que debe existir una buena razón, ¿o me equivoco?

- Pen... yo me alejé de todos, no solo de ti, aunque sí eres de quien más me arrepiento. Debí escribirte... habrías alegrado mis días como tantas veces lo hiciste. Sin embargo, también me sentía avergonzado... no sabía si tú tenías algún rencor hacia mí... y esta mañana, cuando me enteré de tu boda... no podía dejar pasar más tiempo sin recuperar a mi amiga, antes de que tu atención se centre en tu futuro esposo...

- Jamás te he tenido rencor, Colin, para nada. No tengo razones. Era yo la que estaba avergonzada, por mi familia y por mí. Pude haber sido fundamental para que tomaras tus decisiones más a conciencia... incluso si igual elegías casarte con Marina... debías saber la verdad desde un inicio y yo...

- No te culpes. Yo nunca te di oportunidad, actué impulsivamente, demasiado. Si me permito ser honesto, no me daba cuenta de que era una decisión que alteraba toda mi vida... -Suspiró- Creo que igual por eso estoy aquí... no he sabido casi nada de ti en todo este tiempo y con esta noticia, quisiera creer que es algo que has meditado completamente.

- ¿Por qué piensas que no?

- Escuché a Eloise decir que no estabas tan emocionada por tu vestido... algo extraño en una novia... no me gustaría que cometieras errores similares a los míos o a los de la mayoría de esta sociedad...

Tarde Donde viven las historias. Descúbrelo ahora