No le gustaba estar encerrado, claro que no, pero debía seguir las órdenes de sus padres si no su castigo sería mayor y no quería eso, ya suficiente con que no lo dejen salir. Se encontraba yendo hacia la cocina, tenía mucha hambre, mientras iba, saludaba a los sirvientes y a guardias que se encontraban allí, éstos eran muy amables con él así que de vez en cuando pasaba tiempo con algunos de ellos.
Cuando llegó se encontró a la cocinera del palacio, para él, la mejor cocinera de todas, bueno...La única que conocía.
— Oh buenos días señorito. —siempre con aquella característica sonrisa. — ¿Tiene hambre? —pregunta mientras saca algunas cosas de su bolsa sintiendo la mirada curiosa del príncipe. — ¿Sucede algo?
— ¿Compraste todo eso en la tienda de la que me hablaste? —se sienta en el borde de la mesada haciendo que la señora pusiera los brazos en la cintura.
— ¿Cuántas veces le dije que no se sentara ahí? — el contrario solo mueve las piernas hacia delante y hacia atrás. — Tiene que cambiar esa costumbre señorito, pero por hoy lo dejaré. —sonríe cuando éste suelta una risíta. — Bien, ¿Qué gusta comer hoy?
— Tengo ganas de una sopa. —ella asiente mientras saca los ingredientes para empezar a cocinar. — ¿sabe dónde están mis padres?
—La reina fue al pueblo y el rey si mal no recuerdo se fue de viaje.
— ¿De viaje? — pregunta triste y la señora al notar aquello detiene lo que estaba haciendo para mirarlo. — ¿A dónde?
— Fue a visitar al reino vecino...—él baja la mirada pero la mano de la señora en su mejilla hace levantarla. — No tienes por qué estar triste pequeño, ya verás que cuando sea más grande te dejarán salir.
Ye Jin, hace ya muchos años que está en la cocina del palacio, le agarré cariño muy rápido, siempre lo cuidaba, siempre estaba con él, más que su propia madre. La veía como una imagen materna a la que siempre confiaría, sabe lo mucho que deseaba salir, de chico le mostraba dibujos de lo que supuestamente había en el exterior, en base a lo que escuchaba o le decían.
Ye Jin, por otro lado, le preocupaba la salud mental del joven, siempre la miraba con una cara de asombro cada que escuchaba cosas sobre el pueblo, de vez en cuando intentaba hablar con los reyes sobre éste asunto pero siempre tenían la misma respuesta "es por su propio bien" entiendo que intentaran protegerlo, pero encerrarlo de por vida en un propio lugar con poco conocimiento sobre el mundo ya se les está yendo de las manos.
Está pasando por un momento de su vida que necesita salir y explorar cosas que lo ayuden en su futuro, experimentar demasiadas cosas con personas que no sean su familia o trabajadores de aquí.
Pero después de todo él siempre se encontrará feliz y riendo y ella tratará de mantenerlo siempre así.
— Ten come. —le entrega el plato con la sopa.
— Gracias señora Ye. —prueba un sorbo haciendo que gimiera gustoso. — Está delicioso.
— Me alegro.
— ¿Puedo hacerle una pregunta? —al escuchar su afirmación sigue hablando. — Leí en un libro hace poco acerca del mar, ¿Es lindo?
Cuando la señora iba a hablar una voz conocida lo hizo girarse.
— ¿El mar? Es hermoso.
— Oh señor Ji-seob. —dice sorprendida la señora al verlo venir. — Tanto tiempo.
— Un gusto en volverla a ver Ye Jin.
— ¿Hace cuánto que volvió? —pregunta emocionado al volverlo a ver.

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ALTEZA | kooktae
FanfictionKim Taehyung, un joven príncipe cuyo destino ha sido moldeado por la opresiva sombra de sus propios padres, encerrado en el imponente palacio real desde su más tierna infancia. Privado de la oportunidad de explorar el mundo exterior que se extiende...